Estos son los síntomas del coronavirus en la segunda ola, diferentes a los de la primera

El coronavirus se ha manifestado de diferentes formas desde que, a finales de 2019, se conocieran los primeros casos, pero pudieron identificarse algunos síntomas comunes. Sin embargo, en la segunda ola se ha expresado de distinta manera, con síntomas que no se apreciaron durante la pasada primavera, en la que sí se observaron algunos efectos que ahora, en cambio, apenas se detectan.

La tos, la fiebre y el cansancio se identificaron como síntomas comunes en pacientes con Covid-19, a los que se añaden la disnea y la sensación de falta de aire. De forma menos frecuente aparecen dolores -especialmente, en articulaciones-, congestión nasal, dolor de cabeza, conjuntivitis, dolor de garganta, diarrea, pérdida del gusto y el olfato, erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de manos y pies, como recoge la web de la Organización Mundial de la Salud. El Ministerio de Sanidad, no obstante, añadió en un documento actualizado el pasado 2 de octubre los escalofríos, dolor de garganta, dolor muscular, debilidad general y vómitos como síntomas presentes en algunos casos.

Han desaparecido en esta segunda ola las lesiones cutáneas identificadas durante la pasada primavera, como apuntan los dermatólogos. Además, el Ministerio de Sanidad recoge en su último informe técnico otros síntomas relacionados con distintos órganos y sistemas, como mareo, alteración del nivel de conciencia, accidente cerebrovascular, ataxia, epilepsia y neuralgia, así como el síndrome de Guillain-Barré, en algunos casos.

También se detectó en una serie de 534 pacientes confirmados en Wuhan síntomas oftalmológicos como la sequedad del ojo, la visión borrosa o la congestión conjuntival. Los síntomas otorrinolaringológicos más frecuentes son el dolor facial, la obstrucción nasal y la disfunción tanto del olfato como del gusto, mientras, por último, que se manifiesta una mayor incidencia de fenómenos trombóticos asociados a la Covid-19, como el infarto cerebral, la isquemia cardiaca, la muerte súbita o la trombosis venosa profunda.