Fernando Martínez | Capitán de la UD Almería
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Fernando Martínez | Capitán de la UD Almería
La paciencia es un rasgo de personalidad prudente. Es la virtud de quienes saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza y sin lamentarse. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan, ya que piensan que las cosas que no dependen estrictamente de uno, se les debe otorgar tiempo. Fernando Martínez Rubio (Murcia, 10 de junio de 1990) ha tenido un proceso largo para conseguir el éxito. En el mundo puede haber miles de porteros que sueñan llegar a una competición como la española donde, a tres por equipo, habría 60 aspirantes a estar, cada jornada, entre los 20 que juegan. El cancerbero de la UD Almería es uno de esos privilegiados.
Capitán del equipo, acumula 115 partidos como rojiblanco y 25 en Primera División con el equipo de su segunda tierra, aunque se suele decir que uno no es de donde nace, sino de donde se hace. Le taparon su ambición jugadores como René, Makaridze o Sivera. Sin embargo, esa capacidad de Fernando para tolerar adversidades terminó por imponerse porque aunque la definición de tolerar pueda tener entre sus acepciones la de permitir, su filosofía de trabajo terminó imponiéndose a base de paciencia, la misma que considera hay que tener para pensar en la salvación, asumiendo la realidad del fútbol: «A todos nos gustaría estar en una situación un poco más tranquila, pero no dejamos de estar en la zona en la que un equipo recién ascendido suele estar», pero también que en este deporte, donde suele funcionar aquello de 'sota, caballo y rey', suele haber sorpresas. Tiene claro que el Almería cambiará su sino.
–Eres el jugador más veterano en el club y has vivido de todo con casi un descenso en Lugo, en tu primera temporada, y un ascenso en Butarque, el curso pasado. ¿Lo ocurrido en esos dos partidos son lecciones para lo que queda temporada?
–Sí. Esta es mi sexta temporada y he vivido de todo en el club. He estado con las dos propiedades, he estado en Segunda División casi todas las temporadas, menos esta, y de luchar por no descender pasamos a conseguir un ascenso. He vivido de todo en el fútbol y esta es una nueva temporada militando en Primera División y con esa inexperiencia; paso de la Segunda y conocerla mucho, a estar en Primera donde nos estamos jugando el descenso.
–Son categorías muy diferentes.
–Sí. Sobre todo, como sabemos, la Segunda División es una Liga muy larga y muy competida. En Primera División es muy difícil conseguir los objetivos porque hay calidad. Hay una diferencia entre los equipos de arriba, yo diría que tres equipos están para ganar la Liga, otros que lo hacen por estar en Europa y siete u ocho equipos que son los que se van a jugar el descenso. Está todo mucho más marcado y hay menos sorpresas que en Segunda División.
–Sin embargo, lo que está ocurriendo este año en cuanto al descenso se asemeja a lo que sucedió el año pasado en Segunda División.
–Sí. Eso por supuesto. Al final, siempre hay unos cuantos equipos que se juegan ese objetivo y todo está en muy pocos puntos. Todo está muy disputado. En Segunda División ocurren muchas más sorpresas, equipos que esperas que van a estar arriba se meten abajo y lo contrario. En Primera División sí que es verdad que tú puedes hacer una lista de los que van a luchar por estar arriba, por ganar la Liga; equipos que lucharán por estar en Europa y equipos que se van a jugar el descenso. Siempre hay alguna sorpresa, pero en general está todo bastante claro y en Segunda División hay bastantes más sorpresas.
–¿Te esperabas una temporada tan dura como la que está viviendo el equipo este año?
–Somos un equipo recién ascendido. A todos nos gustaría estar en una situación un poco más tranquila, pero no dejamos de estar en la zona en la que un equipo recién ascendido suele estar. Es verdad que a nadie le gusta verse en esas posiciones de descenso, pero el equipo está con 26 puntos a estas alturas del campeonato y yo creo que las cifras no son malas. Es verdad también que este año esas cifras de lucha por el descenso son más altas que otras temporadas y tenemos que saber que este año a lo mejor, si no llegas a los 40 puntos o sobrepasarlos, no te va a dar cuando otras temporadas sí lo ha hecho.
–En lo personal también está siendo complicada. Has vivido un proceso con el tema de Fernando Pacheco que te ha podido afectar.
–Yo sólo me centro en el tema deportivo, en entrenar bien y si tengo la oportunidad de jugar, intentar hacerlo lo mejor posible. En la situación personal de cada uno a mí no me afecta. Yo siempre intento centrarme en entrenar todos los días bien y hacerlo bien cuando juego. En la situación personal que tuvo el compañero, yo estoy muy agradecido al comportamiento de Pacheco conmigo. A mí, desde que llegó, me ayudó mucho, me intentó dar consejos y mi relación con él como compañero era muy buena. Luego, su situación personal con el club era cosa del jugador con el propio club.
–En cuanto a la competición, ¿crees que el grado de responsabilidad de Rubi es muy importante o lo que está pasando es achacable a esos roles que acompañan a los equipos que son recién ascendidos, como es vuestro caso?
–Digamos que nosotros tenemos total confianza en Rubi. Ya lo vimos la temporada pasada. Durante el campeonato hay dinámicas mejores, dinámicas mejores y vimos cómo al final se terminó de levantar la situación y conseguimos el ascenso a Primera División. Estoy convencido que este año pasará lo mismo. Estamos pasando por una mala racha, pero estoy completamente seguro que esto lo vamos a levantar entre todos porque es cosa de todos, no sólo del entrenador, de los jugadores o del club. Es algo donde todos tenemos que estar juntos. Si se consigue la salvación, que se va a conseguir, es cosa de todos.
