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Rubi y Emery, dos técnicos que lograron terminar curso, por ahora. Agencia Lof
Las destituciones casi nunca le dan la razón al Almería
UD Almería

Las destituciones casi nunca le dan la razón al Almería

Con una treintena de técnicos conduciendo el proyecto, a lo largo de la historia, 21 se quedaron en el camino y sólo cinco empezaron y acabaron temporada, con Rubi siendo el último en lograrlo

Juanjo Aguilera

Almería

Lunes, 20 de marzo 2023, 23:29

La salvación de un equipo en cualquier categoría del fútbol español, sobre todo, se basa en la paciencia y en las decisiones que se toman cuando, en los meses de 'trasiego' entre la temporada acabada y la que está por empezar, se confeccionan los equipos. Y los fichajes nefastos, la mala configuración de la plantilla, decisiones sin ton ni son… suelen desembocar apuntando siempre al mismo, al entrenador, una figura totalmente relevante en el vaivén de resultados pero no siempre determinante.

Después de 26 jornadas de Liga y del 'currículum' de la competición en temporadas anteriores, la trascendencia, buena o mala, que deparan los cambios de entrenador no suelen reparar los 'vicios' adquiridos por los resultados obtenidos en la competición. Esta temporada, en Primera División, cuatro equipos han decidido 'culpar' al entrenador de las malas rachas. No ha cambiado mucho el panorama, sólo el Celta ha mejorado de la etapa de Coudet a la actual con Carlos Carvalhal. Fran Beltrán, centrocampista céltico, aseguraba que el portugués «está siendo muy positivo. Hizo que todo el mundo viera las posibilidades para reengancharnos a la Liga. Hemos conseguido salir de la zona baja y hay que seguir trabajando. La diferencia con Coudet es que antes siempre íbamos a apretar arriba y con Carvalhal es esperar el momento adecuado». Pero Sevilla, Valencia o Elche no salen de sus problemas, con valencianistas e ilicitanos ocupando puestos de descenso y el Sevilla evitándolo con dos puntos más que el cuadro che.

El Almería, con el nombre de Rubi ocupando un puesto que podría tener 'novias' –o no, si quienes pueden sustituirle no sólo miran el dinero–, sabe de los resultados de esas decisiones. Por el equipo indálico han pasado hasta 30 técnicos, incluido el actual. Salvo Unai Emery, Javi Gracia y Paco Flores, de los que completaron temporada, ningún otro salió 'contento' –ni el propio Paco Flores– y los cambios no generaron mejoría. Es más, a 'bote pronto' hubo que cambiar el objetivo porque el equipo llevaba 'mala pinta'. De este modo, sin contar los técnicos que tuvieron papel de 'apagafuegos', 21 entrenadores finalizaron su relación contractual antes de llegar a la conclusión del campeonato.

Soluciones

De los 30 técnicos que ha tenido la UD Almería a lo largo de su historia –la misma comenzó en el verano de 2001 con Juan Martínez 'Casuco' como técnico–, la inmensa mayoría no ha cumplido con el objetivo inicial, porque siempre se pensó en metas mayores, sobre todo después de 'catar la miel' del ascenso a Primera División de la mano de Unai Emery. El hodarribitarra y su predecesor, Paco Flores, salieron de manera distinta del club. Emery cumplió una etapa con el ascenso y la permanencia lograda un año después, mientras que el catalán, que salvó al equipo del descenso a Segunda B a la que se dirigía el equipo tras una primera e injusta destitución de Castro Santos, sustituido por Fabri. Flores enderezó el rumbo en las últimas once jornadas de la temporada 2004/05 para ser el 'jefe' en la siguiente. Aquella frase de Alfonso García de «los tiempos los marco yo» tras ganarle al Levante en el Ciutat de Valencia provocó que el técnico catalán acabara la temporada sin tiempo de continuidad.

A lo largo de la historia, sólo ocho técnicos han conseguido empezar el campeonato y terminarlo, pero casi siempre 'rectificando' y 'salvándose' a última hora y casi siempre con adopción de medidas a destiempo. Casuco, que ascendió al equipo a una Liga de Fútbol Profesional que se disfruta ahora con el tercer ascenso a Primera y siete temporadas en ella, 'aguantó' dos campañas. En la tercera, pese a ser décimo, tras once jornadas sin ganar, Alfonso García 'ordenó' su salida. Alfonsín, que llegó de 'repuesto' por un día, salvaría al equipo tras nueve partidos con Luis Ángel Duque en los que se ganó sólo un encuentro. Las últimas nueve jornadas fueron responsabilidad del onubense, con cuatro victorias que permitieron la permanencia.

En la 2004/05, fue la de Paco Flores, pero tras 19 primeras jornadas de Castro Santos situado en una cómoda decimocuarta posición. Hubo 'cruce de cables', se pensó en metas mayores y con Fabri se tocó descenso. Paco Flores reflotó la nave y aguantó un curso más.

Las dos temporadas siguientes con Emery tuvieron final feliz, pero el Cádiz, que provocó la salida de Casuco, llegó para meter cizaña tras un inicio de temporada sin éxito. Si el equipo cadista, el día del penalti más 'lejos' del área en la historia –parecido a uno que le pitaron al Madrid en Copa de Europa frente a la Fiorentina–, navegó por aguas tranquilas hasta el ascenso y posterior temporada de gloria sin obstáculos.

