UD Almería, es malo sufrir, pero muy bueno haber sufrido

No haber conseguido los tres puntos ante el Huesca puede haber dejado una sensación de frustración, pero también representa una oportunidad para el Almería de corregir errores y afrontar este próximo partido con mayor determinación. La falta de efectividad en el último encuentro debe servir como un aprendizaje para mejorar de cara al enfrentamiento con el Albacete, donde será clave mantener la concentración y aprovechar las oportunidades de gol.

El equipo debe transformar la presión en motivación y demostrar que el empate anterior fue sólo un tropiezo en su camino hacia los objetivos de la temporada. Siempre se ha dicho, en deporte, que haber afrontado un partido ante un rival exigente supone un paso al frente en el crecimiento. Esto saca a relucir esa frase de San Agustín pronunciada no hace muchos años por Tony Nadal sobre Rafa Nadal que asegura que malo es sufrir, pero bueno haber sufrido.

Aprendizaje

El Almería va a Albacete con la lección bien aprendida por lo reciente, pero también por el pasado del que el cuadro manchego es testigo y hasta un ejemplo. El equipo de Alberto González le dio un buen repaso a la UDA en la ida que, por fortuna para los indálicos, no tuvo reflejo en el marcador gracias a un gran Fernando Martínez, que jugaba su segundo partido consecutivo tras 'debutar' una semana antes en La Romareda.

La actuación del capitán rojiblanco fue primordial para sacar adelante aquella cita en la que sus intervenciones en el tramo final de la primera parte pusieron freno al ímpetu de los manchegos que, de haber marcado, hubiese sido como consecuencia de su propuesta.

De todas formas, aquel Almería difiere un tanto del actual. Aquel concedía más en defensa que el actual. Aquel encajaba más de un gol por jornada y el de ahora concede bastante menos, lo que supone un motivo de esperanza en lo que a ser sólido y equilibrado se refiere.

Versatilidad

Lo que queda claro es que la cabeza de Rubi esconde tantas variantes como alineaciones pueden presentarse cuando hay una plantilla que, aunque corta, tiene versatilidad y jugadores con diferentes perfiles. Quizás sean fijos esta tarde los de atrás. Luis Maximiano, que lleva dos porterías a cero en Liga, apunta a estar bajo palos.

Por delante aparece Marc Pubill como fijo en el lateral diestro, con Chumi y Édgar González en el centro de la zaga. El gallego y el barcelonés conforman una dupla que ha ganado en consistencia y en propuesta. El lateral izquierdo es una moneda al aire. Bruno Langa ha sido titular en los dos últimos compromisos ligueros y Álex Centelles jugó el partido de Copa del Rey frente al Leganés y podría volver a la titularidad.

Más efectivos

Rubi ha mejorado en número de efectivos en el centro del campo, lo que permite más bazas. Recuperado Lucas Robertone, no parece que sea suficiente para que ocupe puesto como titular en la zona ancha. Ésta tiene en Dion Lopy y Gonzalo Melero a dos jugadores titularísimos, aunque el 'ordenador de a bordo' del vilarense impide certeza absoluta. El argentino y Rubén Quintanilla estarán para una 'emergencia' o alguna modificación que permita cambiar o dormir el partido.

Lo que sí parece seguro es que Luis Suárez será la punta de ataque. El cafetero retorna después de un inoportuno pero merecido descanso y si está disponible es un atrevimiento no ponerle de inicio. Las dudas son si lo hará con Leo Baptistao o podría aparecer cualquiera de las otras bazas de nivel que tiene el equipo, con Sergio Arribas y Nico Melamed. Alejandro Pozo está de 'dulce', habiendo encontrado el equilibrio emocional y deportivo para ser un fijo por delante de Pubill, en esa opción de tener un doble lateral.

Para la izquierda fue Melamed el encargado de aparecer en la ida, pero también podría aparecer Arnau Puigmal por esa zona. Si Leo Baptistao acompaña a Luis Suárez arriba, el citado Melamed y Sergio Arribas también entran en esa 'ruleta' en la que solamente el cuerpo técnico rojiblanco sabe el número y el color de la elección.

Bajas y elecciones

El Albacete no tiene peligro de entrar en descenso esta jornada, pero si no se dan las cosas podría padecer los excesos de esa posición en los bajos fondos de la categoría en breve, pese a la ventaja de siete puntos sobre las plazas de zozobra clasificatoria. Sin embargo es un equipo complicado que ha sumado empates en los últimos cuatro partidos. Acudiendo a los resultados de los últimos tiempos, estos demuestran que no gana con facilidad, pero que tampoco le ganan –Levante, Racing de Santander y Éibar no lograron hacerle torcer el brazo–, con, además, siete de los ocho últimos compromisos sin haber encajado derrotas.

Alberto González, que dirigió al Poli El Ejido, hizo un buen final de temporada con el equipo del Carlos Belmonte para salvarlo y renovar. Hoy tiene sensibles bajas, pero no menos que para igualar en Éibar. Importantes son las de Alberto Quiles, que se ha ido a China; Jaume Costa, Ale Meléndez y Lazo, aunque la buena noticia es que podrá recuperar a Lalo en defensa tras cumplir en Eibar su partido de sanción. También Higinio es duda.

El técnico del equipo manchego apuntó el jueves que probablemente mantendrá la línea defensiva que sacó un punto de Ipurua. Y, con ello, daría continuidad a esta inusual decisión por la cual Agus Medina seguría jugando en el flanco defensivo. Con ello, el mediocampo lo podrían ocupar Riki y Pacheco. Algo que, a priori, se presenta como una ocasión atractiva para disfrutar de la asociación de futbolistas de enorme talento que tratarán de poner en aprietos a una UDAlmería que no quiere sufrir, eso sí, tras haber sufrido.