Una pareja de adolescentes charla en la calle. P. Blázquez

Una de cada siete adolescentes se siente controlada por su novio

Los chicos españoles coartan la libertad de sus parejas el doble que lo hacen ellas y las fuerzan el triple a realizar actos sexuales no deseados

Lunes, 4 de marzo 2024, 17:24

La violencia en las relaciones de pareja entre los adolescentes españoles no tiene el sesgo claramente machista que sí se detecta entre los adultos, cuando la víctima es casi siempre la mujer. Se producen comportamientos de control excesivos, agresiones físicas e incluso sexuales tanto por ... parte de novios como de novias, pero lo cierto es que, en el cómputo final, también la mayoría de quienes se consideran víctimas de esta violencia son chicas. Así lo indica una estudio del Observatorio Social de la Fundación La Caixa.

Publicidad

El trabajo, para el que cuatro investigadores de la Universidad de Barcelona entrevistaron a 4.000 estudiantes de 14 a 17 años, desvela que uno de cada siete adolescentes, el 13,6%, una proporción que se entiende muy elevada, confiesa haber sufrido algún tipo de violencia a manos de su pareja sentimental, estable u ocasional, durante el último año.

Pero con mucha diferencia, las víctimas principales de estas vejaciones y agresiones son ellas. Un 16,9% de las estudiantes describió agresiones más o menos graves, un 60% más que ellos, que vivieron esta violencia en sus carnes en un 10,5%.

La violencia de pareja más extendida a estas edades es la de control. La que se produce cuando uno de los novios se empeña en limitar la relación del otro con sus amistades, cuando trata de impedir que quede con otras personas o cuando rebusca información en el móvil de su pareja o incluso instala aplicaciones de monitorización para vigilar con quién habla, lo que hace cuando no están juntos y con quien lo hace.

Publicidad

Visión patriarcal

Una de cada siete chicas españolas tiene este grave problema. Hay el doble de víctimas que entre ellos, que solo un 7% confiesa haber sido controlado el año pasado. «Esta forma de violencia vinculada a las conductas de control está muy relacionada con una visión muy tradicional y patriarcal de lo que se supone que es el amor romántico, un modelo de relación en el que se interpreta el control como interés y respeto por la pareja», señala Noemí Pereda, coautora del estudio. «Sin embargo, en algunos casos esta conducta puede escalar a otras formas de violencia más graves, como la violencia física o la sexual, por lo que debemos incidir a través de la educación sobre estas concepciones dañinas de las relaciones y el amor que coartan la libertad de los jóvenes y los instan a seguir un modelo de violencia», puntualiza la experta.

De hecho, su trabajo revela que hasta el 6,6% de las adolescentes españolas aseguran que se han visto empujadas por su pareja o parejas del último año a realizar actos sexuales o a tener relaciones íntimas que no querían. La diferencias por sexo en este tipo de violencia son abismales. Solo el 2,1% de ellos dice haberse visto obligado a realizar estos actos indeseados, lo que supone menos de la tercera parte.

Publicidad

Los expertos piden que se enseñe a los jóvenes a diferenciar lo que puede ser un juego íntimo aceptable de un comportamiento violento

Donde al menos sobre el papel parece haber más víctimas adolescentes masculinas que femeninas es en los episodios de violencia física. Un 4,5% de ellos admiten haber recibido bofetadas, golpes o patadas de sus novias, mientras que las víctimas del mismo tipo de acciones violentas entre ellas serían el 3,6%.

No obstante, los autores advierten, tanto en estas respuestas como en las del segundo bloque de la investigación, el que cuantifica a quienes se describen a sí mismo como agresores de su pareja, que las mujeres tienen más predisposición a dar una respuesta sincera sobre su actitud en este tema (sean víctimas o agresoras) que sus compañeros, más lastrados por roles y prejuicios culturales y de género.

Publicidad

De hecho, entre quienes se confiesan controladores o autores de violencia física en la pareja, un 4,8% de los adolescentes, hay más porcentaje de chicas que de chicos. Pero incluso en confesiones tan sospechosas de déficit de sinceridad, son más los chicos de 14 a 17 años que admiten haber forzado a sus parejas para realizar actos o prácticas sexuales que no querían que las chicas. En concreto, el triple. Los expertos piden que se enseñe a los jóvenes «a establecer y mantener relaciones íntimas, así como a comprender los límites entre lo que puede considerase un juego aceptable y un comportamiento violento».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad