Edición

Borrar
Paco Roca, con la portada de 'Los hijos de la Alhambra' y el exlibris. JUAN MARTÍNEZ LAHIGUERA
«Si 'Los hijos de la Alhambra' hubiera cuajado, quizás no existiría 'Arrugas'»
Paco Roca y Granada

«Si 'Los hijos de la Alhambra' hubiera cuajado, quizás no existiría 'Arrugas'»

Hace 20 años, el artista valenciano, Premio Nacional de Cómic, creó un relato de aventuras que sucedía en Granada pero que nunca se publicó en España. Hasta ahora

Martes, 6 de diciembre 2022

Un tipo entra en su librería favorita y husmea por las estanterías, dejándose querer. De repente, un título llama poderosamente su atención: 'Los hijos de la Alhambra' (Cartem, 2022). «Vaya –piensa– una aventura a lo Indiana Jones en Granada». Tras hojear el tomo, se queda impresionado con el dibujo y busca el nombre del autor: Paco Roca, pone en la portada. ¿Paco Roca? ¿El mismo Paco Roca de 'Arrugas', 'El invierno del dibujante', 'Los surcos del azar', 'La casa', 'El tesoro del Cisne Negro' o 'Regreso al Edén'? ¿El mismo Paco Roca Premio Nacional de Cómic y uno de los artistas más laureados y queridos de España? Pues sí, el mismísimo Paco Roca.

Descubrir 'Los hijos de la Alhambra' ha sido toda una sorpresa.

–Casi no recuerdo ni de qué año exacto es... ¡Más de 20 años! (ríe y resopla al mismo tiempo) Me hace ilusión que se rescate esta historia. Por una parte me resulta ajena y por otra me despierta el gusanillo de volver a la aventura;de volver a Granada. En aquella época vivía de la publicidad, que era de lo que comía hasta que hice 'Arrugas'. 'Los hijos de la Alhambra' fue un intento de poder hacer algo que funcionase fuera de España. Estamos a finales de los 90, principios de los 2000 y España era un desierto para los cómics, pero el mercado franco-belga era una oportunidad.

Llegó a Francia con 'El juego lúgubre'.

–Aunque recibió buenas críticas, en ventas no funcionó, pasó desapercibido. Así que pensé en hacer algo que pudiera ser más comercial, para un público más abierto, una historia de aventuras que encajara en el mercado francés y que pudiera tener tirón en España. Y como me encanta la Historia, la Historia del Arte y la aventura me pregunté ¿y si pudiera combinarlo todo? Me fijé en un movimiento artístico que unía todo:aquellos pintores románticos de finales del siglo XIX, una época en la que no existía la fotografía y la única forma de captar lugares exóticos era mandar a pintores o ilustradores. Es el caso David Roberts, el pintor en el que me baso para construir 'Los hijos de la Alhambra'. Así empezaba la serie, en el lugar mas romántico y exótico de España, la Alhambra de Granada.

«Granada era el lugar perfecto porque podía meter muchísimas leyendas del folklore español y me apetecía mucho dibujarla»

¿Conocía bien Granada?

–Me encanta, es una de mis ciudades favoritas. Y la Alhambra es uno de los lugares más bellos que puedes encontrar, un lugar lleno de leyendas, como las que contó Washington Irving, una de las grandes influencias del cómic. Granada era el lugar perfecto porque podía meter muchísimas leyendas del folklore español y me apetecía mucho dibujarla.

¿Vino por aquí para documentarse?

–Fui mucho. Fue la excusa perfecta para hacerme unos cuantos viajes a Granada. Por aquel entonces, había desde Valencia un tren nocturno a Granada. Era muy cómodo para echar un fin de semana. También busqué libros y documentación, los plomos del Sacromonte, las leyendas... Todo eso tan fascinante.

¿Y qué pasó con esta aventura?

–No salió adelante. Tuve problemas editoriales tras el primer número, en Francia. El viaje de Alexandre Ícaro empezaba en la Alhambra y, después, iría con Flauvert a lo largo del Nilo y terminaba en Palestina, con la Meca. Era una trilogía, una pequeña serie, pero no pasó del primero. Me quedé con ganas de continuarlo, pero el destino me llevó por otro tipo de cómic y otro tipo de historias. A veces no decides tu propio destino, ni siquiera el profesional. Las cosas te llevan.