Años de dudas

Las tres temporadas siguientes en Primera fueron todas marcadas por el mismo patrón. En Navidad, recambio. Arconada cayó en Gijón (1-0) y fue destituido con reunión de urgencia en la sala de prensa. La llegada de Hugo Sánchez cambió el destino, pero más por la concienciación de la plantilla que por las decisiones del mexicano, que cayó al año siguiente casi pagándole García con la misma moneda que a Arconada. En Barcelona, ante el Espanyol, la derrota terminó impidiéndole comer el turrón. Lillo hizo cosas interesantes para acabar salvado sin 'zozobra'.

Alcaraz estuvo dos veces en la UDA, en la primera lo destituyeron y en la segunda se fue antes. IDEAL

El tolosarra duró hasta que llegó el Barça de su amigo Pep, que le condenó con una amplia derrota (0-8), aunque Lillo ya avisó, tras perder frente al Levante en la cuarta jornada, que «tenía el tiro dado». Habían pasado 12 jornadas y Oltra, que llegó en la decimotercera –mal número para los supersticiosos–, no enmendó la plana. El equipo estaba abocado a un descenso que 'cuajó' con Olabe en el banquillo, aunque el que fuese director deportivo en la etapa de Emery con las 'manos atadas'. Descenso consumado. Y los vicios continuaron un año después, en la 2011/12 en la que, con Lucas Alcaraz como técnico, el 'equipazo' hecho para ascender no cuajó, quedándose a las puertas del playoff, porque la destitución del granadino, a destiempo, no consiguió 'repararla' Esteban Vigo.

Un impás e impaciencia

Con Javi Gracia, el equipo logró el ascenso, pero con zozobra porque, tras perder en Murcia e ir perdiendo en casa frente al Racing, el Almería reaccionó para conseguir el ascenso en un épico playoff. No hubo acuerdo de continuidad y fue la oportunidad de Francisco, que mantuvo al equipo hasta la última jornada, con una recta final con triunfos ante Espanyol, Betis y Granada y un empate en casa ante el Athletic. Al año siguiente, en catorce jornadas el equipo peleó con lo que tenía, que no era lo mejor y, aun en puestos de permanencia –con los mismos puntos que los tres últimos–, la derrota en Eibar le pasó factura.

Tras salvar al equipo del descenso en Primera, Francisco no acabó la siguiente temporada. IDEAL

El descenso estaba escrito con JIM y una sinergia que no fue capaz de arreglar Sergi Barjuán. El que fuese lateral del Barça tuvo el encargo de, con una gran plantilla, soñar con el descenso y un empate en Córdoba, con Soriano en el banquillo, pero tras etapas de 'tufo' a descenso con Joan Carrillo y Gorosito, el Almería comenzó a 'arreglarse' con metas no adecuadas planteadas. En la 2016/17, la zozobra protagonizó los últimos de los 27 partidos en los que Fernando Soriano llevó al equipo. Aquel curso fue un despropósito. Fran Fernández puso tranquilidad ganando fuera, pero Alcaraz llegó, vio lo que había y se 'largó'. Fran volvió al equipo para salvarlo in extremis en Lugo, ganándose un año por completo y haciendo una digna temporada.

La nueva UD Almería

Con Turki Al-Sheikh como presidente, el Almería ha tenido cinco técnicos en tres temporadas y media –ojalá que en cuatro–. La primera fue de 'traca'. Aunque se había vendido lo del ascenso a tres años vista, el inicio de curso con Pedro Emanuel 'envenenó' el 'ego' y el Almería llegó incluso a ser líder, pero mandar y no aguantar le costó el puesto para un 'mediático' Guti o José María Gutiérrez que cuando empezaba a coger el 'tranquillo' al equipo cerró su vinculación. El final de temporada fue de 'traca'. Mario Silva cogió el equipo para llegar al playoff pidiendo la hora. Ni Silva ni José Gomes arreglaron el despropósito de las prisas, una situación vivida un curso después, el último intranquilo hasta ahora. Gomes aguantó 36 jornadas, pero el ascenso se había perdido por decisiones 'extravagantes' –aquel gol en propia meta del Leganés que el VAR decidió que lo marcó Sadiq con la mano o la falta a Maras que acabó en penalti en contra– y el ascenso directo se fue para Espanyol y Mallorca. Con Rubi no hubo remedio porque llegó al playoff forzado.

José Gomes. Agencia Lof

Sin embargo, el actual técnico de la UD Almería realizó una gran campaña el pasado curso, aun con momentos difíciles como los del mes de enero –con bajas por covid, lesiones y con Sadiq fuera–, para acabar como campeón. Aunque haya quien piense que fue la suerte, 81 puntos son muchos puntos para considerar que hubo 'ayuda' divina. Se ganó estar ahora y corroborar el ascenso, que se hace logrando la permanencia. ¿Tendrá la oportunidad de conseguirlo? Las precipitaciones en las decisiones suelen acarrear desenlaces inesperados. La historia está para aprender de ella y no repetir los errores.

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