Al Almería le falta fluidez para superar a un gran Villarreal

Dicen que la creatividad viene de un conflicto de ideas. En el 'cerebro' de la UDA no hizo falta ni 'fuerza pública', ni siquiera una tirita para curar la disputa entre quienes pensaban de un modo o lo hacían de otro. El Almería fue un equipo con 'encefalograma plano' para tratar de controlar un partido que siempre estuvo controlado por el enemigo, un Villarreal que maldijo el infortunio en la primera parte, en la que pudo irse al descanso con ventaja y que se encontró con Fernando, primero, y con el atino en contra, después. Y quien diga que el fútbol es un deporte de locos lo corroboraría después en una segunda parte de ida y vuelta, en la que pudo adelantarse o caer y, la 'cordura' del juego, dio la razón a lo segundo. Cuando más cerca tenía para incomodar al equipo de Setién, el movimiento del cántabro quitó de un golpe la ilusión indálica y Gerard Moreno se reencontró con el gol para bajar de la nube a aquella UDA que se subió a ella pasada semana ganando al Barça.

El Almería no perdió sólo por el gol de Gerard Moreno o por el postrero de José Luis Morales. Lo hizo por ser presa de la falta de ideas, primero para protestar las intenciones, llevadas a cabo, del Villarreal de 'arrinconar' a los rojiblancos, en 'inferioridad numérica' donde se crea el fútbol -en el centro del campo-, y sin atino donde se 'mata el fútbol' -en la zona de ataque-, pero es el sino de este deporte. Si sacas pecho -aunque la UDA no lo hiciera-, siempre hay alguien dispuesto a partírtelo y tener que empezar de nuevo, porque toca eso, mirar al frente, con cautela, y seguir peleando. No hay otro camino para lograr los objetivos. Hasta los grandes lo hacen, así que también los humildes tienen esa obligación y el Almería es un equipo humilde.

El partido se inició con el Villarreal conduciendo y tratando de sacar el balón desde atrás con comodidad. Tuvo la primera, pero la clara la firmó Baptistao, en el 3, con un remate a centro de Adrián Embarba que se marchó fuera por muy poco, aunque el rojiblanco estaba en posición adelantada. El Almería trató de plantear con presión en bloque medio-bajo saliendo en velocidad a la contra. De todas formas, con dificultad en la transición. Esta no la tuvo el cuadro castellonense que, en el minuto 7, estuvo a centímetros del gol con un disparo de Ramón Terrats que Fernando atajó casi sobre la misma línea de gol.

El partido tuvo ritmo desde el inicio, con llegadas para ambos equipos. La última firmada por José Luis Morales que, perpendicular a la meta de Fernando Martínez, disparó por encima del larguero, con el Villarreal tratando de tocar en propio campo con la intención de esperar que la UDA se desenganchara en defensa. En ataque, al cuadro almeriense le faltó acierto en el último pase y al castellonense encontrar espacios, lo que hizo que el equipo de Setién se mostrara incómodo. Sí es cierto que mediada la primera parte, el cuadro 'groguet' metió hombres arriba para, con la acumulación, meter 'incertidumbre' con las posibles llegadas.

De todas formas, el Almería no fue capaz de generar ocasiones claras, por la falta de conexión en ataque, ante un Villarreal viviendo cómodamente en la zona de creación, cerca del área rojiblanca, moviendo al Almería y encontrando huecos, como el que tuvo Samu Chukwueze, en el 31, tras un gran pase de Álex Baena, con la defensa indálica basculada hacia la banda derecha y el brasileño apareciendo por la banda contraria. El disparo, por fortuna para la UDA, acabó fuera por cruzar el balón en exceso. El Villarreal dio un paso al frente a la par que el Almería, por obligación, lo dio atrás, con déficit indálico en el centro del campo.

Por eso, de inicio en la segunda parte, Rubi optó por dar entrada a Samú Costa en lugar de Adrián Embarba para convertir el partido en uno de ida y vuelta y proponer un centro del campo más equilibrado. Salió mejor la UDA que puso la línea de presión más adelantada y que firmó, en el 48, la primera acción de los indálicos en un balón de El Bilal Touré sobre Luis Suárez que acabó con disparo del cafetero, cortado de forma providencial por Raúl Albiol. En esas, en el 51, la intervención de Diego Mariño evitó que el buen pase del roquetero Álex Baena lo aprovechara Yéremy Pino al encarar al gallego, que entró en sustitución de Fernando Martínez. Mariño tocó lo suficiente para que el balón se marchara a córner y no dirección a la portería indálica.

El Villarreal adelantó líneas, buscando la portería indálica, pero sin encontrarla, con el Almería tratando de sacar el balón en velocidad. El Bilal Touré lo intentó en un par de veces, pero el conjunto castellonense fue el que estuvo más cerca, en el minuto 61, pero José Luis Morales volvió a encontrarse con Diego Mariño por dos ocasiones, con la segunda marchándose por la línea de fondo. No contento con la propuesta, Rubi liberó a El Bilal, tras dar entrada a Ramazani por Luis Suárez. Samú Costa, en el 70, estuvo cerca, tras un buen control de balón, pero el portugués le pegó mordido al balón y la ocasión se esfumó.

Con los dos equipos buscando la victoria, el que la encontró fue el Villarreal. Setién había dado entrada a Capoue y Gerard Moreno para acabar el partido del mismo modo como empezó el del lunes y el delantero amarillo aprovechó una indecisión en la zaga indálica para, tras el servicio de Samu Chukwueze, mandar el balón al fondo de las mallas rojiblancas para dejar sentenciado un partido que obliga a la UDA a pensar lo que se sabía y que no es otra cosa que permanecer en Primera no permite 'paréntesis' en el trabajo.

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