¿Cómo es el entrenador de la UD Almería?

Juanjo Aguilera

Almería

Miércoles, 15 de noviembre 2023, 23:24

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Cocinero antes que fraile, Gaizka Garitano sale a la sala de prensa no dando rodeos. El de Derio, entrenador de la UD Almería, es licenciado en Periodismo y no tiene pelos en la lengua cuando habla. Ayer lo hizo en UDA Radio y habló, sin tapujos, sobre todo lo que le pasa al equipo y de las cosas que no se están cumpliendo. «Cuando hablábamos de que necesitábamos tiempo, de que esto era una solución a largo plazo y que no era fácil de una semana a otra cambiar un equipo, lógicamente esperábamos conseguir mejores resultados y, no nos vamos a engañar, no pensábamos que pasando un mes o pasando cuatro partidos no hubiéramos ganado todavía». Pese a todo, el deseo es que el trabajo que se realiza día a día tenga su reflejo. «Tenemos un reto muy ilusionante por delante y que podemos revertir una situación complicada en salvar al equipo y por eso tenemos que pelear a muerte» porque lograrlo será un recuerdo de por vida. «Si sales de este tipo de situaciones, creo que son los mejores recuerdos que tienes. Yo, como futbolista, los mejores recuerdos que tengo son de situaciones de éstas en las cuales salí. Tuve la suerte de estar en situaciones de éstas, y salir son los mejores recuerdos que tengo en el fútbol porque prácticamente los recuerdas como ascensos o como títulos».

El no tener a su familia cerca no lo lleva bien, pero le gusta el sur. Dice pasar vacaciones en Conil e incluso para el trabajo «me gusta mucho este clima porque, aunque yo soy del País Vasco, no me gusta ni el frío ni la lluvia. Allí está todo el día lloviendo y hace frío y me gusta mucho este clima, poder entrenar todos los días aquí con sol y con buen tiempo a mí me encanta y estoy muy a gusto».

A Gaizka Garitano no le gustan las entrevistas;se definió como «bastante introvertido;la verdad que no me gusta y eso que estudié Periodismo y soy licenciado en Periodismo, pero no me gusta mucho y todo este tema de lo que es fuera del fútbol no suelo aparecer en los sitios, si no que soy un poco tímido, pero ya sé que hay que hacerlas y lo hago a gusto también».

Sin embargo explicó que no fue por eso por lo que no acudió a la reunión entre entrenadores y árbitros, sino que para él «es un momento difícil y no iba a abandonar a los jugadores. Teníamos sesión de entrenamiento y necesitamos trabajar y creo que mi sitio estaba aquí, con los jugadores y con el trabajo y no fui porque creía que lo más importante ahora es el Almería y trabajar y le di importancia a esa sesión».

Sonrisas y lágrimas

Fuera dice ser otra persona, aunque dé la sensación de ser serio. «Me gusta ser serio y mientras estoy en el club o con los jugadores o en el campo no creo que sea un momento para hacer risas. Creo que por muchas cosas, primero porque soy el jefe, luego porque estamos en una situación en la cual no estoy contento con los resultados, vamos los últimos y me parece que no estamos para hacer muchas risas». Argumentó que «estamos jodidos y creo que lo tenemos que estar y darnos cuenta un poco de la situación en la que estamos, pero fuera del campo o del trabajo cambio y soy una persona bastante normal y que me gusta reírme y divertirme y estar con los amigos».

A Gaizka, al que le gusta el deporte porque «es muy importante en un trabajo como éste, también la cabeza la tienes ocupada, por salud mental», contó que tiene muy buena relación con muchos entrenadores. «Hay muchos entrenadores de los cuales soy amigo e incluso casi alguno hasta familia porque el entrenador de la Real Sociedad (Imanol Alguacil) su hijo y mi hija andan juntos desde hace muchos años y luego en Primera y en Segunda estamos muchos entrenadores vascos como Jagoba Arrasate, Ernesto Valverde, Eder Sarabia y siempre tienes más relación con los entrenadores vascos, pero con todos me llevo muy bien porque ya son años entrenando y vas coincidiendo con todos y con todos tenemos buena relación». 

