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La restauradora Carmen Jódar muestra la placa de bronce con la inscripción. JORGE PASTOR
El dueño de la Villa Romana de los Mondragones se llamaba Modesto

Patrimonio de Granada

El dueño de la Villa Romana de los Mondragones se llamaba Modesto

Dos placas halladas en el yacimiento romano identifican que la propiedad era de la poderosa familia Mummi Nigri Valerii Vegeti, que se dedicaba a prestar dinero a los agricultores y que estos lo devolvían en forma de aceitunas que se molturaban en la propia Villa

Jorge Pastor

Granada

Miércoles, 24 de mayo 2023, 00:05

Son catorce líneas escritas en latín sobre una plancha de bronce de 715 gramos de peso. Catorce líneas que reescriben decenas de tomos sobre Iliberis, la Granada de los romanos. La encontraron en 2021, en el transcurso de unas excavaciones en el vertedero metalúrgico del yacimiento de los Mondragones, aunque la noticia no ha trascendido hasta 2023, tras la publicación de un artículo en una importante revista histórica. La inscripción, localizada por el equipo de arqueólogos que dirige Ángel Rodríguez –en el hallazgo colaboró también Francisco JavierMatas–, tiene una lectura por sí sola y otra asociada a un epígrafe en piedra aparecido en los Mondragones en la misma campaña y de la que tampoco había conocimiento hasta ahora.

La investigación de ambas placas, realizada, entre otros, por Ángel Ventura, catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba, y Macarena Bustamante-Álvarez, profesora de la Universidad de Granada, concluye en primer lugar que la fastuosa Villa Romana de los Mondragones fue propiedad de un señor que se llamaba Mummio Modesto, antepasado de una de las familias consulares más relevantes del Imperio, los granadinos Mummi Nigri Valerii Vegeti. Y que un miembro de esta poderosísima y riquísima estirpe realizó una generosa donación de rentas al senado de Iliberis –el equivalente a lo que hoy día sería el ayuntamiento– a cambio de cual quier gesto conmemorativo hacia su persona. Un legado que explica, por ejemplo, por qué la almazara de la Villa Romana de los Mondragones era la que tenía la mayor capacidad de procesar aceite de oliva de toda la Bética.

Placa granítica con el nombre de Modesto. IDEAL

La lápida granítica, tallada con una especie de marco, dice lo que dice. Que la Villa perteneció a Mummio Modesto. ¿Cómo era su familia? Según Ángel Ventura, hay cuatro de sus componentes que han sido ampliamente estudiados por la historiografía. Mummia Nigrina se casó con un cónsul de Córdoba. El poeta Marcial la describe como una mujer acaudalada cuyo marido murió en la Capadocia (Turquía) de donde era gobernador. Su hermano Mummio Niger se casó con una Valerii Vegeti, el otro linaje oligarca de Granada. El tercero fue Mummio Niger Valerius Vegetus, que o bien tuvo un hijo o bien adoptó a un Valerii Vegeti, una costumbre habitual en Roma, esta de adoptar, cuando no se tenía prole –de esta forma se aseguraban el patrimonio–. Y por último Lucius Niger Valerius Vegetus, que falleció sin descendencia y que dio todos sus bienes al emperador Marco Aurelio.

Familia de banqueros

Centrémonos en este último porque es clave para descifrar la relevancia de la Villa Romana de los Mondragones. Entre las posesiones que legó, estaba un banco privado, lo que ya nos da una idea del poderío de este hombre. La 'entidad financiera' se llamaba Calendario Vegetiano y básicamente operaba como si se tratara de una caja rural. Es decir, prestaba dinero a los campesinos, que tenían que abonar las 'letras' a principios de cada mes –de ahí lo de 'calendario'–. Un crédito que la mayoría de los clientes reintegraba en forma de aceituna. ¿Y donde se molturaba ese fruto? En la fábrica de 'oro líquido' de la Villa Romana de los Mondragones. Ahí, en ese complejo, no solo se molían las olivas de los Mummi Nigri Valerii Vegeti, sino de todos esos agricultores que, de esa forma, saldaban deudas con el Calendario Vegetiano.Los que no cumplían con sus obligaciones económicas eran expropiados.

Observando a través de la lupa. JORGE PASTOR

Y en este punto entroncamos con la otra lámina, la de metal, que estaba enterrada en los Mondragones. Un fragmento de un decreto de los decuriones. Su valor arqueológico es enorme porque, según explica Ángel Rodríguez, «es el único documento de este tipo que ha aparecido en la Península Ibérica y uno de los pocos que se han encontrado fuera de Roma».

Limpieza de la plancha de cobre. JORGE PASTOR

Pero vayamos al fondo de la cuestión. Este tipo de letreros se exponían en edificios públicos y también particulares, en este caso en la Villa Romana de los Mondragones, cuando se hacía honor a una persona. Se indicaba que un Mummi Nigri Valerii Vegeti, «que posiblemente había perecido unos años antes», aclara Ángel Ventura, había legado por testamento una parte de sus bienes –divisibles e indivisibles– a Iliberis.

La plancha de bronce, con catorce líneas escritas en latín, informa de una donación testamentaria a la ciudad de Granada

Pero también los derechos del difunto. En este caso, 'acciones reales' contra hipotecas que, atando cabos, concedía el Calendario Vegetiano, cerrando de esta forma el círculo respecto a la Villa Romana de los Mondragones y a lo que se dedicaban sus dueños. La inscripción reza que la República podía ejercer su derecho de reclamación de los débitos no satisfechos por su condición de legataria.

En el laboratorio. JORGE PASTOR

Los descubrimientos en torno a los Mondragones siguen despejando incógnitas sobre la Historia de Granada y sobre una civilización, Roma, que construyó los pilares de la Granada que todos conocemos hoy día.

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