Un terremoto de magnitud 7 en Alborán provocaría un tsunami en Andalucía
Ferran Estrada, experto en geología marina del Instituto de Ciencias del Mar ·
Un estudio del CSIC halló un «salto vertical del fondo marino» en la falla de Averroes, en el Mar de Alborán, lo que produciría un maremoto que afectaría al litoral andaluz, especialmente a Almería y Granada
Chema Ruiz España
GRANADA
Sábado, 28 de agosto 2021, 14:18
Andalucía convive con los terremotos, tal y como se ha demostrado este sábado con el seísmo en Alborán de 4.9. El fondo de este Mar está cincelado por la colisión entre la placa tectónica Euroasiática y la de África, lo que mantiene a esta franja en constante movimiento. El empuje de esta última sección litosférica levanta en esta zona todo un sistema de fallas que agita frecuentemente la superficie terrestre y construye, entre otros accidentes, las Cordilleras Béticas. El riesgo de maremoto, en cambio, se antojaba remoto hasta ahora. «La posibilidad está ahí y está claro, en el trabajo lo demostramos», sostiene Ferran Estrada (Barcelona, 1963), experto en geología marina del Instituto de Ciencias del Mar, principal autor de un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que ha revelado que la probabilidad de que un tsunami golpease la costa andaluza es mayor de lo que se pensaba. «Otra cuestión es cuándo vaya a suceder», precisa.
Fue la principal conclusión que obtuvo este equipo del CSIC del estudio de la falla de Averroes, ubicada en el suelo del Mar de Alborán. «Es una transcurrente -así se califica a aquellas fallas en la que las placas que colisionan se deslizan en horizontal sobre el eje-, que, en principio, no debería ser una fuente de maremotos», detalla Estrada, quien explica, además, que el «requisito básico para tener un tsunami es que haya un desplazamiento en la vertical del fondo marino». «Esto hace que se desplace el agua y produce la onda en superficie», abunda. Una posibilidad que se contemplaba, pero a la que no se le calculaba una probabilidad alta, pues «en la mayor parte de la falla, el desplazamiento es horizontal». Sin embargo, los investigadores hallaron una «sorpresa» que elevó el riesgo.
«Vimos que tenía una zona donde realmente había un desplazamiento marino importante, que hoy en día, con los mapas de batimetría que tenemos, se observa claramente», relata. En concreto, hallaron esta particularidad en el extremo norte de la fractura, en el entorno del Campo de Dalías. Este descubrimiento en la fase de estudio superficial motivó la posterior modelización de la grieta, para lo que se empleó un sistema matemático desarrollado por el Grupo Edanya de la Universidad de Málaga. Entonces, confirmaron la sospecha: «Efectivamente, esta falla podía producir un tsunami».
El riesgo se incrementa en este sector por la incidencia de otros factores. «Hay otro que también es importante, que es el asociado a los deslizamientos marinos», apunta el experto en geología marina, quien especifica que «cuando sucede un terremoto, que es muy frecuente en la zona del Mar de Alborán, el fondo se agita y eso hace muchas veces que los sedimentos que se han ido acumulando con el tiempo se muevan de golpe», lo que «produce, de forma súbita, un desplazamiento de agua». La cartografía del terreno revela deslizamientos de distintas edades, lo que supone una «fuente potencial de tsunamis».
Un temblor de magnitud 7
En cualquier caso, para que el maremoto tuviera lugar se debería producir un temblor notorio. «En nuestro modelo de la falla de Averroes, la magnitud que nos sale es de 7», detalla Ferran Estrada, quien no lo considera descabellado. «Es una magnitud importante, pero tampoco es muy disparatada, porque recientemente tuvimos un terremoto de 6.3 en Melilla», matiza. Además, los registros del Instituto Geográfico Nacional arrojan que estas cotas se alcanzan con cierta normalidad en el Mar de Alborán. La mayoría de las fracturas que allí se localizan permanece «activa», aunque «no todos los terremotos producen grandes fallas, que puedan producir tsunamis».
De producirse, el mayor impacto de la ola lo recibiría la costa almeriense y el riesgo disminuiría progresivamente hacia el oeste del litoral andaluz, según el modelo elaborado por los investigadores del CSIC. «La zona más afectada es, sobre todo, Balerma, al lado del Campo de Dalías, y hasta Motril, en la provincia de Granada. Después, a medida que nos alejamos, el efecto es mucho menor», aclara Estrada, quien también puntualiza que el tsunami llegaría a Marruecos, pero con poca intensidad. En la citada comarca almeriense, el agua llegaría a «inundar parte de la zona de viviendas y campos de cultivo», según concluye el estudio.
El tamaño de las olas variaría en función del lugar y, sobre todo, de la topografía del fondo marino, que puede facilitar u obstaculizar la onda. «En el caso de Balerma, vemos claramente que hay un punto en el que la ola podría llegar a los seis metros de altura. A medida que nos alejamos de la falla, la altura es mucho menor. A Málaga también llegaría una ola, que podría llegar hasta los dos metros en algún punto, pero, por lo general, serían olas más pequeñas», resume. También dependerá de la profundidad y la localización del epicentro del terremoto que provocase el tsunami.
«Y no solamente eso, sino también la topografía del fondo. El modelo matemático predice que, en las zonas donde es llano, como es este caso, la onda se puede desplazar libremente hasta casi la costa», advierte Estrada, que también resalta la influencia de la cercanía. «Sobre todo, por una cuestión de tiempo. Cuanto más cerca, la llegada de la ola es casi inmediata. Estamos hablando en algunos casos de 16 minutos, en los que realmente no da tiempo a reaccionar», profundiza, para recordar seguidamente que «el problema está en que si la ola incide en una playa que está llena de gente, puede producir daños».
Relación con los terremotos en Granada
La elaboración de este estudio, publicado en la revista especializada Scientific Reports, coincidió con un nuevo seísmo en Granada, que en los últimos ocho meses ha registrado más de 3.000 temblores. Estos, según Estrada, están vinculados, pero no influyen en la probabilidad de que se produzca un tsunami. «El agente principal es el desplazamiento de la placa de África. Eso produce que se forme todo un sistema de fallas que va desde la zona de Alhucemas, en la costa marroquí, hasta Granada. Todo está relacionado, no son fallas individuales», asevera. Por ello, sucede en ocasiones que «cuando se produce un terremoto en una zona marina, se desencadenan otros a lo largo de toda esta zona de formación».
No obstante, tampoco esta conexión puede predecir cuándo se generaría el maremoto. «Esa respuesta requiere un estudio mucho más detallado que es difícil de llevar a cabo», señala el experto en geología marina. «No lo sabemos», insiste, si bien sí puede situar el último precedente. «En el año 365 de nuestra era, hubo un tsunami en las costas andaluzas que afectó precisamente a las zonas de Málaga y Adra, que coincide perfectamente con el modelo que hemos hecho nosotros», afirma. «¿Cuándo va a venir el siguiente? De momento, no podemos responder a esa pregunta, pero la posibilidad está ahí».
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.