Mañana en Huesca hay un partido de esos que anuncian batalla. No será la guerra, pero sí el lugar donde la conquista puede ser importantísima, incluso para que no haya 'zozobra' en los asientos. Esa no le preocupa a José María Gutiérrez, casi convencido de ... que lo que tenga que pasar serán 'cosas' del 'ciclo de la vida' futbolística. Tampoco el hecho de que a Luis Fernández, extécnico de Athletic o Betis, se le haya vinculado a la entidad indálica si mañana hay derrota.
Al madrileño sólo le interesa el partido de El Alcoraz y la conquista de los puntos, que pueden deparar un cambio en el ánimo de un equipo, el rojiblanco, que pretende salir del bache de resultados de las últimas tres jornadas ante un rival que, también en proceso de búsqueda de 'recursos' anímicos, pretende llevar el partido a su terreno.
«Es un poco todo, no sólo los tres puntos, sino también enfrentarte a un rival que sabes que es bueno, que en su casa está haciendo las cosas bien, que tiene el mismo objetivo y que nosotros venimos de no hacer las cosas tan bien como nos gustaría, que son tres puntos que por encima de los puntos, anímicamente, si el equipo es capaz de ganar, nos va a venir bien», expuso el entrenador de la UDAlmería, en su comparecencia de ayer en la sala de prensa del Estadio de los Juegos Mediterráneos.
Complicado
No va a resultar un partido fácil para ninguno de los dos y así lo aventuró el rojiblanco. «Creo que un partido complicado para los dos. Es un equipo que en casa está muy bien, que es muy sólido, que juega muy bien al fútbol». De todas formas, también avisó de que «se enfrenta ante un equipo que lleva muchos puntos fuera de casa, que viene de tres resultados malos y que quiere seguir estando ahí arriba y qué mejor plaza para poder hacerlo que en un campo donde nos encontramos a un rival que también quiere ascender».
Por lo que ronda a la cita, el partido tiene 'tintes' de ser vistoso. «En teoría sí. Dos equipos que quieren tener el balón, que les gusta jugar, que salen bien a la contra. Son dos equipos que hacen goles, que es cierto que tienen un fútbol atractivo y es lo que vamos a ver. Dependerá mucho de cómo vaya el resultado y cómo transcurra el partido para ver un partido más vistoso o menos», reconoció José María Gutiérrez.
El mismo argumento utilizó para hablar del comportamiento de los suyos. «La verdad que me gustaría que mi equipo controlara a nivel defensivo. A nivel ofensivo ser vertical y tener esas transiciones que nosotros tenemos de defensa-ataque sería lo ideal, pero veremos cómo transcurre el partido y veremos sobre todo cómo puede competir el equipo ante un rival tan difícil y fuera de casa».
Lo que sí es cierto es que el Almería también se comporta con solvencia a domicilio. Lo del bloqueo a lo que acudió Gutiérrez el pasado viernes, tras perder frente al Racing, no es crónico. «Lo dije porque el equipo recibió un gol pronto y eso hizo que al equipo le costara en ese partido. Creo que a partir de ahí no hay que desbloquear a nadie, son grandes jugadores, tengo el privilegio de tener una gran plantilla y nosotros vamos a ir a competir. Yo lo tengo claro. Esperemos que esas estadísticas –las de la solvencia lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos, nos sirvan para sacar un buen resultado. El hecho de ser un equipo que puntúa fuera de casa que nos sirva para motivarnos un poquito más y poder sacar un resultado bueno».
Es algo parecido a lo de la juventud, que puede ser un impedimento o un impulso. «Puede ser una ventaja y un inconveniente. En el caso del partido del Racing fue un inconveniente y en el caso de cualquier partido y de cualquier cosa en la vida la juventud te puede venir bien en el sentido de que puedes tener menos responsabilidades, puedes disfrutar más de ciertas cosas que cuando vas madurando las haces de una forma diferente. Hay que sacar el lado positivo de la juventud e intentar que sea para motivar a los jugadores y para que se encuentren mejor en el campo», expuso.
Autoexigencia
El encuentro sí es cierto que se acoge a esa autoexigencia que surge desde el mismo club con el ascenso como palabra 'bandera'. El técnico indálico asumió que «las exigencia es máxima, no sé si es mucho o poco, lo que está claro es que desde las primeras jornadas el equipo está arriba y estamos en la jornada 27 y el equipo sigue estando arriba». Por ello no escondió que «es normal que la exigencia suba cuando quedan menos partidos. Creo que hay que estar tranquilos y pensar sólo en partido a partido y a partir de ahí podremos lograr los objetivos, pero si ahora mismo nos ponemos a pensar en subir, a la altura en la que estamos, es complicado y sí que es cierto que produce mucho nerviosismo a todos».
Ese estado de ánimo que puede afectar a la plantilla, aseguró, que se corrige «no sólo la autoestima, sino también con el trabajo. El trabajo tiene que ser importante y son jugadores que llevan mucho tiempo jugando, que saben que este tipo de rachas suelen pasar en todos los equipos y en todas las temporadas. La capacidad para poder aprender de las malas rachas y tener la cabeza arriba creo que eso va a ser importante para saber el nivel que podemos dar en Huesca».
Allí, será importante ver el punto en el que se encuentran los nuevos. «Todo tiene su trabajo y sobre todo jugadores que vienen de otros clubes, que necesitan un poco entender lo que queremos de ellos en el equipo, pero estamos muy contentos con todos los que han llegado. Creo que tenemos una gran plantilla y para mí cada sábado es muy complicado poder sacar un once porque creo que hay muchos jugadores que están entrenando muy bien y se merecen jugar».
La comida del pasado miércoles sirvió para unir. «Fue una comida de los jugadores que han venido nuevos, un poco para integrarse dentro del grupo y la verdad que fue una comida bastante buena en el sentido de que todo lo que sea estar juntos en los malos momentos y poder charlar y estar unidos, aunque sea en una comida, siempre es bueno», sentenció el entrenador unionista.
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