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Decía Carlos Gardel en el tango 'Volver' que 20 años no es nada. Para Arnau Puigmal sí que lo son porque desde los 15 vive ... fuera de casa. Nacido en Barcelona, con esa edad se las tuvo que 'apañar' para hacer lo que más le gusta, que es jugar al fútbol. El centrocampista de la UDA, firmado este verano, fue requerido por media Europa después de siete años dando 'toques de atención' en la cantera del RCD Espanyol. El Manchester United, donde coincidió con su amigo Largie Ramazani, le ofreció la posibilidad de probar en el fútbol inglés. Vivir desde tan joven fuera de casa curte y permite tener una visión particular de su profesión.
Llegados a ese punto, ve rápido el motivo que permite a esta UD Almería mostrar un fútbol con cierta ventaja sobre sus rivales, merced también a una 'lección' aprendida en pretemporada y con un sonido que no distorsiona. Más que cosas del fútbol, para Arnau Puigmal, el secreto está 'en la masa', en la disposición de un buen vestuario. «La pretemporada fue muy buena en todos los aspectos, pero para mí la clave principal es que hemos creado una pequeña familia, que aún estamos creciendo, pero cuando hay esa familia, ese ambiente dentro del vestuario, todo es mucho más fácil y se ve reflejado en el campo», dijo a los servicios de comunicación de la entidad indálica.
Es obligatorio seguir así sea cual sea el rival ante el que haya que mostrarlo. El domingo, por ejemplo, en Lezama espera un rival que aún no se ha estrenado en Liga y que querrá hacerlo en el primer duelo ante su afición. El barcelonés tiene claro lo que puede pasar. «Nos espera un partido diferente por el tipo de fútbol que juega el Amorebieta, pero lo afrontamos como cualquier partido. Estos partidos también se han de jugar y vamos con una actitud muy positiva y mucha confianza», recordó.
Los rojiblancos actuarán el domingo rodeados de elogios. «Sí, acaba de empezar y la verdad que sólo queda seguir, pero que vaya todo genial. Yo confío mucho en el equipo porque somos una familia que eso es lo difícil en el mundo del fútbol ahora mismo. Tengo mucha confianza», afirmó.
Lo hizo con los pies en el suelo porque el fútbol casi es una ciencia inexacta y lo que hoy son rosas, mañana pueden ser espinas. «Ni cuando ganemos cinco partidos somos el mejor equipo del mundo ni cuando perdamos tres seremos el peor. Por eso necesitamos a la afición de nuestro lado y que nos apoyen sobre todo en los momentos difíciles que es cuando más se les necesita», manifestó.
Desde mayo se vislumbró su venida a Almería y, aunque de momento sus apariciones son pocas, él está contento por cómo van las cosas. «Muy bien. Estoy muy contento por mis debuts, uno en Cartagena y luego en casa frente a la afición y solo agradecer al club y al míster por la confianza que me están dando», reconoció.
En la UDA no ha notado diferencias entre la Liga de reservas con el Manchester y la Segunda española. «En Inglaterra, en el tema físico a lo mejor sí que están un peldaño por encima, pero sí que me ha sorprendido muchísimo la capacidad física que tiene la Segunda División y la dificultad de los partidos en sí. Sí que me ha sorprendido bastante lo poco que he visto».
Si hay diferencias, aseguró estar atento para mejorar. «Me considero bastante afortunado con mi físico, pero sí que es verdad que a mí me gusta trabajar esas lagunas que tenemos, las partes más flojas. Aparte del trabajo que hago con el resto del equipo, sí que me gusta trabajar en lo que sí considero que no soy tan bueno».
De este modo, en los dos partidos disputados, pese al poco tiempo disfrutado, sí que se le ven detalles en lo referente a recuperación de balón. «La verdad que sí me considero un mediocampista 'box to box', como se dice, y sí que es verdad que me gusta el tacto del balón, pero también cuando hay que trabajar me pongo el mono de trabajo. Aquí no se salva nadie».
La UD Almería le ha permitido a Puigmal volver a España, tras pasar su vida desde 2017 en Manchester y la vuelta es, para él, una gozada. «Eso está más que claro. Yo estuve allí cuatro años y lo que es el sol cuando vuelves lo valoras el triple. Aquí a veces parece que no lo valoremos y la comida más de lo mismo. Es una gozada, es algo espectacular».
Dijo creer que 'nos ganan' en la forma de trabajar. «En realidad es otro fútbol. Es muy diferente todo. Se basa más en el tema físico y aquí sí que es verdad que se presta más atención al táctico, de balón, pero son las dos ligas más competitivas del mundo». Él ha estado en ella, pero sin que se le suban los humos a la cabeza pese a que entonces era un niño de quince años que iba a uno de los clubes más importantes del mundo. «Básicamente mi madre, a la que me suban me da una colleja, como quien dice. Ni se me ocurre. Vengo de una familia humilde y tampoco veo porqué crecerse por mucho que esté en el Manchester o en cualquier equipo. No veo sentido. Todos somos lo mismo», expuso con total sinceridad.
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