El Mallorca empieza a arrancar

Almería. El Mallorca fue uno de los protagonistas del mercado de verano gracias a unos movimientos de compraventa que hicieron despertar la ilusión en la isla. Especialmente con la llegada de Darder, deseado también por la UDA, así como por el 'intercambio' de última hora de Samú Costa por Baba, para conformar un centro del campo que mezclaba talento y garra a partes iguales, la cosa pintaba muy bien. Incluso el reencuentro de los exrojiblancos Samú y Morlanes, después de haberse entendido a la perfección en la UD Almería, era otro estímulo para creer en una temporada exitosa.

A ellos se unía la llegada de Larin quien, junto a Muriqi y Abdón, conforman una delantera más que interesante para conseguir objetivos en Primera División.

Sin embargo, la realidad ha dado un baño severo a los mallorquines. Metidos en la zona baja, viendo las jornadas pasar de largo sin victorias, la preocupación se ha instalado en Son Moix. De todos los equipos que están firmando la peor temporada que se recuerda en cuanto a la zona de descenso, los bermellones han sido los primeros en romper su nefasta racha con el triunfo de la pasada jornada frente al Sevilla (1-0), otro que, pese a su renombre, está metido entre los 'malos'. En el 'Power Horse', ante otro rival directo por la permanencia, los baleares pretenden cerrar 2023 alejándose de los señalados para el descenso.

A los mandos de la plantilla bermellona está el mejicano Javier Aguirre, garantía de intensidad y personalidad. Además de conocimiento extenso del fútbol que se practica en 'LaLiga'. Su dibujo de partida suele ser un 1-5-4-1, con defensas centrales potentes donde destaca Raíllo (lesionado en el mes de agosto y recientemente ya a disposición de Aguirre).

Y es que la fortaleza defensiva está siendo, en los últimos años y especialmente con Aguirre, un punto de partida para todo lo demás. Conceder pocas ocasiones de gol al rival es una máxima. Rentabilizar las que puedan llegar a favor, es el complemento perfecto para llevar a cabo el plan de juego del mexicano. La guinda al pastel defensivo la encuentran en la portería, con un Rajkovic que es, probablemente, el mejor del equipo en lo que llevamos de temporada.

Los hombres del centro del campo, hasta cuatro aunque en ocasiones se reducen a tres para meter un segundo delantero, suelen situarse en línea y no de forma escalonada para, junto a los tres centrales puros de la defensa y los dos laterales carrileros en labores defensivas, construir un muro para el rival. El contragolpe como plan para este sistema está especialmente trabajado como primera opción. Aunque no renuncian a la posesión del balón en cuyo caso los centrocampistas suelen dibujar un rombo en el que los laterales se incorporan al ataque.

El Mallorca se caracteriza por tener paciencia. Esperan a ver cómo reacciona el rival y en base a ello deciden si jugar a la contra o hacerse con la pelota. La confianza en el talento de Sergi Darder, tanto del técnico, como de sus compañeros, como de la afición, hacen el resto. Aunque el ex del Espanyol no está este año al nivel del pasado, pese al descenso de los periquitos.

El Mallorca visita el 'Power Horse Stadium' con la doble motivación de no ser el primer equipo en perder frente a la UDA y en confirmar su recuperación tras la victoria ante el Sevilla.

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