Kathryn Mannix, autora de 'Las palabras que importan, en la editorial Siruela, en Madrid. Virginia Carrasco

Kathryn Mannix

«Hablamos demasiado para tratar de rellenar un silencio incómodo»

La médica y psicoterapeuta británica Kathryn Mannix desvela las claves para mantener conversaciones difíciles

Lunes, 8 de mayo 2023, 00:09

Hay conversaciones que nadie se atreve a afrontar. Hablar con la persona que ha perdido a un ser querido, comunicar un diagnóstico fatal, charlar con alguien que se ha quedado en el paro… Para ayudarnos a superar este trance Kathryn Mannix (Cheshire, Reino Unido, 64 ... años), psicóloga y médica especialista en cuidados paliativos, ha escrito el libro 'Las palabras que importan (cuando la clave es escuchar)' (Siruela), en el que ofrece pautas para dialogar con cualquier persona que está sufriendo.

Publicidad

A través de relatos basados en hechos reales o ficticios, las autora aborda cómo acertar con las palabras cuando se habla con la víctima de un desengaño amoroso, una viuda afligida, la mujer que acaba de tener un embarazo malogrado, la persona cuya mente se nubla por una enfermedad neurodegenerativa o los organizadores de un entierro. «Decir las cosas en voz alta nos sirve a encontrar sentido a cosas que nos parecen difíciles de entender mientras están dentro de nuestra mente», dice la terapeuta.

Para Mannix, lo que de veras importa a la hora de consolar a quien esta abatido es escuchar y saber administrar los silencios, con respeto y sin intromisiones. Tan importantes como las palabras son a veces los gestos: coger la mano del que está triste, pasar la mano por el hombro o compartir un café. «Lo relevante es tener permiso del otro, no invadir su espacio ni aprisionarle. Manifestar la disposición a que uno está dispuesto a escuchar».

La psicoterapeuta es especialista en afrontar la muerte con enfermos terminales. Virginia Carrasco

Cuando alguien lo está pasando mal, es importante no adoptar modos o expresiones imperativos. «Si alguien decide contarnos algo, hay que evitar dar la sensación de que vamos a darle instrucciones. No debemos decir a nadie cómo debe sentirse. Simplemente se trata de estar ahí y dejarle hablar». Su lema se resume en que siempre es mejor preguntar que dar consejos.

Publicidad

Mannix subraya que a veces el silencio es una de las herramientas más poderosas para mantener una conversación con empatía con un paciente. «El silencio te permite pensar, tomar una decisión, reflexionar, cambiar de opinión. A veces nos sentimos raros al callar, no sabemos actuar, y hablamos demasiado para tratar de rellenar un silencio incómodo». Es un error, porque no decir nada puede ser la antesala de un pensamiento atinado. Además, el silencio imprime un ritmo lento a la charla, ayuda a la persona a sentirse escuchada y al que atiende le sirve para entender mejor el problema.

«Apagón gradual»

A los pacientes terminales que ven cercano su final, Kathryn Mannix , que se ha enfrentado a miles de situaciones así, aconseja al paciente que no piensen en la muerte como se muestra en las películas. «El término de la vida se parece al sueño y la inconsciencia, hay cambios en el ritmo de la respiración y una especie de apagón gradual».

Publicidad

La psicóloga cree que da resultados apuntar en una libreta las preocupaciones que nos vengan a la mente. Al repasar las inquietudes al cabo de una semana, lo que parecían tragos amargos ya no lo son tanto. «Confeccionando una lista, podemos tomar decisiones».

En el libro, Mannix invita a poner en práctica esas destrezas que todo el mundo tiene pero se resiste a poner en práctica, herramientas que pueden ayudar a que la conversación mil veces postergada transcurra de manera fluida. «Insisto mucho en una cosa: no escuches para contestar, escucha para entender».

Publicidad

 

«Hablar del suicidio no hará que nadie actúe para quitarse la vida, sino que, más bien, somete el tema a debate»

 

 

«Aprender a escuchar nuestra voz interior es tan vital para nuestro bienestar como escuchar a cualquier otra persona, pero tenemos que escucharnos, que oírnos y después hacer una pausa para reflexionar antes de aceptar nuestro propio consejo. Nuestra voz interior puede ser nuestro salvavidas», asegura la especialista, quien recomienda que a medida que vaya avanzando la conversación, las preguntas se vayan tornando más largas y concretas, buscando la complicidad y seguridad del otro.

Mannix, terapeuta de conducta cognitiva, se congratula de que hablar del suicidio haya dejado de ser un tabú. «Igual que hablar de sexo no deja embarazada a nadie y hablar de la muerte no le quita años de vida a nadie, hablar del suicidio no hará que nadie actúe para quitarse la vida, sino que, más bien, somete el tema a debate», argumenta la médica, quien subraya que, como animales sociales que somos, lo seres humanos estamos preparados para conectar los unos con los otros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad