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Turki Al-Sheikh y Alfonso García, el día de la firma del traspaso. UDA
UD Almería

Se cumple un año de la llegada de Turki Al-Sheikh a la UD Almería

Hoy es el aniversario de la compra del jeque saudí de las acciones a Alfonso García Gabarrón, que fue presidente de la entidad rojiblanca desde 2003

Juanjo Aguilera

Almería

Domingo, 2 de agosto 2020, 11:54

El 2 de agosto de 2019 nacía una nueva etapa en la UD Almería al adquirir el magnate saudí Turki Al-Sheikh las acciones de Alfonso García Gabarrón, con lo que se convertía en el nuevo propietario de la entidad. 16 años después de que ... el empresario murciano comprara a Guillermo Blanes el club, se producía este cambio tan radical puesto que el ministro de Arabia Saudí, con una importante trayectoria en el mundo del deporte y empresarial, apostaba por un ambicioso proyecto en todos los aspectos, sin precedentes en Almería. La expectación era enorme.

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La historia tiene un principio en julio de 2003. En esa fecha, la UD Almería daba un giro importante a su historia y entraba en una nueva etapa, después de haber 'nacido' oficialmente tan sólo un verano antes. El empresario murciano Alfonso García Gabarrón adquiría de Guillermo Blanes la mayoría de la acciones de la entidad indálica y se convertía en el máximo accionista, además de en el presidente del club. Su etapa trajo alegrías, muchas, y decepciones, algunas y al final, por las ilusiones de una afición con ganas de más y un presidente que aportó cada vez menos. El club, de todas formas, logró en 2007 un ascenso a Primera perseguido durante una treintena de años y que se llevó a muchos por delante, equipos y personas. Hasta seis temporadas en 16 cursos estuvo peleando con lo más grande del 'planeta fútbol' en España y además ganando a casi todos -de los equipos 'vivos' que han sido campeones de Liga sólo se escapa el Barça-. Sin embargo, los últimos años fueron como el título de aquella película, todos los años eran 'El año que vivimos peligrosamente', como un 'recortador', siempre en el filo de los 'pitones' por el 'descenso' en el presupuesto. De últimas, cumplió con lo que parte de la afición quería, pero durante algún tiempo siempre salió la frase de «se creen que no quiero vender; claro que quiero, si no pasa nada, pero siempre que venga alguien con un proyecto interesante e importante», expuso en junio de 2018.

Un año y dos meses después, esa incertidumbre quedó resuelta. Llegó Turki Al-Sheikh con ese proyecto interesante e importante para cambiar la vida del Almería y de una afición parecida a aquellos 'sufridores en casa' del '1, 2, 3, Responda otra vez' que veían el premio, pero en el estudio, los que jugaban por ellos, elegían la 'calabaza'. Esta la convirtió el jeque saudí en la carroza en la que quiere trasladar al equipo no sólo a Primera, sino a hacer cosas importantes.

Cambio

El Almería pasó de ser un equipo del montón, en cuanto a presupuesto y capacidad de fichar, a ser el tercero y porque LaLiga no dio el visto bueno a la ampliación de capital que quería llevar a cabo Turki Al-Sheikh. Lo cierto es que con la llegada del Ministro de Entretenimiento saudí el nombre de la ciudad y provincia ha sonado gracias al fútbol. Ver un partido del Almería tuvo incluso premio porque, en ese intento de llenar el Juegos Mediterráneos, la brillante operación de marketing sorteó coches entre los aficionados locales, unas veces entre los abonados, otras entre los que compraban una entrada del sector local. El número de espectadores ha crecido como media.

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Con la llegada de Turki Al-Sheikh, el Almería cambió incluso de fisonomía. De principio tuvo las ideas claras. El equipo no sería una fábrica de jugadores que luego los disfrutaran otros y quienes besaran el escudo como el jeque saudí lo hizo el día que firmó el traspaso sería para crecer como rojiblancos. Se propuso hacer un equipo a su medida, donde valieron pocos de los que él y su comisión deportiva no firmaron. De un plumazo, se marcharon fichajes que llevaban días en el club como Tano Bonnín, Gianni Rodríguez, Simón Moreno, Gonzalo Bueno, N'kaka, Mathieu Peybernes o Yanis Rahmani, invitados a salir antes del cierre del mercado, si bien los dos últimos fueron cedidos al Lugo para 'repatriarlos' la próxima temporada.

