Cuando se decretó el estado de alarma unos estaban inmersos en una gira, otro acababa de estrenar una obra e incluso uno de ellos se dedicaba a una profesión distinta. Eso sí, todos comparten el sufrimiento acumulado tras tantos meses de parón cultural y ... la ilusión por esta nueva normalidad que empezamos a rozar. Un grupo musical, un cantautor, un cómico, un clown y una actriz relatan a IDEAL cómo han vivido los últimos 19 meses y exponen sus proyectos futuros -con reticencias, que no se fían de este virus-.
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Christian García | Cómico
Christian García forma parte de ese reducido grupo de privilegiados a los que la pandemia, en términos laborales, le ha venido bien. Este granadino de 26 años trabajaba como recepcionista de hotel antes de aquel mes de marzo de 2020 que lo cambió todo. Compaginaba este empleo con los monólogos, su gran pasión, no sin dificultades, pero como mucho tenía uno o dos al mes. Su crecimiento exponencial le permitió dejar el hotel y dedicarse en cuerpo y alma a hacer humor.
Cuando empezó el primer confinamiento contaba con apenas 2.000 seguidores en Instagram. Ahora son más de 51.000, y en Facebook roza los 100.000. La clave de su éxito reside en los vídeos -centrados principalmente en temáticas granadinas-, que le han dado a conocer cada vez más. «Me han salido muchas más actuaciones, que es lo que realmente me da dinero, ya que con los vídeos no gano nada. El 80% son en Granada y este verano ha sido increíble, tenía actuación día sí y día no. Ahora estoy más calmado, generalmente solo actúo los fines de semana», explica el joven.
Christian García
Cómico
Pese a la buena época que está viviendo, ser cómico en tiempos de covid es complicado. «Hacía bolos a las 12.00 o las 18.00 horas por las restricciones horarias, y no es lo mismo que sean por la noche después de que el público se haya bebido dos cervezas a que estén recién levantados. Pero acabé acostumbrándome», relata Christian García, que en términos económicos no ha tenido problemas gracias a sus ahorros. «Vivo con mis padres, así que las facturas las pagan ellos», bromea.
Su éxito es tal en la ciudad nazarí que rara es la vez que sale a la calle y no le piden una foto. Para aquellos que quieran verlo en directo en un ambiente distinto, el 30 de octubre actuará a las 19.00 horas en Kinépolis Granada con su monólogo 'En verdad… Soy buena gente', un show pensado especialmente para teatros. Tiene ya cerradas fechas hasta noviembre y sus perspectivas para después son buenas. Y a pesar de «los peores meses de trabajo, que son de enero a marzo», Christian puede decir orgulloso que podrá seguir viviendo de lo que más le gusta: hacer reír a la gente.
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Eskorzo | Grupo musical
Los de Eskorzo han sufrido la pandemia por partida doble, como artistas y como gestores de una sala de conciertos. Unos meses «de mucha incertidumbre» que derivaron en el cierre prolongado de Planta Baja y en la metamorfosis del directo del grupo para adaptarlo a la normativa covid. Y es que la banda tenía los próximos tres años ya planificados cuando todo paró en seco. «Tuvimos que bajarle la intensidad a nuestro espectáculo para que la gente no se revolucionara, pero sin perder la esencia. Seguía siendo cañero, pero con gente sentada y con mascarillas», relata Tony Moreno, cantante de la banda.
Conciertos a las 12.00 horas «con olor a café», cancelaciones de última hora por la subida de los contagios y una drástica disminución de la carga de trabajo han caracterizado este último año y medio. «Pasamos de dar 70 conciertos anuales a no más de 10, pero la cultura debía seguir a pesar de las limitaciones», asegura. Ahora están centrados en el disco que saldrá a finales de año por el 25 aniversario de la banda, «con canciones reversionadas grabadas con amigos», además de otro álbum con unos 12 temas nuevos que verá la luz en 2022.
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ESKORZO
Grupo musical
En cuanto a Planta Baja, la eliminación de restricciones horarias y aforos ha sido el balón de oxígeno que necesitaban después de meses muy duros. «La normativa hacía que las actuaciones no fueran rentables ni para los artistas ni para nosotros, pero la situación ha cambiado por completo, estamos ya cerrando la programación de diciembre, enero y febrero», añade Tony Moreno. Los de Eskorzo, «ilusionados» con esta nueva era, solo desean «poder volver pronto al cuerpo a cuerpo» en sus conciertos y en su sala. En definitiva, que la nueva normalidad sea lo más parecida posible a la de la época precovid.
Piero Partigianoni | Clown
El 24 de febrero de 2020 Piero Partigianoni estrenó su última obra en el Teatro Alhambra, con un desembolso de 19.000 euros. A las tres semanas llegó el estado de alarma y perdió toda la inversión. Seis han sido sus actuaciones en año y medio, cuando lo normal hubiera sido llegar a 50. «Una obra tiene una media de vida de unos tres años. El comienzo es muy importante, ya que acuden muchos profesionales que valoran si añadirlo a su programación, pero ese primer año de vida se perdió. De los que tenían un compromiso apalabrado conmigo, algunos aplazaron a 2021, pero muchos cancelaron», explica el clown.