–¿Vivir en esta situación atenaza al equipo? Aunque realmente el hecho de estar penúltimos parece que tapa que la salvación está a sólo un punto.
–No debe. No es tan fácil jugar con esa presión, pero somos jugadores profesionales y tenemos que saber que esto va a ser difícil. Está todo muy apretado y lo que hoy ves negro, porque estás metido en posiciones de descenso, ganando un partido todo se ve diferente porque es cuestión de ganar un partido, conseguir los tres puntos y la situación sería diferente. Es verdad que esto no nos debe confundir, ni para mal, ahora que estamos ahí, ni si estuviéramos fuera, con un punto sobre el descenso, porque también nos equivocaríamos. Esto se va a decidir en los últimos cuatro o cinco partidos. Tenemos que estar preparados para aguantar esa presión, esos partidos, que también hay que saber jugarlos.
–¿Cómo se maneja una situación así, fuera del campo, como influye en el comportamiento en la casa o por la calle?
–A todos nos gustan cuando las cosas van bien. En la situación personal, cuando las cosas van bien es mucho mejor cuando sales a la calle y en tu día a día, con tu familia, siempre que en el campo las cosas están bien eres algo más feliz, pero es cosa del fútbol. Hay que vivir de todo. El fútbol te da momentos más bonitos, otros de sufrimiento y hay que saber llevarlos.
–Aunque me dirás que estás seguro de la salvación, ¿a un incrédulo cómo tratarías de convencerlo?
–Pues le diría que nosotros estamos convencidos, que es lo principal. Si creemos que lo podemos conseguir, es muy importante y al equipo lo veo bien. En el día a día trabaja bien y es cuestión de uno o dos resultados buenos para que el que lo ve negro el día de mañana sea el más optimista del mundo. Creo que eso es lo que tenemos que hacer.
–Si lo hay no me digas el nombre, ¿pero has visto en el vestuario algún compañero con dudas?
–No. Estoy convencido que todo el mundo sabe lo que nos estamos jugando y no veo a nadie que esté pensando en otra cosa o esté fuera de la dinámica de grupo. Estamos convencidos y estamos todos justos. Es la forma de que esto se saque adelante. Si hay alguien que se salga del camino, es muy difícil, pero no es el caso.
–Con dos años de contrato, ¿te ves retirándote aquí o te gustaría hacerlo en tu tierra?
–Siempre lo he dicho. Estoy a gusto aquí. Esta es mi sexta temporada, ya estoy como en casa y estoy a gusto en el club y siempre he dicho que me gustaría seguir muchos años y, por qué no, retirarme en este club.
–Es difícil caer bien a todo el mundo, pero ¿qué le dirías a quienes consideran que el Almería debería tener otro portero bajo palos?
–Opiniones hay de todos los gustos. Habrá gente a la que le guste más, gente a la que le guste menos. Esto es cosa del fútbol. Al final, cada uno tiene su opinión y hace grande este deporte.
–Seis temporadas, como decías, ¿entre aquel día de Lugo y el de Butarque o incluso el del pasado sábado ante el Cádiz, cuáles han sido las mejores para ti?
–Esta temporada hemos vivido momentos muy buenos, muy bonitos y también momentos muy difíciles. El inicio de temporada, que éramos la mayoría, había diez que jugábamos nuestro primer partido en Primera y hacerlo contra todo un Real Madrid… La experiencia fue muy bonita, el partido fue bueno y luego vimos un comienzo de Liga que fue muy bueno hasta la salida de Sadiq. Al equipo le costó en los siguientes partidos, no consiguió puntuar y vivimos una mala dinámica. Luego conseguimos levantar y vivimos momentos muy bonitos. Vivimos esa victoria contra el Barça, viniendo de una mala racha y en esa jornada habían ganado los rivales directos, pero esa victoria frente al Barça fue una de las experiencias más bonitas de la temporada.
–Dentro de esos momentos buenos que has vivido, ¿la decisión de venir a Almería en 2017 también fue buena?
–Por supuesto. Venía de descender con mi equipo y cuando me llamó mi agente para decir que tenía al Almería ni me lo pensé. Para mí, es un club muy grande que hacía poco tiempo había estado en Primera División y no me lo pensé. Quién iba a decir que iba a estar aquí tantos años y tan feliz.
–Almería y la UDA deben significar mucho en tu carrera.
–Siempre lo he dicho. Estoy muy agradecido no sólo al club, sino a toda la ciudad, a todo el mundo por cómo me han tratado desde que llegué. Son seis años aquí y siempre me han tratado muy bien, me siento muy querido y muy feliz en la ciudad.
–Cuando llegue ese día de colgar los guantes o las botas, de rendir cuentas, en ese repaso a una vida bajo la soledad de unos palos ¿habrá personas especiales que con el balón de por medio empezaron siendo sólo conocidos y ahora son amigos inseparables?
–Sí. Eso es lo bonito que te deja el fútbol. No es sólo lo que deja el fútbol, sino todas las amistades que genera, no sólo jugadores y compañeros, sino también gente trabajadora del club y la ciudad. Dejaré amigos cuando esto acabe, pero tendré amigos para toda la vida.
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