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C. L.
Lunes, 21 de octubre 2024, 10:18
Se trata de un fenómeno que va a ocupar buena parte de nuestra atención de aquí en adelante. Quedan todavía más de dos años pero la comunidad científica ya ha marcado en el calendario una fecha clave y un lugar concreto para disfrutar de un fenómeno que esperan sean irrepetible. A las 10.30 de la mañana del 2 de agosto de 2027, con el sol en lo alto del cielo, se hará de noche durante varios minutos. «El sol quedará cubierto completamente por el disco de la Luna. Se hará un silencio sepulcral, hasta los pájaros se quedarán en silencio. Se levantará un brisa, caerá la temperatura hasta 8-10 grados, será una experiencia sensorial de todos los sentidos...», describe Alberto J. Castro-Tirado, astrofísico, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía y director científico del futuro Planetarium de Málaga, al diario Sur de Málaga.
El experto señala que es «la experiencia natural más impresionante que se puede ver, por encima de las auroras boreales». Y Málaga será la única capital de provincia en España donde se podrá ver. Un fenómeno que no se produce desde hace 157 años, el 22 de diciembre de 1870. Aquellos que quieran disfrutar de este fenómeno deben saber que la máxima duración se alcanzará en el mar de Alborán, donde se prolongará durante cuatro minutos y medio. Otras opciones en Andalucía para observar el fenómeno serán Cádiz, Tarifa y Ceuta (la franja es de sólo 200 kilómetros de ancho).
Lo cierto es que, aunque todavía faltan casi tres años, la noticia ya se mueve entre los foros mundiales de aficionados a la astronomía, que ya se están preparando los viajes y las reservas de hoteles y apartamentos para esas fechas, en todo el ámbito del sur de España donde será más visible.
El último ocurrió el pasado 8 de abril en una estrecha franja en el Pacífico, desde México a EEUU y la costa de Canadá. «Hay millones de personas de todos los países que vendrán a verlo, en Estados Unidos ha sido una locura: no había alojamientos, la gente dormía en tiendas de campaña...», relata el científico malagueño.
Blanca Troughton, matemática, divulgadora astronómica y directiva de la Sociedad Malagueña de Astronomía explica que el fenómeno empieza lentamente y dura una hora. Advierte de que «siempre hay que observar el Sol con gafas especiales homologadas y telescopios con filtros, porque es muy peligroso hacerlo de forma directa». Unos momentos antes de que la Luna tape la superficie del Sol se produce «un efecto muy especial en el ambiente: la temperatura desciende, la luz cambia con una tonalidad diferente. Y notas la brisa que se levanta por el cambio brusco de temperatura». Además, cada animal reacciona de una forma diferente. «Notas algo especial en el ambiente».
Luego, justo antes del momento del eclipse total se ven las Perlas de Baily, «como pequeños focos de luz por la situación de la superficie de la Luna, que tiene montañas, y esos rayos de luz son como focos luminosos». Otro fenómeno espectacular es el del «anillo de diamante», que se forma cuando la luz del Sol que queda por tapar forma un aro.
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