Del mismo modo que perder acarrea derrotas, a ganar se aprende ganando. La UDAlmería B vista hoy, desde las cuatro de la tarde, al Cádiz Mirandilla, en el Ramón Blanco. El equipo rojiblanco, invicto a domicilio, visita a un rival que está acostumbrado a perder, metido de 'lleno' de una dinámica inquietante que concede opciones de triunfo a los rojiblancos, pero con éstos dudando de los números del filial cadista, pese a que su puesto 'perenne' en el grupo es el de 'farolillo rojo'. Sin embargo, tiene en su curriculum dos victorias, una de ellas de importancia, conseguida ante un exmilitante en Primera RFEF la pasada temporada, como el Linares Deportivo, que fue el primer equipo en derrotar a los indálicos en el presente campeonato de Liga, en el Anexo del UDAlmería Stadium.
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Caer en la autocomplacencia puede ser un grave problema para los de Alberto Lasarte, sobre todo por mirar unos números que no deben mirarse ni de lejos. La UDAlmería B está invicta lejos de casa, con tres victorias y cuatro empates, que le hacen ser un equipo 'temible' a domicilio.
Todo en contra
Enfrente se va a encontrar a un rival cuyas únicas victorias –dos– las ha conseguido en casa, pero débil en aspectos tan fundamentales como mantener su portería a cero o ver portería rival. En el primero de los casos, el Cádiz Mirandilla de 'Rubio' no ha logrado mantener su puerta imbatida en ninguno de los quince partidos disputados, mientras que se reparte, a partes iguales entre casa y fuera, los diez partidos sin conseguir celebrar un gol.
Sí es cierto que en casa es donde más 'seguro' se encuentra, ganando al Orihuela (2-1) y al Linares Deportivo (2-1), además recientemente porque fue en el penúltimo partido disputado en el Ramón Blanco, donde ha perdido cinco de los siete encuentros celebrados, en los que no logró anotar un gol. Poco marcador –sólo lleva nueve goles, de los que cuatro son en casa–, encaja demasiado –30 goles, de los que 12 son en sus envites en casa–.
La confianza justa
Está claro que el equipo rojiblanco llega sabiendo lo que podría pasar si el equipo 'se infecta' de esas malas sensaciones del rival. Lo cierto es que los de Alberto Lasarte quieren 'anclarse' a la zona de playoff, en la que figura como cuarto clasificado y lo hacen conscientes de que los partidos no se ganan en el autobús y sí sobre el terreno de juego.
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Aunque en casa no terminan de cuajar –el pasado domingo sufrieron, ante el Juventud de Torremolinos, su cuarta derrota en el Anexo–, a domicilio se muestra sólido, haciendo gala de un estilo que le dio muchos éxitos el curso pasado como consecuencia de su velocidad a la contra que tantos éxitos les ha dado.
Alberto Lasarte 'confía' en recuperar futbolistas para la cita de hoy. El primero y seguro es Nacho Vila, que seguramente aparezca en la banda izquierda. El hecho también de que primer equipo jugara el viernes abre la puerta a quienes trabajan en dinámica de grupo a las órdenes de Rubi, lo que amplía la presencia de buenos futbolistas para que el técnico los pueda utilizar en un partido que se disputará desde las cuatro de la tarde, con el arbitraje del madrileño Raúl de la Mata Martínez, que debutó el pasado año en Segunda RFEF.
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