España afronta la tercera ola en una posición más vulnerable que la segunda

La mayoría de los sistemas asistenciales de las comunidades están ya en una situación muy delicada a la espera de sufrir el 'efecto Navidad'

Miércoles, 6 de enero 2021, 18:47

España se encamina de cabeza a la tercera ola de esta pandemia y lo hace en una posición mucho más vulnerable que cuando a principios de septiembre encaró la segunda embestida del coronavirus. Entonces, el sistema hospitalario nacional estaba en una coyuntura mucho más relajada ... gracias al confinamiento de primavera y a las fuertes restricciones de verano.

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En el Ministerio de Sanidad, por supuesto, miran muy de cerca el aumento de casos, el crecimiento de la incidencia acumulada o el incremento de la positividad de las pruebas pero lo que realmente preocupa hoy por hoy es la fuerte presión con la que el Sistema Nacional de Salud debe abordar esta tercera andanada. Y todo ello sin que el 'efecto Navidad' o la cepa británica se hayan reflejado en su plenitud en las estadísticas.

En el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) una y otra vez hablan de que hay que proteger a los hospitales, el «talón de Aquiles» de la pandemia. Que solo la «amenaza del colapso» del sistema asistencial-hospitalario del país en esta tercera ola podría provocar medidas tan drástica como el encierro domiciliario del de marzo.

Pero insisten en que la situación de partida de los albores de esta nueva avalancha epidemiológica «no es buena».

Y las cifras hablan por sí solas: las epidemiológicas y las asistenciales. El 1 de septiembre, fecha que buena parte de los expertos coinciden en señalar como el inicio de la segunda oleada, España se movía en una incidencia acumulada de 212 casos por cada 100.000 habitantes, 83 positivos menos que los datos de este martes, últimos disponibles. España empezaba el mes de septiembre y el ascenso a la cima de la segunda montaña con fuerzas y con 'solo' 8.115 contagios diarios, prácticamente cuatro veces menos infectados que los 23.700 recogidos en las estadísticas del martes.

Pero en el CCAES, insisten, estas cifras, a pesar de que no auguran nada bueno, no son lo más importante. Y es que todos los ojos se dirigen a los hospitales. Y en particular a los cuidados intensivos, el barómetro que decidirá en última instancia si se llega a las medidas más extremas.

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El 22 de septiembre de 2020, el primer día que Sanidad empezó a informar oficialmente del estrés en las UCI, España ya había empezado su escalada a la segunda cima pero entonces tenía una ocupación media en las unidades intensivistas del 17%, frente a 23% actual. En septiembre, solo Aragón, Baleares, Madrid y La Rioja tenían una situación «crítica» en sus UCI al superar el 25% de ocupación con pacientes con covid. A día de hoy, son siete las comunidades que traspasan ese listón, pero lo «realmente inquietante» es que solo Galicia en todo el país tiene menos de la décima parte de sus camas intensivistas con enfermos de coronavirus.

Camas de planta

Algo menos tensionada es la situación hospitalaria general. Cuando a principios de septiembre los casos en España empezaron a repuntar tras la relajación de las medidas durante las vacaciones de verano solo el 6% de las camas de planta de los hospitales españoles estaban ocupadas por personas afectadas por coronavirus. Sin ser, ni mucho menos, una situación ideal, según los parámetros de la OMS, España se situaba en un nivel medio-bajo de estrés hospitalario. Sólo Aragón, Baleares y Madrid superaban el 10% de camas ocupadas por covid.

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Esta semana, la situación es mucho más delicada, aunque no es extrema todavía. El país se asoma a la tercera ola con una ocupación de camas generalistas superior al 11%. La situación es de «riesgo alto» y ocho territorios están por encima del 10%.

Que la tercera ola no se convierta en la más dura y mortífera -insisten los estadísticos de Sanidad- dependerá de hasta donde lleguen los números en los hospitales. «Y el punto de partida -vuelven a subrayar- no es bueno». Como muestra otro botón: aquel 22 de septiembre en el que Sanidad recompuso sus tablas en los albores de la segunda ola había 10.849 pacientes ingresados por covid. Este martes, últimas cifras disponibles, eran 13.841. De nuevo en la línea de salida pero con 27% más de enfermos ingresados que después de verano.

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