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El equipo rojiblanco ni con Vicente Moreno ni después con Garitano ha reaccionado. EFE
¿Hay vida en la UD Almería después de la 'muerte'?
UD Almería

¿Hay vida en la UD Almería después de la 'muerte'?

De los siete equipos que han destituido a sus entrenadores esta temporada, sólo el Villarreal respira

Juanjo Aguilera

Almería

Miércoles, 13 de marzo 2024, 23:05

La destitución cantada de Gaizka Garitano, en la UD Almería, con la casi segura llegada de Pepe Mel y la segura ya de Rafa Benítez del RC Celta, con la llegada al banquillo olívico de Claudio Giráldez, que estaba dirigido al filial celtiña son una huida hacia delante que casi nunca resuelve los problemas 'generacionales' de cualquier entidad en una categoría en la que los 'vicios' adquiridos por una mala praxis –el Almería se 'reboza' cada semana en cometer errores groseros en defensa y ataque que no son competencia directa del técnico– suelen condenar a pasar problemas.

En la presente temporada, siete equipos han destituido a sus técnicos y, en algunos casos, por más de una vez, sin que el resultado sea el apetecido, pues los logros no 'casan' con los objetivos planteados a comienzos de temporada. De los siete equipos, sólo el Villarreal, que ha sentado a cuatro entrenadores hasta ahora en su banquillo, respira, pero un equipo que se marcó pelear por jugar la Champions no debería tener problemas, con sus 35 puntos, para lograr la permanencia y, a partir de ahí, plantearse el futuro cara a la próxima temporada porque Europa, por cualquiera de las vías, está ahora mismo a siete puntos, con diez jornadas por delante. El Almería quería dar un paso al frente, salvarse a tiempo de marcarse otros objetivos y, como con el equipo castellonense, en Las Palmas habrá un cuarto inquilino en el banquillo, en este caso Pepe Mel, después de la salida de Gaizka Garitano.

Sin embargo, el resto de equipos paga en cierto modo la compleja situación que emana de otros aspectos tan importantes o más que lo que pueda dar de sí el arquitecto del proyecto. El conjunto castellonense se desprendió, al término de la 2022/23, de jugadores tan importantes como Chukwueze, Pau Torres, Lo Celso o Nicolas Jackson y la llegada de nuevos jugadores, sean mejores o peores, necesita de una adaptación. En el caso de la UD Almería, salieron jugadores habituales como Rodrigo Ely, Srdjan Babic, Sergio Akieme –con la temporada ya sentenciada–, Samú Costa, César de la Hoz o El Bilal Touré. Vicente Moreno, primero, y Gaizka Garitano, después, tuvieron que hacer un equipo nuevo.

Las prisas y las pausas

Los resultados son el principal aval para mantener un puesto en un banquillo, sea de Primera División o de Primera Andaluza, da igual la categoría, si bien es cierto que cuanta más alta es la división en la que se compite se mira exhaustivamente a los números que se consiguen y no por tomar las decisiones antes se endereza un árbol que lo mismo es que se plantó torcido. Les ha ocurrido a Sevilla, Rayo, Celta, Cádiz, Granada y Almería. Entre todos, antes de la primera destitución habida en estos equipos –sin contar con el Villarreal–, acumulaban 15 victorias en 102 partidos, lo que supone un 14,7% de triunfos. Con posterioridad, el balance habla de 6 victorias en 55 jornadas disputadas, lo que supone un 10,9% de triunfos, inferior a esa parte en la que se aguantó con el técnico que comenzó a dirigir a estos seis equipos.

El Sevilla, por ejemplo, era decimosexto tras la salida de Diego Alonso –Mendilibar se fue con 2 victorias, 2 empates y cuatro derrotas y el uruguayo con cinco empates y tres derrotas–. Con Quique Sánchez Flores las conquistas han mejorado, pues acumula 4 triunfos, 3 empates y cinco derrotas, pero la 'zozobra' sigue instalada en un equipo que tiene al Cádiz a seis puntos tras no poder con el Almería, el pasado lunes. El Rayo, por ejemplo, no ha 'renacido' tras la llegada de Iñigo Pérez al banquillo que dejó libre el almeriense Francisco, que sumó un 20,8% de triunfos en un equipo que perdió a jugadores importantes como Fran García, Catena o Santi Comesaña.

Avisados

Al margen del Almería, Celta, Cádiz y Granada están avisados. Puede que entre los tres estén los otros dos equipos que acompañen a la UD Almería en el adiós a Primera División, salvo que se 'instaure' el milagro en las diez jornadas que quedan y los indálicos logren diez de diez –quizá con menos podría haber salvación, pero parece más probable acertar el Euromillón del viernes que ver al Almería el año próximo de nuevo en la máxima categoría–. La respuesta del Celta la tiene un 'inexperto' Claudio Giráldez que su proximidad a un banquillo de Primera la tiene por estar en el filial celtiña desde 2022. La destitución de Rafa Benítez no se sabe a dónde conduce. El madrileño ha tenido a su ya exequipo flirteando con el descenso muchas jornadas, incluso el año pasado se salvó en la última jornada tras ganar a un Barça campeón de Liga en Balaídos, cuando ni el equipo culé ni el merengue han ganado a nadie para que el rival de enfrente perdiera un objetivo. Su balance habla de más derrotas que partidos en los que puntuó –son cinco victorias, nueve empates y catorce derrotas–.

El Cádiz 'resucita' con la victoria del pasado fin de semana, que es la primera de la era Pellegrino, pero es la primera victoria del técnico amarillo, tras haber dirigido al equipo cadista desde hace seis jornadas, tras la destitución de Sergio González, que estuvo al frente durante los 21 primeros partidos del campeonato liguero. De todas formas, es el que ocupa una de las tres plazas de descenso.

El otro es el Granada, que si pierde el sábado en Mallorca, Alexander Medina habrá calcado los mismos números que Paco López en las 14 primeras jornadas, con sólo una victoria, cuatro empates y nueve derrotas. El uruguayo llevaría catorce partidos, pero está pendiente del duelo a disputar frente al Valencia. Quiere decir que nada ha cambiado en las formas ni en el fondo en el conjunto nazarí.

Lo propio

El Almería no ha sido un equipo diferente a los que 'merodean' la zona de descenso o están dentro de ella. Ni con Vicente Moreno, primero, ni con Gaizka Garitano después ha habido opciones de salvación, con lo que lo mismo hay que apuntar a otro sitio y no sólo al banquillo. El valenciano no llegó a competir con el equipo. Se 'caída' pasada la hora de partido, no era capaz de cerrar los partidos en los que se llegó incluso a adelantar.

A los dos partidos con Alberto Lasarte, el equipo acudió viciado por lo que arrastraba. No duró más de una hora frente al Granada, al que llegó a dominar 3-0. En San Mamés ni compitió.

Garitano llegó a la UDA con la rémora de las bajas y ese mal comportamiento en defensa, que ha sido habitual en cada una de las jornadas en las que ha estado al frente durante los 19 partidos.

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