El azar tiene muy mala leche y muchas ganas de broma y el Almería siempre, desde que se fundó, ha flirteado con el destino. La UDA debería tener la palabra sufrimiento inscrita en su escudo porque es una seña de identidad, más incluso que la frase que rezaba en el túnel de vestuarios, entre éstos y la salida a la luz. Y, aunque los presagios eran 'certeros' y aseguraban que la permanencia era el destino, el viaje nunca es placentero. El Almería 'sacó' el billete, pagó antes de tiempo, incluso, pero ya saben cómo están las comunicaciones en Almería, que llegado el día 'pinchó' el tren y hay que esperar al último, para el que se ha ganado plaza, pero habrá que esperar a que las vías permitan el viaje.
Publicidad
El Almería ha sido mejor que un Real Valladolid timorato, que ha jugado a basar su destino a jugárselo en casa la semana que viene y se encontró con un Masip que lo paró todo y, cuando no, fue el palo. La primera parte fue indálica, con ocasiones para haberse ido al descanso con ventaja. Las bandas, con Lázaro por la derecha y Embarba por la izquierda, eran una autopista; Samú Costa era dueño del centro del campo con Gonzalo Melero ayudando, y Sousa, de boya, manejaba de espaldas a portería, pero faltó acierto. El Valladolid no era capaz de meter balones para Larin y desistía en la pelea. Las tablas no eran justas, pero eran como el destino. No se puede cambiar.
UD Almería:
Fernando Martínez; Alejandro Pozo, Rodrigo Ely, Srdjan Babic, Álex Centelles (Sergio Akieme, m. 87); Lucas Robertone, Samú Costa; Lázaro Vinicius, Gonzalo Melero (Francisco Portillo, m. 77), Adrián Embarba (Largie Ramazani, m. 67), y Dyego Sousa (El Bilal Touré, m. 77).
0
-
0
Real Valladolild:
Jordi Masip; Iván Fresneda (Rosa, m. 72), Javi Sánchez, Martin Hongla, Lucas Ozala; Óscar Plano (Kike, m. 72), Roque Mesa (Kenedy, m. 64), Álvaro Aguado (David Torres, m. 64); Gonzalo Plata, Cyle Larin y Darwin Machis (Monchu, m. 57).
Árbitro: Alberola Rojas, castellano-manchego, auxiliado en el VAR por el aragonés Jaime Latre. Amonestó a Álvaro Aguado (m. 69), Gonzalo Plata (m. 88), Hongla (m. 91) y Monchu (m. 95), del Real Valladolid.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo séptima jornada de Primera División, Liga Santander, disputado en el Power Horse Stadium, con 14.608 espectadores. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio por los abonados fallecidos en los últimos meses.
En la segunda parte, lo intentó de salida, con un Valladolid que salió como en la primera parte, a buscar por si caía la 'breva'. El Almería se creció, tuvo las suyas. Sousa y Lázaro avisaron antes de que el propio Lázaro, en una gran acción de un Gonzalo Melero al que le faltó confianza para disparar, mandó el balón al palo y metió miedo al Pucela. La salida del madrileño pudo ser clave, el Valladolid vio la vida, creció y tuvo las suyas con dos paradas de las que suele firmar Fernando Martínez. Hubiese sido igual, en Cornellá hay que ir a sufrir. ¿Alguien lo dudaba? Es el destino, que le gusta bromear, sobre todo con el Almería.
El Almería tardó poco en mostrarse, a arrinconar al Real Valladolid y a acercarse al área pucelana, con llegadas claras de los rojiblancos, sin acierto en la finalización, con Dyego Sousa como jugador 'diferente'. De este modo, el Valladolid, que presionó en el primer minuto la salida de balón indálica, fue perdiendo el sitio para ser los balones a los espacios su forma de estar presente en el duelo. El Almería era dueño del balón, controlándolo y empujando a los pucelanos a su parcela.
El conjunto de Pezzolano trató de salir, lo hizo siempre con acciones en largo, pero bien controladas por la UD Almería en tareas defensivas y saliendo con buen control de balón. El cuadro pucelano con Clyde Larin como referencia, montó una línea de cuatro por detrás para tratar de coger las 'caídas'. Sin embargo, las mejores acciones de ataque eran indálicas, con acierto por los carriles y Dyego Sousa haciendo un gran trabajo de ariete puro ante un Real Valladolid con problemas en ataque.
Publicidad
En el 24, Lázaro firmó la primera en una acción en la que el brasileño disparó a las manos de Masip, protagonista en la mejor opción de ataque de la UDA, en el 31. La acción fue consecuencia de una salida de balón rápida, con Gonzalo Melero conduciendo y viendo a Lázaro Vinicius aparecer por la derecha para que asistiera a Dyego Sousa, plantado ante Masip, que salvó la acción, evitando la victoria momentánea de los rojiblancos.
Al Valladolid le costó tener el balón con dificultades para ganar metros y sin encontrar a Larin cayendo en fuera de juego en continuas ocasiones. El Almería, apareciendo por los costados con Lázaro Vinicius y un 'puñal' como Adrián Embarba estuvo siempre pisando zona de peligro. En el 37, llegó la segunda ocasión de gol para los indálicos, con una falta lanzada por Robertone que remató de cabeza Lázaro Vinicius y la mano de Masip se encargó de que no entrara, el despeje le cayó a Rodrigo Ely acabó con disparo por encima del larguero.
Publicidad
Embarba y Samú Costa firmaron las dos últimas ocasiones de la primera parte, en la que buscó la victoria. Adrián Embarba, en un disparo desde la izquierda en el 42, la mandó buscando la escuadra contraria, pero el balón se marchó fuera, como el posterior, en el 45, de Samú Costa en un disparo envenenado con el que se llegó al final del partido.
La segunda parte fue puro rock and roll porque los dos equipos buscaron la portería contraria. Pudo marcar el Almería en la primera acción de la segunda parte con un zurdazo de Centelles, como cuando marcó frente al Athletic, que Masip se encargó de detener. En el 47 fue Dyego Sousa el que firmó la acción tras un control con el pecho que defendió bien Javi Sánchez. En esa fase de ida y vuelta, Machis tuvo el gol del Valladolid en una acción por banda izquierda en la que Fernando, atento, evitó el gol de los pucelanos, en el 49, con disparo de Larin que atajó el meta rojiblanco.
Publicidad
El Almería también apareció. Lo hizo en el 53, en una gran acción de ataque. Una transición ofensiva estelar en la que Dyego Sousa asistió a Lázaro Vinicius para ponerla al palo izquierdo de la meta de Masip, dando pie al carrusel de cambios, con un Valladolid tratando de jugar lo menos posible, con el permiso de Alberola Rojas y el partido pasó a correr por el centro del campo, sólo metido arriba por la UD Almería, que lo intentó por los costados, pero sin que el balón encontrara portería. La
En los últimos minutos, con El Bilal ya en el terreno de juego, faltó conexión con el maliense. El Valladolid se acercó, Kenedy, en el 82, la tuvo, pero su disparo se marchó por encima del larguero, con los pucelanos empujando, en esa fase, para tratar de ganar el partido. En el 91, el que la tuvo fue Lázaro, pero su disparo no encontró portería y el Almería se quedó sin premio. Habrá que seguir luchando. Son las cosas del destino, el cruel destino, que no permite al Almería acabar una temporada tranquilo.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.