Rubi: «No podíamos fallar y tirar por la borda todo el trabajo de la temporada»

Una reflexión que apuntó tras ver que su equipo tenía una conexión total con el público. Los primeros ganando por 3-0, con penalti fallado incluido, mientras que los segundos animando antes, durante y después del encuentro. Todo para conseguir que fuera un «día muy feliz para toda la familia almeriense». Aunque, para el equipo, hubiera «más presión» al estar el propietario en la grada. «No podíamos fallarle», se sinceró el catalán.

Y no fallaron en un encuentro en el que se dividió de manera clara en las dos partes. En la primera, «nos costaba llegar con la claridad que nos gusta». En la segunda «ha sido un rodillo». Porque ahí se vio el mejor Almería desde que se pusieron por delante en el marcador. Ahí «con espacios, las ocasiones se van sucediendo y han llegado los otros dos goles» para sentenciar.

Así, reconoció que todo se puso muy a su favor con el gol en propia puerta de Andoni López. «El 1-0 marca mucho. Sobre todo a un equipo como el nuestro que llevamos tres porterías a cero seguidas. En la segunda parte ya íbamos más a las claras a por el partido», destacó para hablar, a su vez, de los goles a balón parado que, sea en propia puerta o de un jugador propio, suman tres de forma seguida. El 2-0 también fue de esta manera. Babic se estrenó como goleador, lo que eleva a «18 jugadores diferentes que han marcado y eso es mucho para un equipo».

No quiso olvidar lo que supone la mejoría del equipo a nivel defensivo en esta altura de competición. Tres encuentros seguidos sin encajar, justo en el tramo decisivo de la temporada, poniendo en valor los objetivos que el equipo tiene para lo que resta. «Primero ascender y, después, que Fernando tenga su premio con el Zamora de la categoría por ser el portero menos batido y, además, poder ser el equipo más goleador. Siempre con humildad», para que nadie se le olvide esta premisa.

Eso también se lo ha querido transmitir Turki Al-Sheikh en las horas que lleva en la capital almeriense. Una visita que sabían, aunque sin tenerla confirmada. «Fue una muy agradable sorpresa. Nos dijo que vendría si ganábamos en Burgos, pero no lo teníamos claro. Para nosotros era importante que se fuera contento. Fue muy humano y personal con todos. Siempre con frases de prudencia, para que se logre el objetivo y ya ponernos para pensar en la próxima temporada», admitía Rubi al ser preguntado por si ha podido hablar con el propietario sobre el siguiente curso liguero, en el que ambos esperan que sea como equipo de la Liga Santander.

Eso, por ahora, todavía no han logrado, pese a que, hoy, tuvieran que realizar los jugadores una vuelta de honor una vez acabado el encuentro como si el ascenso fuese ya una realidad. La dieron para agradecer el apoyo del público y porque lo ven cada vez más cerca, sin pensar que ya está hecho, pero agradeciendo desde que llegaron al Estadio de los Juegos Mediterráneos hasta que se marcharon. «Ha sido una pasada el recibimiento. Han cumplido con creces lo que necesitábamos de ellos y, encima, se lo han pasado muy bien». Felicidad absoluta.

Es una razón más para tener «los pies en el suelo». No querer lanzar ninguna campana al vuelo ni nada por el estilo. «En Segunda las temporadas son muy largas. Venimos de encadenar dos playoffs y tenemos la necesidad de verlo ahí, no lo queremos perder», indicaba. Mientras recordaba la conversación que tuvieron antes de iniciarse el choque. «Lo que hemos hablado antes del partido ha sido sobre todo el trabajo que llevamos desde que empezamos en pretemporada. No podíamos tirar por la borda ese trabajo y, además, con el campo lleno de los nuestros».

La próxima parada es el Reale Arena, ante una Real Sociedad B que se ha colocado a la menor distancia con la zona de salvación de todo el curso. A dos puntos de Sporting y Málaga, añade más 'peligro' a la cita del próximo viernes. «Los rivales se están jugando mucho y no nos lo ponen fácil», destacó en lo que era ya una previa.