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Ad líbitum

JAVIER PEREDA PEREDA

Jurista

Recuerdo como si ayer fuera la impronta que me causó el profesor Andrés Ollero. Para empezar, los exámenes se celebraban por sorpresa, para fomentar la asistencia a las clases, y se podía utilizar el libro y los apuntes para hacernos pensar y argumentar