El Granada, sin margen de error

El Granada tiene mucho en común con su próximo rival. Al menos en las dos últimas campañas. Después de hacer un ridículo mayúsculo en Primera, hace unos cuantos meses, como hizo la UDA, ahora en Segunda División está teniendo problemas para sellar su pase a los playoffs cuando su objetivo era el ascenso directo.

Al igual que la UD Almería, comenzó la Liga de forma irregular, aunque los granadinos sí que movieron ficha con el drástico cambio en el banquillo dando salida a Abascal para dejar paso a Escribá. Con ese cambio se apostaba por un fútbol más sólido, más ajustado a las exigencias de una categoría en la que se castiga especialmente a las defensas débiles, como bien sabe la UDA.

No obstante, tampoco Escribá ha logrado alcanzar el nivel deseado, aunque por el potencial de su plantilla tampoco han llegado a descolgarse en ningún momento de la opción real de entrar en los puestos de playoffs. Lo del ascenso directo, objetivo inicial, sí que es algo que se olvidó hace tiempo, especialmente por la fragilidad que ha demostrado el equipo fuera de casa, recibiendo una dolorosa goleada en Córdoba (5-0) o la última derrota en Tenerife ante un rival en apuros.

En su estadio se muestra algo más firme que fuera, aunque para nada está siendo un equipo fiable, a pesar de que, si gana hoy sábado, dejará a la UDA con un punto por encima y en clara disposición de abordar los playoffs. Aún así, los golpes recibidos esta temporada por la afición nazarí han provocado cierto ambiente de zozobra en Los Cármenes.

Sistema táctico

Escribá es un técnico especializado en equipos de alta gama de Segunda División. El ex del Elche apuesta por una defensa poblada, con cinco hombres de los que tres son centrales y fijos en la parte de atrás y dos carrileros en los costados. De esta manera, el Granada es más conservador en su propuesta buscando sufrir pocos daños para aprovechar sus ocasiones. Todo al más puro estilo Escribá.

De hecho, la presencia de dos carrileros de largo recorrido permite sacrificar la figura de los extremos puros para buscar más presencia en la zona ancha de cara a dominar el centro del campo. Con ese dibujo, es obvio decirlo, también se ve reforzada la defensa cuando puede conformarse para un ataque estático del rival de turno.

Eso sí, los contragolpes son el punto débil de este dibujo y en ello trabaja el Granada cada semana para minimizar daños. Especial cuidado deberá tener frente a la UD Almería que ha demostrado manejar a la perfección esa suerte ofensiva.

Es cierto que Escribá es muy amigo del sistema 1-4-4-2, pero, de momento, la defensa de cinco ha permitido al Granada dar un salto importante en la clasificación y es más que probable que ese sea el esquema utilizado frente a una delantera peligrosa que cuenta con el máximo goleador del campeonato.

El técnico nazarí ha variado muchas veces de sistema, apostando por 1-4-1-4-1 o por un 1-4-2-3-1, pero, en todo caso, la filosofía es siempre la misma. Rigor táctico, con especial atención al sistema defensivo, tratando de construir desde atrás y evitando en lo posible que lo haga el rival. Se podría decir que Escribá, después de aquella campaña en la que su Elche arrasó en Segunda con un potencial defensivo descomunal permitiendo rentabilizar los goles conseguidos, quiere aplicar la misma fórmula en Granada. Pero no está terminando de dar con la tecla y el tiempo se acaba.

Así, frente al Almería, rival directo por los playoffs, el concepto de final se ajusta a lo que hay en juego. Porque los nazaríes se han quedado sin margen de error y un tropiezo frente a la UDA podría hacer casi imposible su acceso a los puestos de playoff.