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Solange Vázquez
Sábado, 2 de septiembre 2023, 00:06
Cuando nos aventuramos a ver mundo, la norma básica para no meter la pata con los autóctonos –sea cual sea el país a donde vayamos– es seguir a rajatabla ese dicho popular de 'allá donde fueres, haz lo que vieres'. Esta recomendación no cubre todas ... las situaciones nuevas que nos podemos encontrar, pero sí ayuda a salir del paso en la mayoría. Y ahora que tenemos las vacacciones de verano todavía fresquitas y quizá alguna anécdota sobre choques culturales, vamos a repasar algunas de las normas de etiqueta que más nos pueden descolocar a los españoles cuando viajamos al extranjero.
Una investigación de hábitos sociales realizada por el proveedor de servicios financieros para inmigrantes Remitly ha revelado las costumbres que más nos descolocan a los españoles analizando las de 165 países. La mayor parte están relacionadas con la edad, los gestos con las manos, el protocolo en la mesa y el tiempo. «Conviene siempre hacer una pequeña investigación de qué nos vamos a encontrar en el lugar al que vamos... Lo mismo que miramos si son necesarias vacunas u otras cosas. Y nunca hay que confiarse pensando que si es un país cercano no nos vamos a extrañar de nada», advierte Marina Fernández, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Escuela Internacional de Protocolo (EIP). Si aun así nos vemos en medio de situaciones sorprendentes, «debemos recordar siempre que estamos en su casa, no en la nuestra y, por consiguiente, mostrar respeto. Si no podemos aguantarlo, nos retiramos con educación». He aquí una guía para que no nos pillen desprevenidos en viajes venideros.
Si vas a México y te comes unos tacos con cuchillo y tenedor te toman por loco, por pijo o... por forastero que no se entera de la fiesta. Sin embargo, si visitamos Noruega y no usamos los cubiertos –no importa el tipo de comida– quedaremos como unos auténticos maleducados. Lo mismo que si pedimos sal en Egipto o Portugal, ya que se interpretará como un insulto al que ha cocinado por no saber condimentar la comida adecuadamente. Parecido ocurre en Italia, pero con el parmesano: si no queremos enfadar a la 'mamma' de turno, más vale que te lo comas con el queso que ella ha creído justo y necesario.
Aunque, hablando de herir susceptibilidades, los franceses se llevan la palma. En el país vecino consideran muy desagradable que alguien tome un Martini o un whiski antes de cenar, ya que consideran que estas bebidas 'adormecen el paladar' y no permiten disfrutar de la comida, lo cual es un desprecio total. En el Reino Unido, sin embargo, son menos exquisitos, simplemente hay que intentar cumplir la tradición y tener cuidado de pasar la botella de vino por la izquierda y no untar galletas o bollos en el té o el café (le da un asco...). En China, nunca hay que dar la vuelta a un pescado en el plato, ya que son muy supersticiosos y creen que da muy mala suerte.
Y ahora entramos en un capítulo que siempre da que hablar y en el que conviene no cometer errores: los eructos. Evidentemente, en nuestro entorno si eructamos en la mesa somos unos gorrinos, pero en Islandia o Senegal es un sonoro cumplido al cocinero, lo mismo que sorber la sopa en Japón. Ah, y muy importante: en Australia nunca se dice 'estoy lleno' después de comer, ya que pensarían (si eres una mujer, claro) que estás esperando un bebé.
La puntualidad es una cuestión en la que las costumbres varían mucho de país a país. Y el estudio indica que cada vez hay más lugares 'flexibles'. En Canadá, Costa Rica, Cuba, Chipre, Kenia y Uruguay es común llegar un poco más tarde de lo acordado. Sin embargo, en Polonia, Singapur o Suecia hay que ser exquisitos con el reloj.
Mostrar respeto a los mayores es algo universal, pero en cada lugar lo hacen a su manera. En Guinea, el contacto visual con ellos está prohibido y en Nepal hay que tratarlos con mucha más formalidad. Una costumbre similar la comparten en Angola, Botsuana y Líbano, donde primero debemos saludar a los mayores. También tienen preferencia en Vietnam a la hora de comer: los que tienen más años deben comenzar los primeros.
En Ecuador, Nicaragua, Indonesia y Malasia está muy mal visto señalar a alguien: lo que hacen en su lugar es un gesto con la boca hacia la persona que se refieren. ¿Y el pulgar hacia arriba? Eso es algo positivo en todos los países.
Otras normas de etiqueta destacadas: ofrecer una sesión de karaoke cuando se recibe a invitados en Corea del Sur, hacer reuniones de trabajo en la sauna en Finlandia y colocar una escoba detrás de la puerta para indicar a los invitados que deben irse, una tradición de Venezuela.
Qué 'españoladas' sorprenden al mundo
Los estadounidenses... Alucinan con que cenemos a las diez de la noche (para ellos es tardísimo), con la costumbre de tirar basura al suelo en algunos bares (cáscaras de gamba y servilletas al suelo, por ejemplo).
A los rusos... Les sobresalta el volumen tan alto al que hablamos en España y también nuestra poca resistencia al vodka.
Los franceses no soportan... que los españoles tuteemos con tanta facilidad.
Los chinos... sienten especial asco por la costumbre que tenemos en España de meter las deportivas a la lavadora y se horrorizan por los horarios tardíos de comidas y cenas.
A los alemanes... les impacta que en España se trabaje hasta tan tarde, la profusa iluminación nocturna de las calles y el contacto físico hasta con personas que no conocemos mucho.
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