Sin embargo, lo de estar fuera lo lleva regular. «Echo de menos a mis hijas, sobre todo, y es un poco la vida del entrenador, andar siempre con la maleta. He estado también en otros sitios cuando me ha tocado salir fuera y me ha tocado estar solo y aquí pasamos muchas horas con los integrantes del staff, que llevo años trabajando con ellos y nos llevamos muy bien y son con los que hacemos vida porque pasamos mucho tiempo en el trabajo aquí, en el estadio, pues estamos todo el día y si tienes un rato o algún día libre también lo pasamos con ellos. Lógicamente siempre echas en falta un poco a la familia, a las hijas, pero es un poco parte de nuestro trabajo y nos mantiene bastante ocupados el fútbol durante el día».

La situación en la que se encuentra el equipo obliga a trabajar día y noche. «Sí, la verdad que hay muchas variables en el juego que tienes que cuidar, tanto la preparación física como la planificación, el análisis de los rivales, la edición de vídeos tanto para que los vean los jugadores como análisis individuales. Se trabaja mucho con los vídeos y con el análisis de los rivales, con el análisis propio y con trabajos individuales de jugadores que también vienen a las tardes, con lesionados. Hay que intentar hacer las cosas lo mejor posible o intentar ser lo mejor profesional posible, más en nuestro caso, que no nos están saliendo las cosas bien y que no estamos obteniendo buenos resultados, pues todavía tienes que trabajar más para intentar buscar las soluciones».

Del mismo modo, echa de menos un jugador en el campo que sea su proyección. «Eso siempre nos gusta a los entrenadores, pero es verdad que aquí no es fácil de encontrar porque tenemos jugadores muy jóvenes y quizás a nivel de liderazgo pues siempre hay algún jugador, pero no es el típico equipo donde hay un líder marcado o que tenga mucha experiencia o un capitán de campo que lleve años en el club. Entonces siempre nos gusta tener un par de jugadores que dentro sean un poco la extensión del entrenador, pero no es fácil encontrarlo en todos los sitios».

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Gaizka Garitano, una persona inquieta a la que le preocupa el futuro de sus hijas

Inquieto a la hora de conocer cosas, no deja a un lado la lectura, siendo el futuro de sus hijas una preocupación añadida al propio trabajo. «Veo que tienen más dificultades. Ahora tienen que estar mucho más preparados para encontrar un buen trabajo. Creo que antes, si estudiabas más o menos, podías tener trabajo. Ahora tienes que saber inglés, tienes que tener máster, muchas cosas, porque hay gente muy preparada y eso es un poco lo que más me preocupa. No lo tienen fácil a nivel de laboral un poco o para poder comprar una casa o para ese tipo de cosas pues les va a costar a la gente joven hoy en día».

Con buenas notas sacó la licenciatura en Periodismo y no ha olvidado los hábitos. «Bueno, sí, eso sí, me ha gustado siempre estudiar y era bastante buen estudiante y creo que la carrera también la saqué y siempre he sido inquieto. Eso sí me gusta mucho leer, todo ese tipo de cosas y tratar de aprender cada día. Ahí sí que soy bastante curioso. En cuanto a leer, a aprender y eso siempre me ha gustado».

Por eso su campo de conversación es extenso. En una reunión de amigos con el fútbol prohibido tocarlo, la conversación podría ser «de cualquier cosa. Creo que cualquier cosa de cultura o de libros o de películas, sociedad, política. Creo que soy una persona que tiene también inquietudes además del fútbol, aunque es verdad que el fútbol nos ocupa prácticamente todo el día. Creo que soy también una persona que se puede hablar con ella de cualquier cosa y que tiene también otras inquietudes, más allá del fútbol».

Del mismo modo, cuando acaba el trabajo diario en las instalaciones del Power Horse Stadium se cierra la 'ventana' del fútbol. «Intento dejarles en paz –a los compañeros del staff, luego ya a la noche o lo que sea creo que ya pasamos... Cuando a las 7 y media o así vamos a cenar a casa, ahí cada uno hace su vida un poco y como pasamos muchas horas juntos pues me imagino que acabarán un poco hartos de mí y les suelo dejar, a no ser que se me haya olvidado alguna cosa».

Y es que las jornadas de trabajo son largas ahora que las cosas no salen. «Normalmente todo el día lo pasamos aquí trabajando, entonces ya cuando vamos a cenar a casa les dejo en paz y no les molesto».