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Francisco Portillo no será un 'novato' a la hora de celebrar un ascenso, también, del mismo modo y por eso, la cautela es lo que ... invade para tratar de despejar tanta euforia. Qué duda cabe que lo mejor hubiese sido la derrota del Valladolid para rebajar las ansias que surgieron tras ganar el sábado al Amorebieta. Por ese motivo, toca vestir de normalidad los días previos al partido del próximo viernes, sin que surja para nada la palabra ascenso. El Reale Arena, donde se llevará a cabo el antepenúltimo partido, podría provocar una evasión al futuro, «pero el futuro nadie lo sabe. Hay que vivir el presente y este es el viernes. No hay que mirar más allá», apuntó el malagueño.
Las palabras del rojiblanco, a los servicios de comunicación del club, no reflejan lo que la afición 'predica', en un ejercicio de prudencia realizado por un jugador que ha ascendido ya dos veces y al que el conocimiento sirve de ejemplo. «No solo yo, todos hemos vivido en el fútbol situaciones inimaginables. Estamos cerca, pero aún no hay nada hecho. Necesitamos la victoria el viernes, que es muy importante para nosotros. A partir de ahí que venga lo que tenga que venir», argumentó.
Lo que sucede es que el rival en cuestión no refleja su posición en la tabla. El Sanse ve la salida cerca si gana. «La Segunda ya sabemos que es una Liga muy competida y en estas últimas jornadas más aún. Los rivales se juegan muchísimo. También está el factor externo, que el futbolista intenta evadirse un poco, pero todo influye, el ambiente... Es momento de tener la cabeza fría y de pensar con claridad».
Ese objetivo del cuadro txuri-urdin y su comportamiento es una 'caja de bombas'. «Creo que es un rival competitivo, con jugadores muy jóvenes, con muchas ganas de demostrar que están haciendo un buen año, pero ya sabemos que la Segunda es muy complicada. Hay equipos muy veteranos. Es un equipo con talento, con un gran entrenador y, por supuesto, nos va a poner las cosas muy difíciles».
Además, para los indálicos está lo vivido en la ida. «Va a ser un rival difícil. A nosotros si es un rival que sale a jugar la pelota también nos viene bien. Cuando un equipo juega más defensivo es más complicado. Ellos son un equipo con talento, que juegan al ataque y van a ir a por la victoria igual que nosotros».
Portillo, sin embargo, dudó de si el del viernes sería el partido del ascenso porque ganar situaría a los almerienses a una victoria del salto de categoría. «No lo sé. Nuestra única meta está en ganar los tres puntos el viernes y ya después que pase lo que tenga que pasar. Lo más importante es el viernes y olvidarnos de lo que pueda pasar el sábado o la próxima semana». Para él no hay otro objetivo que «cerrar el partido el viernes con una victoria, volver a casa y ojalá que podamos celebrarlo aquí».
Hay que hacerlo con los pies en el suelo. «Nos toca normalidad. Lo que nos ha llevado hasta aquí es ser un equipo trabajador, humilde, con ganas de seguir haciendo las cosas bien. Nos queda ese último tirón y no hay que salirse del guion ni hacer nada especial, sino darle normalidad a la semana, tener ilusión, ambición e ir a por la victoria».
Esta podría dar el ascenso en diferido, y llevarla al sábado en lugar de al viernes. «Sí que es cierto que estaba la posibilidad de que el Valladolid no ganara y nosotros ganando podíamos ser ya matemáticamente equipo de Primera, pero tampoco cambia mucho el guion. Tenemos que hacer lo mismo que antes, ganar los tres puntos y esperar. Es momento de centrarnos en nosotros, olvidarnos de los rivales, estamos en una posición privilegiada, lo habríamos firmado todos, y ahora a rematar la faena».
Si el ascenso se logra además siendo campeones debería ser para tenerlo en cuenta. «Creo que cualquier equipo se cambiaría por nosotros. Dependemos de nosotros mismos. Lo merecemos también porque el equipo ha hecho un año increíble y nos queda el último paso, que no va a ser fácil ni mucho menos».
A esto se llega tras ganar al Amorebieta en una exposición de gran trabajo. «Sí que es cierto que el otro día, en la primera parte, no estuvimos bien. Hay que ser realistas y al futbolista también le influye un poco todo. Aunque intentamos evadirnos, al final notamos también esa sensación de que lo tenemos cerca, ganas de agradar y quizás eso nos pasó un poco factura. Al final, el equipo se tranquilizó, hizo una buena segunda parte y ese es el camino a seguir».
Y por esa situación, el ascenso está en la mano. «Está todo muy igualado. Con la victoria del Valladolid se ha apretado todo y nuestra única mente está en el viernes, en conseguir la victoria, sabiendo que no va a ser fácil, seguramente dando el máximo todos podemos conseguir la victoria».
Lo bueno de este equipo es no 'creérselo'. El cuadro rojiblanco ha pasado 'temporales' y momentos de euforia que no han trascendido porque hay «calma y tranquilidad. Es momento de darle normalidad a todo, seguir haciendo las cosas como venimos haciéndolas, no pensar en más allá, en ascender. Es momento de tener los pies en el suelo, de confiar en lo que hacemos, que es lo que nos ha llevado hasta aquí y de que llegue el viernes y que ojalá que podamos conseguir la victoria»
También lo es por la composición de la plantilla «Creo que hay una mezcla entre juventud y quizás un poco más de veteranía que es un cóctel perfecto. No puedes sacar la cabeza cuando vas bien, ni hundirte cuando va mal. Este equipo se ha mantenido en una línea estable y es momento de darle normalidad, de pensar en el viernes y solo en el viernes».
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