El amigo Tebas le importa un pito que los jugadores de los equipos pequeños, que para él son todos los que no sean del Madrid o del Barça, se deshidraten. Tan poco le importa el tema que, con las televisiones aumentando la sinrazón, se organizan ... horarios imposibles de asimilar por una mente normal y bienintencionada. No todo es dinero en la vida. O sí. Que de todo hay en la viña del Señor.
Total, que a vuelta con los horarios, después de sufrir un calor extremo frente al Rayo en la zona de sombra del 'Power' (tribuna y fondos) los que allí estuvimos pudimos ver a nuestros paisanos de la parte de preferencia pasar al estado líquido, alguno hasta gaseoso con la consiguiente evaporación. Todos al borde de la unidad de quemados, al menos de quemados físicos, porque del otro tipo, de quemados con el amigo Tebas, somos todos miembros de la misma unidad.
El tema Javi Tebas siempre es recurrente y de él hablamos continuamente porque, con un canuto que le va de oreja a oreja por el interior de su masa blanda, seguramente gris, todo lo que entra por un lado le sale por otro. Las teles y el puto dinero son los que mandan hasta el extremo de poner en riesgo, literal, la salud de las personas. No creo que hayan hecho, Liga y 'teles', un análisis que acredite la compensación de daños en la salud con los euros ganados. Menos aún en proporción a la gente enganchada a un Almería-Rayo por la tele. Imagino que no serían hordas de abonados a las plataformas las que lo dejarían todo, en pleno verano, para ver un Almería-Rayo. Pero, aunque así fuera, no merece poner en riesgo a nadie por ello. Ni a una sola persona. Si encima poca gente se engancha a ese limitado espectáculo deportivo, ya sí que es verdad que entramos de lleno en el género tonto o, siendo menos suave y algo más gráfico, en el miserable.
Este finde llega el Madrid con sus estrellas a vérselas no sólo con los hijos del desierto, no. También les espera el calor del desierto. De nuestro desierto. A las siete y pico de la tarde. Ahí queda eso. Creo que el bueno de Tebas y sus amigos de la tele no han contemplado lo que pueden sufrir las blancas estrellas. Van a tener que hacer de urgencia el trasvase Tajo-Segura o el que sea para reponer la pérdida de líquido de los inmaculados madridistas. Porque, que pasen calor vallecanos y almerienses, poco importa a los que se están cargando la liga. Que lo sufran gaditanos y rojiblancos la semana próxima, menos aún. Pero como caiga un madridista al suelo por falta de aire, agua y oxígeno antes de la pausa para la hidratación, vamos a tener sobredosis de información meteorológica y de primeros auxilios en todos los programas deportivos de tirada nacional o lo que es lo mismo, de alcance merengue y culé.
Empezamos a parecer cansinos los que insistimos en la insensatez de esta liga venida a menos por decisiones de origen descerebrado. Pero una cosa les digo, que más cansinos son ellos. Y negligentes. En el nombre del euro y hasta del céntimo. Y aún así, nos gusta el fútbol. Triste condena.
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