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Piero se vio completamente desprotegido, sin acceso a las ayudas por los estrictos requisitos para acceder a ellas, por lo que se vio obligado a pedir un préstamo. Ahora, con la reactivación cultural, el maestro Piero Partigianoni, que ha formado a más de 400 alumnos de todo el mundo, ultima la puesta en marcha de 'El Semillero, la Escuela Internacional de Clown de Granada', de la que será director. Además, este mes sus actuaciones están despegando, con fechas cerradas hasta marzo. «Aún no hemos recuperado el 100% de las funciones que teníamos antes, pero la gente tiene muchas ganas de cultura y ya llenan los teatros», manifiesta.
Piero Partigianoni
Clown
Para Piero Partigianoni, el arte tendrá que reflejar «el antes y después que ha supuesto la pandemia para la humanidad». «Habrá una secuela social por la frustración, el miedo, la falta de libertad, la pérdida de seres queridos… Necesitamos digerirlo, después saldrá a la luz lo que hemos vivido y los artistas se lo contaremos al mundo», asegura el artista, orgulloso de pertenecer a un sector que cuenta historias con especial sensibilidad.
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Kikito Bueno | Cantautor
Quique Bueno -más conocido como Kikito Bueno-, natural de Sanlúcar de Barrameda, hizo de Granada su sede hace ya seis años. Solo la abandonó en el confinamiento severo, cuando se escapó a Cádiz para estar junto a su familia aquellos tres meses que paralizaron todos sus sueños. «Teníamos un concierto el 14 de marzo y se canceló, como el resto de la gira. Mi sensación era de que tendría que empezar de cero e incluso plantearme la idea de dedicarme a la música», recuerda.
El trabajo del gaditano tiene dos vertientes. Por un lado, Sinestesia Cover Band, que lleva tres años haciendo versiones por bares y pubs, sobre todo en Granada y Jaén. Por otro lado, un proyecto propio, el de Kikito Bueno como tal, que se ha visto más afectado por la pandemia. «Con el grupo de versiones ha ido muy bien, menos cuando estuvo todo cerrado ha habido buen ritmo de trabajo, sobre todo en verano», apostilla.
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Kikito Bueno
Cantautor
En términos económicos, Kikito asegura que la pandemia ha puesto en evidencia la «desprotección» de los músicos. «Gran parte de la actividad laboral depende del dinero en negro, hay muchos que no quieren darte de alta. Los artistas han sufrido mucho por esta precariedad», lamenta.
Y aunque el foco se haya puesto principalmente, como es lógico, en los problemas para llegar a fin de mes, hay otro aspecto muy ligado a la covid: la salud mental. El artista ha hablado abiertamente en redes sociales sobre la ansiedad, un tema con el que se han sentido identificados sus seguidores. «Hay mucho pudor por mostrar lo vulnerables que podemos llegar a ser, pero me parece valiente hablar de que sufro ansiedad, de la incertidumbre con la que vivimos y los riesgos que asumimos», asegura. Por ello, para alegrarse el alma él mismo y alegrársela al público, Kikito Bueno no quiere volver a plantearse jamás lo de dejar la música.
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Pilar Quesada | Actriz
Para la actriz y directora de teatro Pilar Quesada estar sin actuar un año ha sido «horroroso». «Es como si me faltara un órgano, no era yo misma», asegura la granadina, que tuvo que cambiar por completo su día a día cuando llegó la covid. Tenía un buen puñado de obras preparadas, pero la actividad cesó por completo, así que empezó a centrarse más en los rodajes. «Actué como extra en la serie 'La Veneno' e hice algunos cortos, pero con muchas restricciones», recuerda. Ahora, la flexibilización de los aforos hace que sus obras vuelvan a tener sentido, y octubre será el mes en el que el telón suba de verdad.
Pilar, cofundadora de PlayTeatro, retoma ahora su labor como docente en los talleres de interpretación en La Estupenda, parados en seco con la llegada del virus. «Fue muy doloroso, porque los alumnos estaban empezando a desarrollarse. Cancelamos antes del estado de alarma por responsabilidad y hasta ahora no hemos vuelto», agrega.
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PILAR QUESADA
Actriz
Precisamente La Estupenda abre ahora su propio teatro, ofertando todos los viernes espectáculos, con la participación de Pilar en algunos de ellos. También actuará en La Qarmita. Con tanta carga de trabajo, en su faceta como actriz Pilar solo puede decir que sí a los pocos proyectos para los que le queda tiempo.
A la ilusión de la artista por los nuevos comienzos se le une el miedo a que la pandemia vuelva a golpear fuerte. «Asusta que se pierdan libertades y el trabajo se eche para atrás», comenta la granadina. Una incertidumbre compartida por todos los que pertenecen al mundo de la cultura, pero que no les frena a la hora de seguir creando.
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