Una joven descansa en su cama. R. C.

Ocho de cada diez jóvenes duermen pocas horas y mal

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La mayoría padece distintos grados de insomnio por problemas de salud o por malos hábitos, pero dos tercios, además, sacrifican horas de sueño cada noche para estirar su tiempo de ocio

Jueves, 7 de marzo 2024, 11:46

Un grupo de expertos acaba de concluir el primer estudio realizado en España para averiguar ¿cómo duermen los jóvenes? y la respuesta es mal o, incluso, muy mal. El trabajo, respaldado por la Sociedad Española de Neurología, por su homóloga del Sueño y por Fundación ... Mapfre, concluye que no llegan a una cuarta parte los chicos de 18 a 34 años que duermen bien y las horas suficientes –no menos de siete–, en parte porque una gran mayoría sufre distintos grados de insomnio por problemas de salud o malos hábitos de vida y en parte porque una cantidad también muy importante (61%) ha cogido la costumbre de sacrificar horas de sueño para asegurarse un tiempo de ocio extra por las noches.

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La falta de descanso es un problema, sobre todo entre los más jóvenes, con su cerebro aún en proceso de maduración, pero que tiene consecuencias negativas para todos. Las más reiteradas son el cansancio, el dolor de cabeza y la irritabilidad, pero también los fallos de concentración y de memoria, la somnolencia diurna, la escasa motivación y el descenso del rendimiento laboral o académico. Pero hay efectos mucho más peligrosos, como que hasta un 15% de los chicos achaque a la escasez de sueño haber tenido un accidente de tráfico.

Aunque solo un 13% de estos jóvenes cumpliría con los parámetros que permiten diagnosticar un trastorno de insomnio crónico, alguno de los síntomas de este problema de salud se detectan hasta en el 83% de las respuestas de los 3.405 chicos de todo el país que participaron en la investigación. Casi la mitad de ellos tienen dificultad para iniciar el sueño o se despiertan antes de lo deseado y más de un tercio se desvelan por la noche y normalmente ya no consiguen conciliar de nuevo el sueño.

Más de un tercio de estos jóvenes relatan problemas de salud mental o trastornos ya diagnosticados del sueño, con la ansiedad y la depresión como patologías graves más presentes, pero también con el estrés y el desánimo como males muy extendidos. A ellos se unen otros factores relevantes como los efectos secundarios de medicamentos, las enfermedades de todo tipo y el nada desdeñable 12% de consumo de alcohol y drogas, claros precursores del insomnio.

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El 83% tienen la perniciosa costumbre de utilizar pantallas electrónicas durante una hora antes de apagar la luz, lo que contribuye a que se desvelen

Pero junto a estos factores hay otro muy relevante, que explica hasta seis de cada diez casos de jóvenes que le roban prácticamente a diario horas al sueño para asegurarse por la noche un tiempo extra de ocio, se alargue lo que se alargue su jornada laboral o de estudio. Uno de cada tres de estos chicos sacrifica tanto tiempo de cama que acaba por dormir menos de las siete horas que son indispensables para dejar que el cuerpo y la mente se recuperen de la actividad diaria.

EL DATO

30%

son los españoles de 18 a 34 años que aún cumplen con el tradicional hábito hispano de la siesta. La gran mayoría, no obstante, solo lo hace en sus días libres. La mitad sestea de 15 a 45 minutos, pero otro 44% la alarga, lo que puede ser causa de insomnio posterior.

 

Los que más horas sacrifican por el ocio son los varones y los más jóvenes, los de 18 a 29 años. Suelen acostarse cerca de las doce de la noche en jornadas laborables y más próximos a las dos de la mañana en festivos o fines de semana.

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Entre quienes duermen mal buscándolo o sin buscarlo brilla especialmente un hábito pernicioso, que explica muchos de los problemas de sueño, como es la costumbre de dedicar las últimas horas del día a mirar o interactuar con pantallas electrónicas. Lo hacen más de ocho de cada diez jóvenes prácticamente todos los días, por un tiempo muy cercano a una hora y muchas veces en la propia cama.

¿Cómo dormir mejor?

El estudio también revela que bastantes chicos tienen costumbres para facilitar el sueño que provocan realmente el efecto contrario. Un 10% toma somníferos por prescripción médica, pero otro 15% usa ocasionalmente «remedios» de los que no precisan receta. Pero los peores son el 10% que toma alcohol o el 8% que fuma cannabis con igual fin, que solo consiguen desvelarse, o quienes hacen ejercicio posteriormente a las siete de la tarde.

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¿Cómo dormir mejor? Los consejos de los especialistas son claros. Para dormir entre 7 y 9 horas hay que hacerlo en horarios regulares, incluso en festivos, evitar cenas pesadas, alcohol, drogas, café, bebidas energéticas y tabaco, desconectarse de los aparatos electrónicos más de media hora antes de apagar la luz, realizar deporte regular y procurar una habitación silenciosa y a oscuras.

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