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Juanjo Aguilera
Almería
Lunes, 10 de octubre 2022, 23:20
Es muy fácil tener fe cuando se produce un milagro. La verdadera prueba de la fe es tenerla sin que haya milagros. Durante siete jornadas de competición, Rubi siempre tuvo fe en que su sistema funcionaría, pero necesitó probar y probar, no solo en lo ... que se refiere al dibujo, sino también en quienes 'lo pintan'. El técnico rojiblanco ha utilizado, después de ocho jornadas de Liga, a 22 jugadores –solo los porteros Fernando Pacheco y Diego Fuoli y los lesionados Álex Centelles, Iván Martos y Juanjo Nieto se han quedado sin entrar– y dos sistemas de juego principales, con sus variantes en función de si se atacaba o se defendía.
Durante las tres primeras jornadas se decantó por el 1-5-3-2 –lo del '1' de inicio es porque siempre desparece de los esquemas, pero también juega y mucho– en gran medida como consecuencia de un aspecto inteligente, el del conocimiento. El Almería se pasó el curso anterior dominando el balón. La Primera División exige otras cosas, pasando de dominador a dominado, de ser un equipo eminentemente atacante a sentirse 'atacado', por más que tus intenciones sean idénticas, algo que responde al gen competitivo de Rubi.
Pero si las cosas salen a la primera puede ser también algo sujeto a la casualidad y competir en Primera requiere que el resultado sea causal, es decir, como consecuencia de una premeditada manera de jugar. Se podría decir que el técnico vilarense ha trabajado con dos sistemas y sus respectivas variantes. De salida, durante las primeras tres jornadas del campeonato, como queda dicho, la UD Almería jugó frente a Real Madrid, Elche y Sevilla con cinco defensas como base. Sin embargo, en el Martínez Valero derivó a un equipo más ofensivo –una de las virtudes que surge de un sistema que parece defensivo, pero que no lo es– porque los dos carrileros se incorporan al centro del campo y 'profundizan' en banda, abriendo un abanico de fútbol vertical.
Esas primeras tres jornadas solo tuvieron la variante del lateral diestro. La negativa a la inscripción de Alejandro Pozo y de Houboulang Mendes obligó a que Chumi fuese la primera elección ante el Real Madrid, Aitor Puigmal en Elche y el sevillano, una vez inscrito, jugara frente al Sevilla.
Con posterioridad, ante equipos más de la 'Liga de la UDA' como Real Valladolid o Atlético Osasuna, ya con actores diferentes, se 'tornó' a defensa de cuatro. Desaparece Eguaras, por lesión, para la aparición de César de la Hoz, mientras que el 'sacrificio' de Kaiky se aprovechó para ser más ofensivo con la entrada de Leo Baptistao, además de la presencia de Dyego Sousa en lugar de Sadiq Umar, ya desvinculado de la entidad por su traspaso a la Real Sociedad. Un dibujo repetido ante Osasuna, con el obligado cambio de Eguaras por De la Hoz, la vuelta de Ramazani a la derecha en lugar de Baptistao y la entrada de Embarba por la izquierda. En Valladolid se finalizó con cinco en el centro del campo y ante los rojillos hubo 'superioridad' arriba, con un 1-4-2-4.
En Mallorca, se volvió a jugar con defensa de cinco, con cierta revolución, ya que hubo titularidad para Chumi, esta vez en el centro de la zaga, mientras que arriba aparecieron Lázaro Vinicius y El Bilal Touré como titulares en lugar de Iñigo Eguaras, Adrián Embarba y Dyego Sousa.
Bilbao fue una vuelta a las andadas, a sentirse presionado de antemano frente a un equipo intensísimo, frente al que el 1-5-3-2 no ayudó porque supuso estar más cerca de la portería, con la obligación de defender y sin opciones de enganche arriba, para acabar con cuatro atrás y cuatro arriba, viéndose un equipo con ciertas opciones, no de ganar, pero sí de enseñar los dientes.
Ante el Rayo Vallecano no había otra opción y el conjunto indálico se pareció mucho al de los mejores momentos de juego de la pasada temporada en Segunda División. ¿Ayudados por un fallo? Puede que sí, porque lo de Diego López, nada más empezar el partido, fue infame, pero el conjunto de Iraola siempre juega así y corre riesgos.
La diferencia está en saber aprovecharse de ellos y la UD Almería estuvo siempre cerca de complicarle la vida porque el planteamiento inicial buscó esa causalidad. Ese 1-4-3-3 de salida, con Lucas Robertone más de enganche –por eso llega para marcar el primer gol del partido–, desequilibró la 'equidad' sobre el campo. Aún con problemas atrás –Fernando Martínez salvó un remate sin oposición de Unai López con 1-0 en el marcador y a los pocos minutos de que la UD Almería se adelantara y en la segunda parte Catena remató con ventaja en un par de ocasiones. Esa 'ventaja' que permitió la superioridad de la UDA se transformó por momentos en un 1-4-2-3-1 para acabar con cinco atrás y solo un jugador en punta.
Es pronto para decir si Rubi ha dado por la tecla. El fútbol tiene eso, que las alegrías no duran ni un minuto más desde que el árbitro pita el final, pero sí es cierto que el equipo dio el sábado una imagen distinta incluso a la del partido ganado frente al Sevilla, con hasta seis jugadores diferentes de los que, por ejemplo, enfocaron el partido frente a los entonces jugadores de Julen Lopetegui. Los cinco restantes son los únicos que han disputado de inicio los ocho partidos de la competición. Los 'sacrificados' del sábado –Samú Costa y Largie Ramazani– siguen apareciendo entre los que han estado sobre el campo durante todas las jornadas, pero tendrán una semana, desde hoy, para recuperar el sitio al que se han agarrado y bien los que disputaron el partido frente al conjunto rayista.
De los 'sanos', solo los cancerberos Fernando Pacheco y Diego Fuoli están sin debutar. De inicio, con Fuoli 'aceptando' su rol, Pacheco no tuvo 'suerte' porque en las dos primeras jornadas no estaba inscrito y, apareciendo entre los convocados en los últimos seis partidos de Liga, se encontró con un Fernando Martínez que, aunque no ha conseguido mantener ni un partido la portería a cero, sí es cierto que ha permitido al equipo competir en todos los partidos a base de intervenciones antológicas. Al ex del Deportivo Alavés se unen los lesionados Iván Martos y Juanjo Nieto, en proceso de recuperación. Tampoco han debutado los tres jugadores inscritos en el filial, Martin Svidersky, Gui Mendes y Carlos Rojas, que sufrió un esguince de tobillo del que todavía no está recuperado.
Kaiky Fernandes tiene la particularidad de que siempre que jugó de inicio fue para 'completar' el centro de la zaga, nunca como integrante del dúo de centrales. Así, estuvo en los tres primeros partidos y también en Bilbao. Iñigo Eguaras, que jugó los tres primeros, se vio apartado por el esguince de tobillo frente al Sevilla y volvió a jugar como titular frente a Osasuna. Tanto Kaiky como el navarro jugaron dos partidos más desde el banquillo. Pozo, 'apartado' por 'LaLiga' en las dos primeras jornadas, fue titular ante Sevilla, Valladolid, Osasuna y Mallorca, pero por la lesión en el Visit Mallorca Estadi reapareció el sábado desde el banquillo.
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