¿No intentó publicar el segundo?

–Sí, verás. Fui a otro editor francés a ofrecerle dos ideas: la segunda parte de 'Los hijos de la Alhambra', que estaba muy avanzada, y otra. Me dijo que una serie ya empezada en otra editorial no les interesaba, pero que esa otra idea sí les encajaba perfectamente en un nuevo sello de novela gráfica que acababan de abrir. Esa otra idea era 'Arrugas' y aquello definió mi carrera. Quién sabe, si 'Los hijos de la Alhambra' hubiera cuajado, quizás no hubiera hecho 'Arrugas'.

Y qué carrera.

–Cuando miras atrás e intentas buscar un camino claro te das cuentas de que en muchos casos fue fruto del azar. Ahora me gustaría explorar el género de la aventura, pero resulta complicado. Quizás algún día…

«Cuando estaba empezando a plantearme vivir de esto de los cómics, a finales de los 90, uno de los grandes referentes era Carlos Pacheco»

¿Cómo ha sido el reencuentro con un cómic que hizo hace 20 años?

–No suelo leer nada de lo que hago, solo veo errores (ríe). Pero cuando pasan cosas como 'Los hijos de la Alhambra', le echas un ojo. Cartem ha hecho una magnífica edición. Al reencontrarme con él me reconozco, pero gráficamente me sorprende. No sé si sería capaz de volver a ese camino, en el sentido de que mi evolución ha sido simplificarlo todo. Me encargaron hacer un exlibris y ha sido un reto interesante, volver a recuperar el color y la estética de aquella época.

Roca, en su estudio. Biel Alino

Tenemos que hablar de Carlos Pacheco (falleció el 9 de noviembre).

–Cuando estaba empezando a plantearme vivir de esto de los cómics, a finales de los 90, uno de los grandes referentes era Carlos Pacheco. Carlos fue uno de los pocos valientes que dio el salto y vivió la aventura de publicar en Reino Unido y en Estados Unidos. Un autor español haciendo cómics de superhéroes era algo impensable. Carlos era un referente de valentía y de dibujo. Me encanta el dibujo de Carlos. Creo que en el dibujo se ve la personalidad del dibujante y su estilo era muy humano. Tuve la suerte de conocerlo en persona y de llegar a tener una amistad con él. El dibujo acertó, no me defraudó para nada. Era una magnífica persona. Y divertidísimo.

¿Sigue a los autores de Granada?

–En Granada hay muchísimo talento. Munuera, por ejemplo, muy amigo mío y me encanta lo que hace. Él es otra de esas referencias, como Pacheco, que siempre he tenido en el mundo del cómic.

«Tengo curiosidad con 'La casa', me parece difícil de adaptar al cine»

–En estos momentos se rueda la película de 'La casa', uno de sus grandes títulos. ¿Qué tal va?

–Muy bien. Siempre se aprende mucho cuando alguien coge uno de tus cómics y lo convierte en una película. Me pasó con 'Arrugas' (Ignacio Ferreras, 2012) y con 'El tesoro del cisne negro' (que versionó Amenábar en la serie 'La fortuna'). Lo vivo desde la distancia, no me involucro pero es interesante ver cómo diferentes medios cuentan la misma historia, hacen suya la historia que yo he creado pensando que era la única manera de contarla. Tengo curiosidad con 'La casa', me parece difícil de adaptar. 'La casa' es una historia que se mueve por emociones y no por acciones, algo que en novelas y cómics va bien, pero en el cine es más difícil. Confío mucho en el director, Álex Montoya, y tengo mucho interés en ver cómo hará para mantener la tensión en una historia que no tiene una estructura tan clara.

–Sus historias suelen tocar muy de cerca al lector. ¿Es el secreto de su éxito?

–Hay muchos tipos de historias. Hay unas historias que nos cautivan porque nunca viviremos lo que están contando, como las películas de Spielberg o de superhéroes, que nos atraen tanto. Por otro lado, hay historias cotidianas, historias que nos enganchan porque nos sentimos cerca. Igual no lo has vivido exactamente así, pero reconoces las sensaciones: perder a un padre, la casa familiar, los abuelos... emociones cercanas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal «Si 'Los hijos de la Alhambra' hubiera cuajado, quizás no existiría 'Arrugas'»