Granada
Sábado, 4 de marzo 2023, 00:21
Alex Renfroe las ha visto de todos los colores en su carrera. Formación americana al margen, ha jugado en ocho países y dieciséis equipos en catorce cursos como profesional, lo que le permite hablar desde la experiencia y detectar cuando algo se sale de lo ... normal.
Publicidad
Por ello, al preguntársele por la visita del Covirán al Baskonia de mañana, un recuerdo emerge como un resorte en su interior. A su orgullo de profesional contrastado le dolió que el equipo vitoriano diera descanso a cuatro jugadores –Darius Thompson, Daulton Hommes, Maik Kotsar y Rokas Giedraitis– el pasado 3 de enero en Granada. Era aquel el momento más bajo del Covirán, azotado por las lesiones, y Joan Peñarroya, técnico baskonista asumió que podría ganar sin forzar la máquina, como así fue.
Con todo, el Covirán dio la talla, aunque la lógica terminó imperando (84-95). «Jugamos bien, pero hubo un momento en el que destruyeron lo que habíamos hecho», rememora Renfroe, sin olvidar el «impresionante» nivel del eléctrico Markus Howard –32 puntos y 7 triples en un recital ofensivo del estadounidense–.
«Permitir a un equipo hacer rotaciones contra nosotros no es algo que me guste, así que tenemos que asegurarnos de que no podrán volver a hacerlo. Hay que pelear, ser competitivos», pide el base ante la cita en el Buesa Arena. Renfroe admite que aquel era «un momento muy duro» pero avisa de que la cosa ha cambiado. «Estamos mejor como equipo, tenemos más claro lo que necesitamos hacer y en qué enfocarnos. Y espero que eso tenga un efecto esta vez», dice.
El de Tennessee cree que ahora sí el potencial del Covirán se ajusta a los requerimientos de una competición como la Liga Endesa. «Tenemos que afrontar este partido como cualquier otro. Si hacemos eso, tendremos opciones», lanza, aunque asegura que el Baskonia es un equipo «capaz de jugar realmente bien». Eso sí, los de Zurbano no llegan en su mejor momento de forma, como se vio en una Copa del Rey en la que el Joventut les apeó a la primera de cambio.
Publicidad
Pero Renfroe, que jugó a las órdenes de Peñarroya en Manresa y Burgos, «sufriendo grandes altibajos esas temporadas», recuerda cómo el técnico catalán levanta a sus equipos en las malas. «Siempre decía que nos íbamos a recuperar y él es un entrenador que ayuda a eso, a que tengas confianza, así que lo que espero es que el Baskonia vuelva, aunque confío en que no sea aún contra nosotros», bromea. Además, el norteamericano cree que volver del parón por la Copa y la 'ventana FIBA' puede ser «el mejor momento para enfrentarse y sorprender» a un equipo así.
Muy breve
Se da la circunstancia además de que Renfroe jugó cuatro partidos en el club vitoriano –el único en la plantilla rojinegra en hacerlo– en 2014, en la que es la experiencia profesional más breve de su dilatada carrera. «Recuerdo poco, sobre todo que fue muy corto», sonríe sobre un periplo que se inició a dos fechas del final de la temporada regular, tras acabar el ejercicio completo en el Enisey ruso. El hoy rojinegro se enroló, a punto de cumpir 28 años, en una «plantilla buenísima», con nombres como 'Chapu' Nocioni, Adam Hanga, Tibor Pleiss, Thomas Heurtel, Fernando San Emeterio o Fabien Causeur. «Fue una experiencia de la que aprender sobre esos jugadores, su ética de trabajo y cómo encaraban su papel en el equipo», valora. Por poco no coincidió también con el célebre Lamar Odom, de aún más efímero paso por Vitoria. «Ser durante años estrella de la NBA y venir a Europa no debe ser fácil porque el cambio deportivo y cultural es enorme, puedo entender lo que le pasó», justifica.
Publicidad
Al frente del entonces Laboral Kutxa estaba Sergio Scariolo en su segunda etapa vitoriana. «Lo que más recuerdo de él es lo directo que era con lo que quería, sobre cómo quería hacer las cosas, porque era algo a lo que no estaba acostumbrado», señala. Al de Brescia quizá tampoco le quedaba otra, pues la presión era alta:«era un momento difícil, quedando dos partidos para el 'play off' que debíamos ganar. Finalmente, el Baskonia fue sexto y se cruzó con el Barça, que lo apeó de la lucha por el título por la vía rápida, si bien Renfroe señala que «estuvimos muy cerca de ganar en el Palau, pero metieron un par de tiros decisivos y se acabó».
Para el base ese fue un reto «difícil, por llegar tan tarde a un equipo y querer aportar pronto». Admite que no fue «demasiado productivo», pero sin rencor. Su espinita con el Baskonia, de hecho, viene de esta temporada. Y se la quiere quitar mañana.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.