Caras nuevas

Lo que vino fue de nivel. Firmó a Juan Muñoz, que había fichado por el Leganés, pero tras su mejor temporada en la LFP con el Alcorcón, el último de los trece fichajes desde entonces, muchos futbolistas con sitio en el panorama continental. Iván Balliu llegó tras un gran rendimiento en el Metz francés; Petrovic, tras jugar en el Sporting de Lisboa y habiendo estado en un mundial; Valentín Vada lo hizo tras jugar también en Francia, con el Girondins de Burdeos; Nikola Maras, desde el Chaves portugués, o Dragan Rosic, portero de talla adquirido al Mladost; fue completando con jugadores con buen rendimiento en Segunda como el citado Muñoz o Lazo.

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Sin embargo, lo que llamaron más la atención por lo sorprendente, en un caso, y por lo difícil de la contratación, en otro, fueron la compra del británico, holandés de origen, Arvin Appiah, al que aseguraron convencer cuando el Manchester United estaba detrás, siendo el fichaje más caro de la UDA, o al joven internacional uruguayo Darwin Núñez, procedente del Peñarol, que el tiempo ha dado la razón por ser un jugador de clase y casi insustituible. El charrúa representa un poco la filosofía de contar con jugadores jóvenes como Coric, considerado un prometedor futbolista croata que llegó cedido por la Roma; Jonathan Silva, que lo hizo desde el Botafogo, o Valentine Ozornwafor, que llegó desde el Galatasaray. En total, aunque no hay cifras oficiales, se estima un gasto de 20 millones de euros para la primera parte de la temporada. Números grandilocuentes y una comparación que da alcance del poderío. Más inversión durante el mercado de fichajes veraniego que siete clubes de Primera. Sin olvidar la facilidad para destituir entrenadores, con cinco desde Óscar Fernández al actual, José Gomes.

Proyectos

El de subir a Primera es un objetivo inmediato al que ha puesto freno el rendimiento y la pandemia, más lo primero. Pero con consecuencias como la ciudad deportiva o el estadio, de los que no se ha avanzado casi nada o nada. El proyecto del recinto pretende hacer del Juegos Mediterráneos un estadio tan espectacular como el Allianz Arena, San Mamés o el Wanda. Un recinto innovador, del que se saben algunas cosas, pero no todas. Se quiere cerrar la cubierta, a diferencia del estado actual en el que está al aire las pistas de atletismo o las gradas supletorias que son ahora mismo ambos fondos. Además, la pretensión es la de instalar una pantalla led de vídeo al estilo de la que existe en San Mamés, que estaría en la parte por donde se accede a Tribuna.

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Mientras, el gran sueño jamás cumplido de la anterior etapa porque también es verdad que no se movió un dedo, la Ciudad Deportiva, está a la espera. La Academia Rozam será una 'Masia' en Almería. Se habló de unos 70.000 m2, pero de momento se trata en total de 38.838 m2 de suelo en una parcela limitada al norte por las instalaciones del Club de Natación; al este, el resto de la finca matriz; al sur, el Parque del Andarax, y al oeste la prolongación de la calle Árbol del Paraíso. Ese aumento de hectáreas iría en los terrenos donde se levantó el primer campo de rugby para URA, así como una pista de skate. Una vez conseguido todo el suelo pretendido, la futura Academia Rozam tendría forma de L e incluiría numerosos campos de entrenamiento y otras dependencias en función del proyecto que finalmente presente el club de un presidente mediático.

Presidente mediático

Además, desde que Al-Sheikh adquirió la entidad, se le ha visto departir con lo más granado del fútbol. El Almería es uno de los equipos con más seguimiento en redes sociales, más incluso que algunos equipos de Primera, sólo por debajo de equipos como Barça o Real Madrid, en el mundo árabe. A Turki Al-Sheikh se le ha visto en redes sociales hablando con técnicos como José Mourinho, Zinedine Zidane, Quique Setién, Unai Emery, Juanma Lillo, Marcelino García Toral, Aitor Karanka o Guti, a este poco antes de 'entregarle' el equipo. En cuanto a jugadores, tuvo a la selección argentina con Messi a la cabeza, al que, entre bromas, le mostró su deseo de tenerle «en cinco años, cuando seas más barato».

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Sin embargo, la nota la puso con la pandemia. Su generosidad fue la primera que se vio en el mundo del deporte en España y tras él 'se engancharon' otros, pero el propietario de la UD Almería fue el primero en mover un dedo en favor de los muchos almerienses dañados directa o indirectamente por la crisis sanitaria que ha azotado de forma virulenta al mundo. Su donación de 1.250.000 euros supuso una demostración de apoyo a Almería, que ha sabido reconocerlo y agradecerlo.

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