El Almería hace más méritos, pero sólo empata

Lo cierto es que el equipo rojiblanco se topó con un rival que se dio por satisfecho con las tablas, que miró poco al campo rival y que sólo lo hizo en contadas ocasiones para, con dos tiros entre los tres palos, llevarse una renta inmerecida. Al Almería le faltaron las ideas para franquear la muralla cadista, sobre todo en la primera parte. En la segunda, cuando más méritos hacía para romper el 0-0, el Cádiz se aprovechó de un balón al palo de Salvi Sánchez para marcar por medio de Ortuño. Afectó más la lesión de Dubarbier que el gol amarillo. El Almería, mejor en la segunda parte, buscó el fruto. Ramón Azeez, el mejor de los rojiblancos, consiguió entablar el partido y soñó con ganarlo, pero le faltó el gol.

Posesión sin definición

El Almería fue quien se manejó mejor en el inicio de partido, primero con una acción a balón parado, en el minuto 2, que sacó Fidel y que remató mal Jonathan Zongo, protagonista en el mal final de la segunda acción propiciada por una excelente subida por banda izquierda que acabó con mala decisión del burkinés.

Llegado al primer cuarto de hora, el Almería era el que manejaba el partido. Bien posicionado, tenía el control del juego ante un Cádiz sin demasiadas alegrías en ataque, sin acercamientos al área defendida por Casto. El equipo de Fernando Soriano, sin embargo, se mostraba espeso en los metros finales y fue, a balón parado, la fórmula elegida para desnivelar la contienda.

Con Sebastián Dubarbier como hombre más activo y destacado, al Almería se le nubló el panorama en el minuto 26, cuando una acción de Álvaro García por banda derecha del ataque cadista acabó con el argentino en el suelo, con problemas físicos, siendo sustituido. Sin más jugadores de esa posición, Iago Díaz sustituyó al capitán para ubicarse en banda derecha y que Ximo Navarro pasara a cubrir el lateral zurdo.

No cambió el decorado. El Almería siguió siendo el poseedor del balón, pero nublado de ideas a partir de tres cuartos de campo, sin llegar a inquietar la meta defendida por Cifuentes, bien resguardado por las dos líneas muy juntas con las que planteó el partido con junto cadista, que provocaron un grave problema para la UD Almería, incapaz de superar esa muralla, por muy buena salida de balón. Le faltó el gol que no llegó por esa espesura de ideas en el último cuarto de campo.

Por contra, el Cádiz comenzó a merodear el área rojiblanca. En el minuto 33, la tuvo a balón parado. Una falta de Jonathan Zongo, la lanzó Abel y Casto desvió a saque de esquina. En el 35, una acción de Álvaro García acabó con centro que Salvi Sánchez no acertó a rematar.

Afectado

La lesión de Dubarbier maniató a la UD Almería. Sin embargo, comenzó a desperezarse. Un robo de Ramón Azeez, en el 36, acabó con pase para Jonathan Zongo, cuyo centro al área lo remató Chuli, casi de espaldas, y Cifuentes cortó el peligro.

El Cádiz respondió con la misma estrategia, la de salir en velocidad con Álvaro García como percutor y el jugador amarillo entró por la banda izquierda para buscar el centro al área para Ortuño, que remató de cabeza fuera en una ocasión franca para el equipo de Álvaro Cervera. Llegando así al final de la primera parte.

El Almería salió más intenso en la segunda parte, con más llegada, pero idéntico acierto. En las dos primeras ocasiones faltó el detalle del gol. En el 48, con un centro de Fidel al que la rosca que le dio al balón no le permitió crear rematador. En el 52, fue a balón parado y el remate de Azeez desviado a saque de esquina. La prolongación acabó con intento de Iago Díaz y el rechace pudo ocasionar el primer gol, tras el remate de Trujillo.

Mazazo

El Almería vivía los mejores momentos del partido. El Almería comenzó a asociarse y a crear superioridad a un Cádiz incapaz de comprometer la circulación de balón rojiblanca, con Pozo, Fidel y Ximo Navarro creando superioridad y peligro. Sin embargo, una acción rebotada la aprovechó el Cádiz para adelantarse en el marcador por medio de Ortuño, tras disparo anterior de Salvi Sánchez al palo izquierdo de la meta de Casto.

El Almería se encontró con jarro de agua fría que situó al equipo con un gol en contra y la obligación de conseguir la victoria para que no aparecieran los fantasmas del pasado campeonato, tan reciente en el recuerdo y que suponía un injusto resultado para los rojiblancos. Fernando Soriano introdujo en el campo a Quique González por Jonathan Zongo, pasando al centro de la delantera y Chuli a la banda derecha.

Los rojiblancos no acusaron el golpe. Continuaron los acercamientos. Un córner forzado por banda derecha, en el 69, fue la antesala del gol. Era el duodécimo, botado por Fidel, que la puso al segundo palo. Ramón Azeez, con pasmosa tranquilidad, se acomodó el balón y marcó por el palo derecho de la meta de Cifuentes para poner un resultado más justo en el marcador.

No bajó los brazos el equipo rojiblanco que, en el minuto 83, pudo ver puerta, pero el disparo de Chuli lo sacó a córner Cifuentes, que intervino en el 86 para impedir que el propio Chuli desnivelara el injusto marcador, mientras que la defensa sacó bajo la línea el disparo de Quique González, tras el rechace.

El Almería trató de terminar el partido en el área cadista, pero sin la suerte de ver refrendado el trabajo realizado frente a un Cádiz efectivista, que miró más a su portería que a la meta rival, salvo en el descuento, aunque para impedir que el Almería estuviese cerca de la portería defendida por Cifuentes. Pero, en fútbol, lo que valen son los goles y el Almería no hizo más que el conjunto amarillo.

Otra vez será.