Andalucía cuenta con 380 ensayos clínicos activos en el área de oncología. IDEAL/Europa Press
Día mundial contra el cáncer

Los ensayos clínicos para encontrar nuevos fármacos contra el cáncer aumentan un 25% en Andalucía en el último año

Mientras que hace dos décadas solo se dirigían a estudiar la fase final de la enfermedad, ahora abordan todas las etapas y surgen con mayor frecuencia

Laura Velasco

Granada

Sábado, 4 de febrero 2023, 00:12

Andalucía cuenta con 380 ensayos clínicos activos en el área de oncología, un 25% más que hace un año, con el fin de desarrollar nuevos fármacos y estrategias para combatir el cáncer. Surgen «continuamente» y son clave para avanzar en la lucha contra la enfermedad, ... según detalla la doctora Ana Laura Ortega, presidenta de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (Saom). Aún así, otras comunidades con mucha menos población cuentan con más estudios de este tipo, por lo que el futuro pasa por aumentar la representatividad de la comunidad en el panorama nacional.

Publicidad

La facultativa, que a su vez es responsable de Ensayos clínicos e investigación en el Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Jaén, admite que con la pandemia la ciudadanía se acercó más a ciertos conceptos sanitarios, pero aún sigue habiendo desconocimiento. Por ello, aclara el concepto más básico para poder explicar el resto: ¿qué es un ensayo clínico? «Son estudios que tratan de contestar a preguntas sobre aspectos de la enfermedad, la mayoría sobre el tratamiento, pero también sobre mejores formas de diagnóstico o prevención, por ejemplo», detalla.

Noticia Relacionada

Más áreas de estudio

Hace dos décadas, apunta, se reservaban para los pacientes que no tenían más opciones de tratamiento. Esa posibilidad sigue existiendo, pero se han ampliado a más áreas. «Evalúan otros escenarios, como los tratamientos de primera línea, los que se administran al principio del diagnóstico. Si un fármaco sirve en una persona con metástasis, la pregunta puede ser si también valdría para alguien que no tiene, por ejemplo. Con el ensayo respondes si es útil, para que tipo de cáncer, en qué estadio de la enfermedad y cómo aplicarlo», aclara Ana Laura Ortega. Son, en otras palabras, extremadamente concretos.

Aparecen continuamente nuevos estudios y se cierran otros, pero no siempre se materializan en nuevos fármacos o estrategias. De hecho, solo uno de cada diez llega a autorizarse. En el caso del coronavirus, el proceso fue igual de riguroso que en otros ámbitos, pero con el esfuerzo global se acortaron enormemente ciertos tiempos y burocracia.

Publicidad

Asimismo, tal y como señala la presidenta de la Saom, la inmensa mayoría de estos proyectos -más del 80%- son financiados por empresas farmaceúticas. «Por el camino se queda medicación que no llega a nada, pero es importante ese interés, que deriva en inversión», añade. En mucha menor medida aparecen ensayos académicos financiados por un grupo cooperativo o de investigación, pero «no son prioritarios para la industria». «Hay mucho margen de mejora en este área», apostilla.

Fases de los ensayos

A la hora de explicar cómo se desarrolla un ensayo clínico, el origen siempre es, como adelantaba Ana Laura Ortega, una duda a resolver. La empresa farmacéutica la plantea y le da forma con un proyecto teórico antes de llevarlo a la práctica. De hecho, la primera fase del ensayo es el estudio preclínico, antes de realizar cualquier prueba en seres humanos.

Publicidad

«Si el comité de ética y la Agencia Española de Medicamentos lo autorizan, se valora en qué hospital se abrirá», explica la facultativa. Una vez dado el visto bueno, comienza el reclutamiento de pacientes. En la fase 1 se comprueba que el fármaco es seguro en un grupo reducido de personas y en la fase 2 se amplían los participantes. En la fase 3 se suele comparar con otros fármacos ya existentes y el número de pacientes aumenta sustancialmente. «El seguimiento de estas personas continúa después de cerrarse el ensayo para recoger datos sobre su supervivencia, calidad de vida, etcétera», manifiesta.

La profesional sanitaria es consciente de que las noticias sobre estos ensayos «generan muchas expectativas», por eso a los oncólogos les gusta ser «cautos». Si no se cumple el objetivo en alguna de las fases, llega a su fin. «La aplicación en pacientes es más lenta porque tiene que demostrarse mucho», apunta la facultativa.

Publicidad

De cara al futuro, la Saom insta a fomentar la prevención y desarrollar fármacos más eficaces y menos tóxicos. Los tratamientos dirigidos, con especial atención a la inmunoterapia, benefician cada vez a más pacientes. Asimismo, reivindica más inversión, tanto para los ensayos con pacientes como en las fases previas, así como más tiempo para dedicar a la investigación. «Es esencial que podamos compatibilizarlo con nuestro trabajo, ya que muchas veces lo hacemos en nuestro tiempo libre», lamenta la presidenta del colectivo andaluz.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad