Rubi dialoga con su plantilla, práctica que incluso realiza de forma individual. UDA
UD Almería

Rubi, un técnico con ADN propio para el Almería

El técnico vilarense pone por delante tener la posesión de balón, practicar un fútbol ofensivo y la adaptación al fútbol que practique el rival

Juanjo Aguilera

Almería

Miércoles, 5 de junio 2024, 23:34

Habrá quienes no sepan ni quién es. Julio Velasco es un libro abierto. Ha sido entrenador de voley en Irán, España e Italia, con títulos de campeón del mundo y europeos en selecciones y clubes. Incluso llegó a ser director deportivo de la Lazio y del Inter en fútbol y hasta Berlusconi lo intentó reclutar para el mítico Milan en 1996 ante una mala racha del equipo rossonero dirigido por Fabio Capello. Antes del mundial de voley de 2018, explicaba en una entrevista a un diario digital argentino sobre las posibilidades de su selección que había ganado el Panamericano y decía que «¿con este equipo a quién le ganamos? Ganamos un Panamericano contra el Brasil B. Es un error vender humo, porque el humo nos hace toser. Tenemos que estar convencidos, pero hay que mantener la humildad, porque este equipo no ha ganado nada importante que justifique demasiadas expectativas».

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El argentino decía, sobre los aspectos tácticos, que «hay dos conceptos fundamentales en un equipo: el sistema y el método. El sistema es una organización del equipo, que no resuelve todos los problemas, pero que da respuesta a los más comunes. Eso permite que la mente del jugador este libre para resolver los más difíciles, los que cambian más, los que se repiten menos, que después son los que hacen la diferencia. Si estamos hablando de primer nivel de rendimiento, las cosas que se repiten todo el mundo las hace bien… Entonces, el sistema de juego tiene que hacer que los jugadores puedan tener más tiempo para la creatividad porque hay cosas en el sistema que ya las resuelve. Acá hacemos así, acá hacemos esto otro. Y ya está. El método, en cambio, tiene que ver más con el entrenamiento. Porque es el modo para poder lograr, por una parte, que el sistema funcione y, por otra parte, estimular la creatividad, sea en la fase de ataque o defensa. Porque el rival también usa la creatividad. Entonces tengo que usar mi creatividad para contrarrestar la del otro».

César de la Hoz, la piedra filosofal de sus dos proyectos anteriores. UDA

Rubi, que ya ha cogido los mandos de la nueva UD Almería –el martes por la tarde salía del Power Horse Stadium a eso de las siete de la tarde–, tiene un sistema, o varios, y un método. Si hay que atenerse a las dos temporadas completas con la UDA, el de Vilassar de Mar hizo un dibujo que tenía dos claves. De un lado, César de la Hoz, importante en las dos campañas porque era el hombre importante por esa capacidad de incrustarse entre los centrales para sacar el balón, lo que oxigenaba en aspectos defensivos a jugadores como Samú Costa o Lucas Robertone, más ofensivo y participativo para sorprender a los rivales en tareas ofensivas, como finalizador como asistente. El otro era Sadiq Umar, en la primera campaña, y su salida en los albores de la temporada en Primera le hizo manejar armas para paliar la salida de un hombre gol y la logró encontrando, con jugadores como Luis Suárez o Leo Baptistao.

Búsqueda

Es muy fácil tener fe cuando se produce un milagro. La verdadera prueba de la fe es tenerla sin que los haya. De este modo, Rubi siempre tuvo fe en que su sistema funcionaría en Primera, pero necesitó probar y probar, no sólo en lo que se refiere al dibujo, sino también en quienes 'lo pintaban'. Por eso será clave encontrar a algunos de los que 'pintaron' entonces.

Los inicios del campeonato en Primera, obligaron al vilarense a decantarse por el 1-5-3-2, en gran medida como consecuencia de un aspecto inteligente, el del conocimiento. Claro que es cierto que la Segunda División no se parece a la Primera. El Almería se pasó el curso en la división de plata dominando el balón, mientras que la máxima categoría hay otras exigencias, pasando de dominador a dominado, de ser un equipo eminentemente atacante a sentirse 'atacado', aunque las intenciones fuesen idénticas. Era una respuesta al gen competitivo de Rubi, que suele aplicar a sus equipos un planteamiento valiente, tal y como demostró en Almería en sus dos temporadas, por más que las circunstancias cambiaran. El toque y el buen trato de balón están en su ADN. Su propósito siempre es el de salir con el balón controlado desde atrás, donde Fernando –titular en las dos temporadas– jugaba un papel fundamental, si bien se sabe que las 'inclemencias' le pueden hacer cambiar de propuesta para ejercer un juego más directo. Rubi es fiel al 1-4-3-3 siendo un técnico con una apuesta por el fútbol ofensivo. De todas formas, no se cierra a otros dibujos. Del mismo modo, el vestuario juega un papel fundamental, con un trato hacia sus futbolistas que mejora el rendimiento deportivo.

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Versatilidad

Reforzando lo anterior, si las cosas salen a la primera puede ser también algo sujeto a la casualidad y competir en Primera requiere que el resultado sea causal, es decir, como consecuencia de una premeditada manera de jugar. Se podría decir que el técnico vilarense ha trabajado con dos sistemas y sus respectivas variantes. De salida, durante las primeras jornadas del campeonato la UD Almería jugó con cinco defensas como base, derivando a un equipo más ofensivo –una de las virtudes que surge de un sistema que parece defensivo, pero que no lo es– porque los dos carrileros se incorporan al centro del campo y 'profundizan' en banda, abriendo un abanico de fútbol vertical.

Con Jaume Torras, su mano derecha. UDA

Con Jaume Torras como su mano derecha, siempre va a los partidos consciente de a qué se mide cada jornada. En UDA Radio, antes del comienzo de los partidos, siempre fue Jaume el encargado de hablar del sistema y de los métodos, sin olvidar el trabajo de Xabi Gil y Manel González. Eso le ayudó al técnico vilarense a afrontar con mayores garantías de éxito el encuentro. Su capacidad de lectura le permitió encontrar su bloque al saltar al terreno de juego y realizar un trabajo mucho más efectivo durante la semana.

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El equipo

Con Fernando bajo palos por esa buena salida de balón, Alejandro Pozo, que estuvo desaparecido en este pasado curso, fue el jugador de campo con más minutos en la temporada 2021/22 y dispuso además de muchos minutos en la 2022/23, donde fue el lateral derecho, por delante de Houboulang Mendes, si bien Rubi también utilizó a Chumi, en los primeros partidos del curso. Lo mismo el sevillano 'coge' puesto, aunque deberá ser si Marc Pubill, la principal 'perla' en la UD Almería en este mercado, no es vendido. En el curso en Segunda, Chumi fue uno de los preferidos por Rubi, aunque con la llegada de Rodrigo Ely perdió protagonismo, que también fue menor, pese a ser titular en 21 partidos, en la temporada de la permanencia, siendo un 'comodín' que Rubi utilizó incluso de lateral diestro. Sergio Akieme y Álex Centelles se intercambiaron en el lateral izquierdo. Salvo el zurdo valenciano y Chumi, los demás continuaron en Primera gozando de un puesto en el once tipo.

En el centro del campo Costa y Robertone eran fijos en Segunda, con la presencia del citado César de la Hoz, con menos protagonismo en Primera, apareciendo Eguaras, Gonzalo Melero o Arnau Puigmal, mientras que arriba aparecían Portillo, Ramazani y Sadiq Umar, que cambiaron el segundo curso, con Luis Suárez, Leo Baptistao, El Bilal Touré o Adrián Embarba. Tres de los cuatro están, pero será importante la llegada de un 'nueve-nueve', salvo que Ibrahima Koné pueda ocupar y demostrar que la sustitución por El Bilal fue acertada.

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