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Saber leer trasciende el acto de decodificar palabras, convirtiéndose en una herramienta esencial para comprender, interpretar y construir significado en un mundo lleno de información. La lectura permite acceder a conocimientos y perspectivas diversas y también desarrolla habilidades críticas como el análisis, la reflexión y la capacidad de cuestionar. Más allá de lo académico, saber leer favorece la empatía al conectar con historias y experiencias ajenas y contribuye a la autonomía al facultar a las personas para tomar decisiones informadas en su vida cotidiana. En un sentido amplio, leer es la puerta de entrada a un aprendizaje continuo y a una interacción más profunda y consciente con la realidad.
Si se habla de fútbol, la capacidad de leer un partido resulta fundamental, especialmente cuando se enfrentan un equipo como el Almería, acostumbrado a dominar, contra un rival con una presión asfixiante como el Mirandés. Según las declaraciones de Rubi, el Almería mostró una evolución significativa en su juego al adaptarse a un partido exigente en el que no siempre pudieron imponer su estilo. Durante los primeros 25-30 minutos, la UDA logró generar peligro y tomó la delantera, pero tuvo que lidiar con un Mirandés que le incomodó constantemente con su presión alta. La gestión del balón y la toma de decisiones en momentos críticos permitieron al equipo mantener la ventaja y minimizar los riesgos, demostrando que sabe sufrir y defender cuando el desarrollo del partido lo exige. Esto subraya la importancia de reconocer las fortalezas del rival y ajustar la estrategia para superar las dificultades que plantean equipos que, como el Mirandés, complican el juego.
Por otra parte, el Almería también evidenció que ha ganado en madurez y que se está adaptando mejor a las demandas de la Segunda División. Rubi destacó cómo, pese a no haber mostrado la mejor versión de algunos jugadores, el equipo supo competir y cerrar el partido con solvencia. Además, señaló que este tipo de encuentros de pocos goles y alta intensidad refuerzan el carácter del equipo, que ahora combina trabajo defensivo con un estilo valiente de ataque cuando las circunstancias lo permiten. El Almería no sólo consiguió un triunfo ante un rival fuerte, sino que también consolidó su capacidad para alternar entre momentos de control y situaciones en las que deben resistir. Este equilibrio, junto con el apoyo de la afición en los momentos finales, está marcando la identidad del equipo en una categoría tan competitiva como la Segunda División.
La importancia de ganar
Rubi, en sala de prensa, 'prolongó' las palabras del jueves en la antesala del duelo, pidiendo que si se ganaba se pusiera en valor el cómo y ante quién. «Creo que el primer tiempo era para, sobre todo los primeros 25-30 minutos, irte con ventaja más grande de 1-0, es así. En la segunda parte hemos tenido alguna situación también, el mano a mano de Luis Suárez y alguna jugada en la que podríamos haber hecho algo más de peligro». Relató la capacidad del Mirandés, «un equipo que te incomoda, te acaba presionando todo el rato. Entonces hay momentos que tienes que tomar menos riesgos» para ensalzar el trabajo de la UDA«que ha ganado el equipo desde el principio de temporada saber sufrir esos momentos que no estás cómodo, no nos apuramos, no nos ponemos nerviosos y nos ha tocado quizás defender un poco más de lo que nos hubiera gustado, pero lo hemos hecho bien y prácticamente no hemos tenido situaciones de peligro», resaltando que «el problema era que nos costaba un poco tener la pelota en la segunda parte, pero hay partidos que se dan así. Lo podríamos haber matado a la contra, no lo hemos hecho, hemos hecho un ejercicio de balón parado importante, muchas faltas laterales, muchas faltas lejanas, los córners y los hemos resuelto bastante bien, Ese es un paso al que tenemos que darle continuidad y a seguir estirando el chicle todo lo que podamos».
Y lo cierto es que esta categoría exige mucho. «Sí, porque no siempre puedes estar al 100% de tus cualidades porque miras uno por uno los futbolistas, quizás no hemos visto la mejor versión de muchos de ellos, pero han trabajado para ganar los puntos y además también depende contra quién juegues. Hay unos tipos de rivales que nos van mejor, otro tipo que nos van peor y éste era de los que nos lo pone difícil, lo sabíamos, porque expone mucho en la presión, pero también a veces te obliga a tener un poco de miedo a equivocarte atrás con tanta gente que te presiona y lo hemos interpretado bien. Creo que podríamos haber hecho más daño en alguna situación de contraataque, de transición, pero también sabía que el partido iba a ser de pocos goles».
