La Copa del Rey 'amenaza' a una amenazada UD Almería

La disputa, esta noche, de la primera eliminatoria de la Copa del Rey de la temporada 2024/25 supone una amenaza a quien parece amenazado. En el torneo del KO puede pasar de todo, como ocurre también en la Liga, pero en el torneo de la regularidad es más esperado que pase y en el torneo copero lo que pase es más inesperado, aunque los tropiezos sorpresivos se suelen dar. Las distancias entre rivales se suelen reducir por la ilusión del equipo de una división inferior y el miedo a cometer lo que sería un chasco por parte del equipo de superior categoría. En condiciones normales, el Almería es favorito a lograr la victoria porque debe serlo, pero ya se sabe cómo es este torneo tan dado a albergar sorpresas que nacen del exceso de confianza. El equipo rojiblanco ha protagonizado resbalones de órdago, sobre todo en tiempos de opulencia. Desde la llegada de Turki Al-Sheikh a la propiedad, el conjunto rojiblanco ha sufrido lo que se bautizó como el 'alcorconazo' en referencia a aquella eliminatoria en la que el Alcorcón le hizo cuatro goles al Real Madrid, del mismo modo que Barça, Atlético de Madrid, Sevilla, Athletic... han pegado patinazos de considerables dimensiones.

El caso es que la UDA tiene la obligación de no repetir el 'tamaraceitazo' de la temporada 2019/20, el arenteirazo' de la 2022/23 o la 'barbaridad' del curso pasado frente al Barbastro. Lo de hoy es ante un rival que quiere emular a los Real Madrid Castilla de la 1979/80, Numancia de la 1995/96 o CD Mirandés de la 2011/12, que se plantaron en eliminatorias finales –el filial madridista jugó la final frente al primer equipo– después de campeonatos coperos brillantes y entonces era menos probable el fiasco que ahora, que el sorteo premia al equipo de inferior categoría a tener el factor cancha a favor, con lo que eso puede suponer para el equipo visitante.

La obligación

El caso es que la cita de esta noche en el Estadio de Matapiñonera lleva implícita la obligación para los rojiblancos de redimirse en este 'crudo' inicio de temporada en el que las cosas no están saliendo todo lo bien que se esperaban. Hay que tener en cuenta que el equipo indálico está hecho para ocupar posiciones cabeceras de la clasificación Segunda División y, si bien se encuentra a tres puntos de la zona de playoff, sus actuaciones ofrecen luces y sombras que no permiten mostrar el brillo que se 'anunciaba' podía tener el equipo para este 'reencuentro' con la división de plata del fútbol español. Y todo eso argumentado del mismo modo que en un año deportivo no se valora solamente lo hecho en la primera parte del mismo, sabedores de que lo que vale es lo que pasa al final. Esta cita de hoy le sirve a la UD Almería para acostumbrarse a ganar, sin mirar el 'carné de identidad' del rival que se plante enfrente. Sería preferible que lo hiciera en el campeonato de Liga, pero también es cierto que a ganar se aprende ganando. Y sería recomendable que quienes deban ganar en el campeonato liguero se suban a la ola buena, aunque es lógico que Rubi dé minutos a los menos habituales –así lo anunció en la rueda de prensa previa al partido– por esa obligación que nace de una premisa de pretemporada en la que se optó por plantear una campaña con una plantilla corta que impide rotaciones completas en este tipo de compromisos.

El equipo indálico tirará, seguramente, de jugadores del filial para encarar la cita de esta noche, sobre todo de aquellos que han entrado en dinámica de grupo desde el inicio de la presente temporada. Pero sabedor de que en el campo no puede haber más de cuatro futbolistas con licencia del segundo equipo y que en el caso de expulsión o lesión sin opción de cambios debería salir del terreno de juego uno de esos cuatro antes de que se reanude el juego, por lo normal es no arriesgar con el once. Pero no parece que Rubi vaya a arriesgar tanto para la cita de esta noche en el terreno sansebastianero.

