El Almería saca un empate por orgullo que ilusiona

La necesidad a veces depara partidos como el visto en el Power Horse Stadium. En ese escenario se medían dos equipos que llegaban obligados, con la 'muerte' pisando los talones a los indálicos y el barco hacia la Champions partiendo sin que los atléticos hubiesen sacado billete para ocupar plaza en dicho viaje de 'placer'. Entre la necesidad y la obligación salió un partido redondo para el espectador –sobre todo el indálico–, que comenzó lamentado el gol de Correa –lo marca él, pero el mérito es tanto de la UDAlmería como de Griezmann–, para soñar, tras el gol de El Bilal Touré y el subidón de las paradas de Fernando Martínez.

Así, en la primera parte, el conjunto de Pablo Simeone manejó bien en el inicio la situación, marcando pronto por medio de Correa en gran acción sin balón de Griezmann, pero el malí El Bilal Touré igualó con un gran cabezazo antes del descanso. En la segunda parte tuvo más peso el juego atlético, que pudo dar el jaque mate, sobre todo con dos acciones de Álvaro Morata, pero Fernando Martínez evitó el que hubiese sido el gol del triunfo para los madrileños con dos grandes intervenciones para firmar un punto que da sabor triunfo.

Jugó con valentía y personalidad la UD Almería en el inicio del duelo, con el Atlético llegando primero, pero no conectando Nahuel Molina con el pase de Marcos Llorente y, a la contra, el que creó peligro fue Adrián Embarba, pero con un final con disparo cruzado, alejado de los tres palos defendidos por Jan Oblak. Todo se jugó en el centro del campo, pero el Atlético con la inteligencia para encontrar cómo hacer daño. De inicio, no consiguió romper las líneas indálicas ni encontrar fluidez para encontrar espacios.

Sin embargo, en el minuto 17, después de una falta de Baptistao sobre Reinildo, el Almería estuvo torpe en la defensa de la acción. Sacada por Kondogbia la remató Correa, aunque más de medio gol es de Griezmann, con un 'no toque' del francés que se llevó a los defensores para que el argentino batiera a Fernando Martínez por entre las piernas.

El gol no afectó al Almería salvo en el marcador, en el sitio más importante. Pero el cuadro rojiblanco estuvo crecido en sus formas, aunque carente de acierto en el pase final. El Atlético siguió 'picando' y estuvo cerca del gol en el 32, después de un gran remate de Mario Hermoso para finalizar una acción de pizarra, tras un saque de esquina. Fernando Martínez metió una mano de las suyas para evitar el segundo. Este llegó un minuto después, aunque por tocarlo Kondogbia el gol no subió al marcador.

La tuvo Leo Baptistao en el 34, pero su remate se marchó fuera. Sergio Akieme se llenó de balón en un disparo que se marchó por encima del larguero, pero el Almería era otro. Lo demostró en el 37, con una gran acción de Lucas Robertone, saliéndose, para poner un centro en el que El Bilal Touré se dejó atrás a Witsel y Mario Hermoso, con los rojiblancos ganando la segunda jugada y el malí, con un buen saludo con la cabeza, alojó el balón en el fondo de la portería defendida por el cuadro atlético.

En esa imposición de criterios, con el Atlético siendo menos Atlético y el Almería más Almería, otra acción de ataque del conjunto indálico acabó con un disparo de Gonzalo Melero, desde fuera del área en el minuto 41, que se fue a las manos de Jan Oblak, con menos aparición de Kondogbia, señalado con una cartulina amarilla. Todo en una primera parte en la que los rojiblancos fueron imponiéndose, con el paso de los minutos, ante un Atlético de Madrid que fue desdibujándose y perdiendo el control conforme se avanzó al descanso.

La segunda parte tuvo un escenario diferente. Es cierto que el Almería tuvo más balón, mayor dominio, pero con el Atlético tratando de llevar el tempo del juego. Simeone, que dio plaza en el once a Pablo Barrios en lugar de Koke Resurrección, ordenó dar un paso atrás a su equipo, acercar la línea de mediocampo con la defensa, presionando en línea de medios como lo había hecho la UDA en la primera parte, tratando de provocar la salida indálica para, en un robo, tratar de marcar a la contra.

El Almería trabajó bien en esa fase. Samú cubrió el lateral izquierdo en tareas defensivas, con Leo Baptistao y Adrián Embarba trabajando también en esa situación para tratar de cerrar espacios por los que ni Antoine Griezmann ni Ángel Correa pudieron encontrar por dónde hacer daño. El francés, de todas formas, en el 63, encaró a Fernando, pero el disparo, blando, le cayó a las manos del cancerbero rojiblanco.

Cambió el dibujo Simeone con un hombre por hombre en el lateral izquierdo, entrando Reguilón por Reinildo, y situando a Álvaro Morata en lugar de Lemar, con lo que el Atlético trató de tener más llegada. Pero el Almería siguió mandando en el fútbol, con llegadas sin finalización. La presencia de Ramazani en lugar de un Leo Baptistao con amarilla, hizo la primera en una acción que no llegó al final, como posteriormente otra de Gonzalo Melero, que acabó en falta dentro del área, en el minuto 64 de partido.

La respuesta llegó del Atlético con dos acciones de gol de Álvaro Morata, pero el delantero internacional se encontró con la respuesta indálica. En el 70 para cerrar una contra del conjunto colchonero, dirigido por Pablo Barrios, que se la puso a Marcos Llorente y este al delantero madrileño que se marchó fuera, pero en el 74 fue Fernando Martínez el que detiene un buen servicio de Llorente para Morata en un mano a mano. Griezmann, en el 76, puso un buen balón que Correa no supo aprovechar.

La respuesta de la UDA, cuando el partido entró en los últimos minutos, fue un disparo de Robertone que se marchó por encima del larguero cuando el Atlético era dueño del balón, pero no del destino del partido.

Al final, el empate castigó la falta de acierto del Atlético de cara al gol, así como la confusión e impotencia que transmitió su entrenador con cambios de sistema y de futbolistas, como el de Felipe por Correa en el minuto 78, que tuvieron poca explicación. El de Reguilón 'le salió rana', porque en una disputa en el que se cruzaron las manos, Mendes vio la amarilla, pero el lateral atlético se marchó después de solo veinte minutos sobre el terreno de juego.

Es cierto que el resultado fue una moneda al aire que salió de canto, que el Atlético de Madrid llegó a merecer la victoria, pero que el mal que tiene el equipo de Simeone cara al gol, amén de tener a Fernando Martínez como héroe indálico, también es el fruto de disparar 'con una escopeta de feria'.

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