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Rubi ha hecho que la UDA sume 22 puntos y ninguno sea por suerte. Carlos Barba/Agencia Lof
El cubo de Rubi
La vida

El cubo de Rubi

«La rotundidad de la UD Almería frente al RCD Espanyol el pasado viernes fue la quintaesencia de un partido de fútbol. Y las matemáticas, cuando cuadran, son una de las materias más bellas del universo. Es el nuevo 'Cubo de Rubi'»

Carlos Felipe López

Almería

Miércoles, 1 de febrero 2023, 00:03

Está de moda. No hay escaparate en el que no se pueda ver un Cubo de Rubik. Un artilugio complejo. Un reto exigente. Un pasatiempos con cierto poder de atracción. El Cubo de Rubik es un rompecabezas mecánico tridimensional.

Entre las numerosas bondades y desarrollos mentales que generan en quienes se atreven con él, está el hecho de aprender a reconocer elementos en el espacio.

El arquitecto de Vilasar de Mar es Will Smith en el papel de Chris Gardner en la mítica escena del taxi de 'En busca de la felicidad', cuadrando el cubo mágico a contrarreloj y bajo presión. Rubi ha logrado unificar todas las caras de nuestro particular cubo en un mismo color. Moviendo ejes, mezclando tonos y girando cada pieza ha conseguido darle una homogeneidad al juego formidable.

La rotundidad de la UD Almería frente al RCD Espanyol el pasado viernes fue la quintaesencia de un partido de fútbol. Y las matemáticas, cuando cuadran, son una de las materias más bellas del universo. Es el nuevo 'Cubo de Rubi'. Cada elemento de su equipo logra encontrar el espacio. Cada parte del todo, encaja con precisión quirúrgica donde le corresponde. Todo se entrelaza.

Y cuando tienes el rojo al completo, el azul también lo está. Y el naranja. Y el amarillo. Y el verde. Samú Costa y César de la Hoz. El Bilal Touré y Luís Suárez. Chumi y Srdjan Babic. Cada uno de su padre y de su madre pero todos a una. Un bloque sin fisuras. Un equipo recién llegado a la categoría sin ningún tipo de maquillajes.

Ni un decimal de los veintidós puntos sumados han sido cuestión de suerte, más bien al contrario. Todo ha sido concentración. Destreza. Un ejercicio de paciencia y elaboración. Y al final, como en el Cubo de Rubik, todo encajó. El Cubo de Rubi nos gusta.

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