Enseñanza

La Copa del Rey lleva consigo enseñanzas 'aclaradas' por la alineación que pueda presentar el técnico, con el Córdoba a la vuelta de la esquina. En ese sentido, lo que pase hoy derivará en aspectos a tener en cuenta con lo que pueda pasar el domingo, al menos en cuanto a la alineación. Porque en el once que presente el equipo indálico para tratar de imponerse al conjunto madrileño habrá 'señalamientos' de los que seguramente no estén de inicio en el partido del domingo, en el que el equipo rojiblanco recibirá al Córdoba CF, a partir de la 16.15 horas, con mucho, muchísimo en juego.

Abierto el debate de la portería, sobre el que Rubi señaló que «puedo asegurar que el 95% de las veces que juguemos jueves, domingo, miércoles va a ser así. He actuado igual que si hubiera sido de la otra manera –en referencia a la alineación de Luis Maximiano en El Alcoraz en lugar de Fernando Martínez–. Siempre cuando tenemos porteros de ese nivel». El cancerbero indálico que actúe esta noche no estará frente al Córdoba. Apunta a que Fernando Martínez, que fue titular en los dos partidos de Liga en Zaragoza y frente al Albacete, sea el que actúe esta noche.

Cábalas

A partir de ahí, muchas cábalas que nacen de la convocatoria que el técnico dio ayer antes de viajar a Madrid para afrontar un partido en el que pueden aparecer hasta cuatro jugadores del filial en el once, aunque apunta a que serían tres, Paco Sanz apunta a ocupar plaza en el centro de la zaga –debutó el curso pasado frente al Cádiz y ha trabajado con el primer equipo en bastantes sesiones esta año y el domingo no jugó con el filial–, así como dos jugadores en dinámica de grupo desde el inicio del presente curso como son los casos del portugués Gui Guedes y del hispano-marroquí Rachad Fettal. Los siete restantes, sin incluir al inquilino de la portería, formar una pareja de centrales en la que Sanz ocuparía plaza con Édgar, con Alejandro Pozo –Marc Pubill jugó poco en Huesca y apunta a titular el domingo– y Álex Centelles, en las bandas.

El centro del campo, con dos 'inquilinos', podrían formarlo el citado Gui Guedes con Kaiky Fernandes, que el pasado domingo ocupó plaza en es centro de la defensa con tres hombres, pero que ha jugado en la posición de medio centro ahora y también en la primera etapa de Rubi en el banquillo indálico. Los costados los podrían ocupar Arnau Puigmal, por la derecha, y Rachad Fettal, por la izquierda, con Sergio Arribas en la función de enganche y Marezi como jugador en punta.

El rival

Enfrente estará un equipo de la misma categoría que el filial indálico que tiene un valor de mercado de más de dos millones de euros y que compite en el Grupo V de Segunda RFEF, en el que ocupa la decimosegunda posición. El equipo dirigido por Gonzalo Ónega se muestra difícil en casa, donde ha marcado en todos sus enfrentamientos, aunque sólo en un partido dejó su puerta a cero. En cierto modo responde a su fútbol, que habla de controlar la posesión y, sobre todo, defender bien mientras somos los protagonistas del partido, ejerciendo presión durante todo el juego.

Es un equipo que tiene en el centrocampista murciano José Ayala a su jugador con más peso. Ha sido titular en los ocho nueve partidos de Liga que se llevan celebrado, cosa que también ocurre con el delantero Alberto Delgado y los también centrocampistas Mario González o Yago Gondoy.

Ónega no tiene un once fijo, que tampoco lo será, seguramente, en la cita de hoy porque los 24 que están en nómina han aparecido sobre el terreno de juego alguna vez, aunque sí dispone de un bloque de once jugadores, de los que cinco han jugado de inicio en todos, con seis que han sido titulares en ocho partidos.

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