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Rubi se desgañita en la banda llamando la atención a sus jugadores. Agencia Lof
El Almería, un 'cajón' camino al 'desastre'
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El Almería, un 'cajón' camino al 'desastre'

Rubi pone énfasis en «encajar tan pronto otra vez cuando no habíamos tenido situaciones de peligro» y en que «el equipo ha quedado demasiado chafado a partir del 2-1»

Juanjo Aguilera

Almería

Sábado, 22 de marzo 2025, 10:51

El partido se vivió como un 'cajón de sastre', donde cada jugador mostró su estilo individual sin una línea clara de juego, lo que terminó en un verdadero 'cajón desastre'. Las jugadas improvisadas y la falta de coordinación se notaron en cada minuto, evidenciando que, a pesar de la diversidad de ideas, la unidad en el campo fue inexistente.

El Almería no es un equipo compacto y esa carencia se refleja en la dispersión táctica y la desorganización general. Además, la intensidad necesaria para dominar al rival simplemente faltó, lo que se tradujo en una serie de decisiones desconectadas y poco efectivas. El conjunto se mostró desestructurado, incapaz de consolidar un plan de juego coherente.

El desenlace del partido también tiene su parte en la historia reciente. El equipo siempre se parte en los momentos cruciales y ha ganado sólo uno de los últimos nueve partidos. Este desequilibrio, tanto en el rendimiento individual como colectivo, refuerza la idea de que la mezcla caótica de talentos sin un rumbo claro es la causa principal del mal resultado obtenido en el campo.

Frágil

La fragilidad del Almería lejos de casa volvió a manifestarse en Burgos, donde el equipo de Rubi encajó una nueva derrota que prolonga la sensación de estancamiento a domicilio. Más allá del resultado, lo que preocupa al técnico es la repetición de un patrón que ya se ha convertido en una constante. «Yo, sobre todo, las malas sensaciones en dos facetas. Una, encajar tan pronto otra vez cuando no habíamos tenido situaciones de peligro en ningún momento, ésta es dura. Y luego, a partir del 2-1, que creo que quizás el equipo ha quedado demasiado chafado hasta el 2-1, creo que el equipo ha hecho un partido más que correcto, en un campo complicadísimo», expuso el entrenador rojiblanco.

El desarrollo del encuentro evidenció una vez más la fragilidad defensiva del equipo, un problema recurrente que penaliza en exceso cada error cometido. La falta de contundencia y la dificultad para reponerse a los golpes han marcado la trayectoria reciente del Almería. «Es verdad que en el segundo gol hace una jugada muy bonita de ellos, preparada, de falta, pero creo que en menos ocasiones no se nos pueden hacer. Nos ha faltado efectividad, sobre todo en el inicio de la segunda parte, para ponernos por delante», reflexionó Rubi.

A esta preocupación se suma la capacidad del rival para aprovechar sus pocas oportunidades. Un tiro, un gol. Un segundo error, una nueva estocada. Una eficacia letal a la que el Almería no sabe responder con la misma contundencia. «El equipo recibe muy pocos disparos, pero encaja muchos goles», admitió el técnico. Las estadísticas reflejan un problema que no es nuevo, pero al que aún no se le ha encontrado solución. «Si analizas los últimos partidos y miras las estadísticas, te lo dice. Pero lo que sí que hemos hablado con el equipo desde dentro es que no vamos a tirar la toalla, vamos a seguir empujando y vamos a intentar forzar al máximo la situación», insistió.

El manejo de los tiempos

El Burgos, con un planteamiento práctico y con el apoyo de su público, supo manejar los tiempos y exponer a un Almería que volvió a mostrar signos de debilidad psicológica. «Cada uno juega a sus armas. Hay que felicitar, insisto, a nuestro rival. Han estado muy bien apoyados por su público y la lectura del partido es la que te hago. Es decir, creo que en la primera parte ha habido un tiro, un gol. Un tiro, un gol. Es lo que hay. Esto es el fútbol, ojo», analizó Rubi. «Y luego nos ha faltado, con la buena salida que hemos tenido en la segunda parte, poder avanzarnos. Y sí que les recrimino al equipo, sobre todo que con el 2-1 ha bajado un poco... Pues quedaba mucho partido y hay que seguir forzando para intentar empatar».

Uno de los momentos clave del partido llegó con el segundo gol del Burgos, un tanto que el técnico analizó con resignación y sentido crítico. «Hay una parte de mérito, sin duda, del rival, porque de ahí estás esperando que hagan una jugada de tiro directo o a veces desde ahí se trabaja un centro al segundo palo. Creo que ha sido Fer Niño que ha redondeado muy bien, le ha ganado la posición y luego ha sido capaz de soltar un disparo bastante fuerte. Y nada, repito, obviamente ahí nos ha faltado algo de contundencia, nos ha sorprendido la jugada, pero también yo creo que en estas situaciones hay una parte que también es mérito de la preparación del rival».

Los maties

A pesar de las derrotas acumuladas, Rubi se muestra firme en su convicción de que el equipo no bajará los brazos. El desgaste de una temporada complicada se refleja en los rostros y en la clasificación, pero la entrega debe mantenerse intacta. «No la vamos a entregar, es lo primero que te he dicho. Hemos hablado con los futbolistas, obviamente tenemos cosas a decirnos, a recriminarnos, pero también creo que, repito, tú ves partidos del Burgos aquí en casa y hay equipos que no hacen casi ni ocasiones de gol. Nosotros hemos tenido las nuestras, nos ha costado fabricarlas, y te repito que para mí el discurso negativo, aparte obviamente que siempre es perder, es los dos matices que te he dado. Nos hemos juntado, hemos hablado y vamos a pelear hasta el final».

Con la mente puesta en el próximo partido contra el Levante, Rubi quiere transmitir un mensaje de resistencia a la afición. «A ver, no nos vamos a engañar, nos hemos atascado sobre todo fuera de casa, llevamos ya tiempo que no ganamos fuera de casa y nos hemos atascado. Sabemos que son partidos que son muy complejos porque hay mucha igualdad y el rival juega sus armas y nos está costando sacar esos partidos, pero yo no creo que haya falta de confianza, te lo digo. En el vestuario no hay falta de confianza, venimos de hacer un gran partido contra el Zaragoza y hoy sabíamos que era un partido de mucha brega, de mucha lucha, el equipo ha luchado, el equipo ha peleado, pero es verdad que se le puede recriminar sobre todo que en los últimos 25 minutos no te tienes que quedar tan hundido porque te marquen un gol».

Nada de desaliento

Con diez partidos por delante y 30 puntos en juego, el técnico quiere evitar que el desaliento se apodere del equipo y de su entorno. «Quizás lo duro es porque estabas tú cerca de marcar, veías que el rival desde la jugada del gol no te había hecho ni una situación y entonces te pesa un poco más, porque no te han estado avisando en situaciones de gol que va a llegar el gol de ellos. Pero igualmente hay que superarlo porque esto es fútbol profesional, es decir, los golpes vienen como vienen y bueno, repito, estamos muy fastidiados porque no conseguimos ganar fuera de casa, pero estoy seguro que contra el Levante se volverá a ver un buen Almería en casa».

Un mensaje de fe en un momento en el que las dudas son muchas. El Almería no puede permitirse claudicar, porque la lucha por la salvación no entiende de lamentos ni de resignaciones.

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