Monsanto es una de las empresas con peor reputación.

Monsanto patenta una rosa que no se marchita

La compañía trata de lavar su mala imagen después de rechazar a la alemana Bayer

josé a. gonzález

Martes, 31 de mayo 2016, 16:11

La biotecnológica Monsanto quiere lavar su imagen con la creación de rosas que no se marchitan, después de las críticas recibidas en el pasado por manipular genéticamente semillas y que ha supuesto más de un problema para la venta de la norteamericana a la gigante teutona Bayer.

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La gran mayoría del maíz y la soja que se consumen en Estados Unidos y Canadá es transgénica, vendidas bajo la firma de Monsanto. La compañía con sede en Misuri altera gracias a la ingeniería genética semillas para hacerlos más resistentes a plagas y sequías.

Trabajo que ha llegado con miles de críticas por el miedo a estos productos provoquen reacciones alérgicas o enfermedades derivadas de su consumo. Sin embargo, varios informes, publicados coincidiendo con la oferta de la germana Bayer, rechazan que los organismos genéticamente modificados (OGM) sean peligrosos para la salud.

Para acallar las críticas sobre sus prácticas, la multinacional estadounidense ha registrado una patente para acabar con las flores marchitas con la aplicación de su programa BioDirect, basado en la modificación temporal de genes.

Monsanto trata de crear la crema 'anti-edad' de las flores, las pruebas después de dos semanas en un jarrón han sido de "apertura ideal", "pétalos ligeramente enrollados" o "totalmente desecada".

Así lo explica la empresa de San Luis en su patente registrada en Estados Unidos. ¿La fórmula secreta? Bloquear la "hormona del envejecimiento" al rociar el agua del jarrón con ARN preparado para bloquear la producción de etileno.

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Como consecuencia de la emisión de este gas inodoro, las flores cortadas aceleran su proceso de marchitamiento. Para bloquear esta producción, los científicos Jill Deikman y Nicholas Wagner llevan varios años trabajando en la creación de un espray de ARN que "silencia temporalmente la actividad de cualquier gen a través de un proceso natural", señala Monsanto.

La biotecnológica no es la única empresa que trabaja en el desarrollo de esprays genéticos. Otras grandes empresas de biotecnología agrícola, incluidas Bayer y Syngenta, también investigan esta tecnología.

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Silencio genético

Pero el uso de este producto tampoco ha acabado con las críticas a Monsanto. Un estudio de Jack Heinemann, profesor de la Universidad de Canterbury, señala que silenciamiento del ARN provocado por estos productos están alterando las características nutricionales de los cultivos, y pueden dar lugar a cambios significativos en la forma en que la glucosa y los hidratos de carbono se almacenan en el cuerpo humano.

Al menos los inversores podrán mantener en su esplendor las flores de la fiesta de venta a Bayer después de que los directivos de la estadounidense rechazaran la pasada semana la oferta por 55.200 millones de dólares. Si su solución 'anti-edad' funciona, los pétalos aún estarán relucientes para un nuevo intento germano.

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