Dos sanitarias, con un recién nacido. R. C.

Nueve de cada diez bebés fueron vacunados de bronquiolitis en la primera campaña

El compuesto contra el virus respiratorio sincitial, del que se han administrado 277.000 dosis, ha evitado 10.000 hospitalizaciones de niños

Álvaro Soto

Madrid

Viernes, 30 de agosto 2024, 00:07

La primera campaña nacional de vacunación contra el virus respiratorio sincitial (VRS) ha sido un gran éxito. Según los datos del Ministerio de Sanidad, nueve de cada diez niños nacidos entre el 1 de abril de 2023 (seis meses antes del inicio de la campaña) ... y el 31 de marzo de 2024 (seis meses después) recibieron el compuesto nirsevimab, el primer anticuerpo monoclonal indicado para prevenir la bronquiolitis, la enfermedad que el VRS provoca. En total, se administraron 277.000 dosis y sobre todo, se evitaron 10.000 hospitalizaciones, el 75% de las previstas. Antes de la aparición de la vacuna se registraban cada año entre 7.000 y 14.000 hospitalizaciones por bronquiolitis, con picos de contagios en invierno.

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Existen pocos precedentes sobre una inmunización pediátrica que haya cumplido sus objetivos como lo ha hecho la de la VRS. Por eso, las comunidades autónomas ya han comenzado a preparar la nueva campaña para este otoño. Todas han ido adquiriendo dosis y algunas, como Madrid, abrirán desde este fin de semana las citas telemáticas para la vacunación, que comenzará el 1 de octubre.

La bronquiolitis es la acumulación de moco en las vías aéreas más pequeñas en los pulmones, los bronquiolos, que provoca una hinchazón. El VRS, el virus que causa la bronquiolitis, se contagia en contacto directo con las secreciones de la nariz y la garganta de un contagiado, lo que sucede a través de gotitas de aire que se emiten con la tos o los estornudos y que son inhaladas por un bebé, o cuando el niño toca objetos infectados. La enfermedad, que afecta a los niños menores de dos años, con una edad pico de tres a seis meses, ha sido durante mucho tiempo la principal causa de hospitalización por infección respiratoria en menores de 12 meses cada año en la temporada de otoño-invierno.

Pero desde el año pasado, la vacuna nirsevimab, que tiene una eficacia del 80% en la prevención de ingresos, está cambiando el escenario. Autorizada el 31 octubre de 2022 por la Unión Europea, la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad aprobó su uso para la temporada 2023-2024 pese a las reticencias de algunas autonomías, que discrepaban sobre si todos los bebés tenían que recibirla o solo los menores de seis meses. Con el paso del tiempo, las dudas se han disipado y todos los menores de un año pueden tener acceso a este fármaco, que está financiado por la sanidad pública.

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«La vacuna ha supuesto una revolución. España ha sido uno de los tres países, junto con Francia y Estados Unidos, que han apostado por este compuesto y los resultados son enormemente positivos», resalta el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Jaime Jesús Pérez, que apunta a un objetivo para las próximas temporadas: «Llegar al 100% de vacunados». «Estamos viendo cómo funciona en el corto plazo para reducir ingresos hospitalarios y visitas a la atención primaria. Y pronto podremos ver si esta vacuna también ayuda a reducir el número de niños de tres o cuatro años que sufren asma y que evitaron el contagio cuando eran bebés», agrega Pérez.

De acuerdo a los documentos del Ministerio de Sanidad, la vacuna ha demostrado «un buen perfil de seguridad». Menos del 1% de los vacunados tiene algún efecto secundario y en ellos, las reacciones adversas más frecuentes son las locales en el lugar de inyección (dolor, enrojecimiento e hinchazón) y fiebre.

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Una vez extendida entre los bebés, el Ministerio de Sanidad planea ahora ampliar su uso, ya para las próximas campañas, a todas las mujeres embarazadas, aunque actualmente ya pueden adquirirlas en farmacia bajo prescripción privada. Además, la Unión Europea acaba de aprobar para su uso en mayores de 60 años (los adultos también padecen la enfermedad) mResvia, una vacuna contra el VRS que tiene la característica de utilizar ARN mensajero, la primera distinta de la covid-19 en utilizar esta tecnología.

La irrupción de la covid en 2020 representó un cambio radical en la vigilancia de los virus respiratorios. El hecho de que el coronavirus copara los contagios, el confinamiento y el uso de la mascarilla provocaron un desajuste que se dejó sentir en los años posteriores. Así, en el otoño de 2022, con las medidas de prevención ya reducidas y la vuelta a la normalidad en los colegios y en la calle, la bronquiolitis se convirtió en una epidemia entre los niños que estuvo a punto de provocar un colapso en las urgencias pediátricas, con un 40% más de casos que en una campaña normal.

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