Saber sufrir
El inicio de temporada, arrastradas las sensaciones del pasado curso, caótico, han sido empujadas del vestuario casi de forma violenta, con una demostración de saber sufrir que nadie consideraba, en septiembre, podría aparecer, también con el apoyo de la afición. «Sí, ha sido muy bonito porque quedaban pocos minutos y han visto que necesitábamos un aliento extra y lo hemos tenido y creo que nos ha ido muy bien porque al jugador, quieras que no, te saca un poco de esa rutina de que estás dentro del partido que parece que vas sólo trabajando, trabajando y de repente, es verdad, va al último esfuerzo. Y se ha producido así. Es verdad que ya te digo que estamos ya dándole cosas a la afición, estoy contento. Creo que somos el segundo mejor local con un partido menos y yo creo que al final la afición vuelve a disfrutar, que es lo importante, a veces con mejor fútbol, a veces con trabajo, pero es innegable que el equipo está súper implicado».
Además, existe otra conquista tras el partido ante el Mirandés. El Almería lleva impreso en su camiseta el sello que le acredita como equipo que ha sabido entender cómo es la Segunda División. «Obviamente también intentamos tener algo más de acierto en algunos momentos, en transiciones y tal, nos ha faltado un pelín, pero es así, el equipo, cuando tiene que ponerse el mono de trabajo, lo hace, pero en la Segunda División hay de todo. Quiero decir que la Segunda no es sólo trabajar, defender, aguantar resultados; hay equipos, y nosotros somos uno de ellos, que también juegan a atacar, a ser valientes y hay muchos ejemplos también de eso. Yo creo que cabe todo en la Segunda División».
Lopy, Melero...
El partido también fue una reivindicación de jugadores señalados por el dedo acusador que, pasado un proceso de trabajo, rinden al nivel de exigencia de la categoría, como puede ser Gonzalo Melero, al que Rubi puso en valor. «Yo creo que en la primera parte ha recuperado algunos balones también importantes. No sólo es Melero, que en un momento dado te da juego, porque ya sabemos que eso lo tiene, pero él se siente bien, se encuentra muy bien a nivel físico y el cambio ha sido más por el golpe que se ha llevado en las costillas, que en principio pensamos que no es nada porque no pudiera acabar el partido. Aunque aún así, él sí que es verdad que los minutos finales va remando un poquito más, pero eso son sus características. Estoy muy contento porque está con una actitud muy buena, también a nivel defensivo, porque yo sé que en ataque no hay ningún problema con él y además es de los jugadores que más ayuda en el vestuario a los jóvenes a estar al lado de un compañero que no está bien. Es un veterano de los que vale la pena, veterano con 30 años», resaltó.
Como queda dicho, se fue por molestias, no por un cambio de guion en la interpretación del partido. «Ha habido para mi modo de ver un tramo más antes del minuto 70, donde ellos con Joel Roca y Reina nos recibían un poco ahí a las espaldas de Lopy y de Melero y hemos estado dudando mucho de si hacer algún cambio un poquito para reforzar esa zona antes. Y precisamente en los minutos finales hemos entendido que eso ya no era peligroso, que ellos ya iban por fuera y buscaban centro. Por eso hemos pasado a acabar los últimos minutos con defensa de cinco. Pero al final hay momentos que tienes que tomar esas decisiones y creo que el no habernos precipitado en un momento dado nos ha podido venir bien en este caso».
El rival y el partido
Rubi ya avisó el jueves de la capacidad del Mirandés para ponerlo todo 'patas arriba'. Es interesante su propuesta y su capacidad para interpretar los partidos, aunque Rubi alabó a los suyos. «Yo te hablo de nuestro rival. Estoy muy contento con mi equipo porque se ha tomado muy en serio al Mirandés. Hemos trabajado sabiendo que venía un gran equipo, que sabíamos que nos iba a poner las cosas difíciles». Si puede estar más o menos arriba, «mi respuesta es que lo veo con opciones a estar con los equipos de arriba porque va a ser un equipo que creo que va a encajar muy pocos goles todo el año. Tienen mucha presencia física. Alessio ha encontrado un sistema con lo de los cinco atrás que creo que les da muchísima solidez y, en base a eso, quizás es un equipo que le va a costar un poco de vez en cuando marcar algún gol, pero creo que puede pelear todo. Lo veo así de claro, porque nos ha hecho sufrir mucho».
Rubi, que descartó que Pozo tuviese problemas porque «ha entrado al vestuario, ha puesto la Bamba otra vez, estaba saltando como el que más y creo que no tiene nada», habló también del penalti no penalti. «En el campo sí que he visto lo que es el gesto de agachar un poco el hombro, toda la zona de la parte de arriba del cuerpo. Luego, como estoy cerca del televisor y aparte tenemos el televisor del banquillo, me ha parecido muy claro que no había ningún tipo de mano... También puedo entender al árbitro que al ver el gesto eso le haya podido confundir. Eso también lo pienso».
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