La ITV advierte de los neumáticos necesarios para pasar la revisión

Por norma, se evalúan cuatro aspectos principales. El primero, que no presenten desgaste excesivo en la banda de rodadura, el segundo que estén correctamente alineados. El tercero, que la rueda no esté en peligro de sufrir deformaciones o desperfectos que afecten la seguridad de la conducción. Por último, los técnicos de la ITV están atentos a que los neumáticos instalados coincidan con los indicados por el fabricante. Es decir, que el coche tenga la equivalencia de neumáticos correcta.

Pero ¿qué es la equivalencia en neumáticos? Básicamente, se refiere a que la talla o dimensiones de cada neumático coincida con lo indicado por el fabricante. Esta equivalencia la cumplen claramente, los neumáticos diseñados por el fabricante, pero también los neumáticos equivalentes. Estos últimos son mucho más económicos y tienen la misma función, garantizar el rendimiento óptimo del vehículo y evitar riesgos en la conducción.

En España, son pocos los usuarios que conocen este tipo de neumáticos y siempre se decantan por comprar el de la marca fabricante. No obstante, los equivalentes son un tipo de neumático igual de seguro que, si cumple con todas las especificaciones, te ayudará a pasar sin problemas tu ITV. Las condiciones que debe cumplir son: el índice de carga y código de velocidad del neumático debe ser igual o superior al homologado. De igual manera, los neumáticos deben tener el mismo diámetro exterior, con una tolerancia del 3%. Finalmente, el perfil de la llanta debe ser igual y el ancho de la vía del coche no puede ser diferente, con una tolerancia máxima de 30 milímetros.