¡María Pérez gana la medalla de plata!

25 segundos separaron finalmente a María Pérez de la campeona Jiayu Yang, que ganó con una marca de 1:25:54 por la de 1:26:19 de la granadina. Completó el podio la australiana Jemima Montag, que fue rebajándole segundos a la de Orce mientras esta hacía lo propio con la china, con 1:26:25. Fuera del mismo acabó la colombiana Lorena Arenas, con 1:27:03. Completaron la excepcional actuación española Laura García-Caro, séptima y con diploma gracias a un registro de 1:28:12, y Cristina Montesinos, décima con 1:29:11; de esta forma, España fue el único país con dos atletas en el 'top-8-' y también el único con hasta tres en el 'top-10'. Con su plata, María Pérez sumó la tercera medalla española en lo que iba de Juegos mejorando los bronces del judoca Fran Garrigós cuatro días atrás y la del también marchador Álvaro Martín -bicampeón del mundo como ella en Budapest hace un año- apenas unas horas antes.

Calcando la táctica de Álvaro Martín hacia su medalla de bronce horas atrás, María Pérez buscó una cómoda quinta posición de inicio resguardada bajo el liderazgo de la china Jiayu Yang, plusmarquista mundial con ánimo por reivindicarlo. A la granadina le convenía ir de menos a más y a ello se puso. Ninguna candidata al título caía descolgada, bajo un ritmo que alejó a las competidoras que ni tan siquiera olerían el diploma antes incluso que en la carrera de los hombres. María Pérez se pegó a la peruana Kimberly García León y a la italiana Antonella Palmisano, hidratándose desde la segunda vuelta quizás no tanto por el calor que ya hacía sino por el que haría más tarde ante la hora y media estimada de competición.

Kimberly García León decidió a la tercera vuelta dar un primer cambio que dejó en diez competidoras el grupo en cabeza, con María Pérez entre ellas. En una curva cerrada, y aún entre el mogollón de las destacadas, la granadina estuvo a punto de caerse al tropezar con unos conos. La australiana Jemima Montag decidió meterse en la pelea por las medallas. Fue precisamente esta rival la que acudió a su par cuando la de Orce se hizo con la primera posición aprovechando que Kimberly García León perdió más tiempo que ella en un puesto de avituallamiento, pero la peruana no tardó en volver a tomar el mando.

María Pérez no ganaba nada peleándose por marcar el ritmo en esas primeras vueltas, con tanto por decidirse aún, y menos aún si eso le podía costar la corrección en la técnica bajo un ritmo ya poderoso de 4:11 el kilómetro con el que Jiayu Yang abrió gas al sexto kilómetro. De hecho, la granadina recibió un primer aviso de los jueces aún en la primera media hora de competición. Una primera paleta roja vista por Yang frenó algo a la china, tomando María Pérez el mando del grupo perseguidor, aunque luego se escondiera entre el grupo cediendo ante Kimberly García León.

Jiayu Yang continuó marchando a velocidad de vértigo sin miedo alguno, camino del medio minuto de ventaja, al paso por el ecuador de la prueba. María Pérez, mientras tanto, permanecía en el grupo perseguidor despidiéndose probablemente ya de la medalla de oro pero pensando en la plata y el bronce. Poco a poco fue lanzándose el ritmo del grupo en busca de los metales, algo que se llevó por delante en primer lugar a la italiana Palmisano. La granadina fue yendo a más conforme los rostros de sus contrincantes iban pagando el esfuerzo al cumplirse la hora de prueba, cada vez más cerca de acariciar su momento y libre de amonestaciones.

María Pérez comenzó a apretar al verse como la única que marchaba limpia entre las cuatro primeras clasificadas a los catorce kilómetros, aunque Kimberly García León se le pegase a la espalda, con la granadina tratando de dejarla atrás y de acercarse a Yang de paso al recortarle ocho segundos por kilómetro a un ritmo cada vez más próximo a los cuatro minutos que le costó una primera paleta roja mientras la china apretaba el rostro por el cansancio acumulado. María Pérez levantaba el rostro en busca del oro de Yang y le iba recortando segundos por vuelta, de 20 a 15, pero también por detrás Montag amenazaba su plata a una distancia similar y aún más rápida, de 20 a 11. La carrera se encaminaba hacia un final de infarto al comprimirse la batalla para repartirse las medallas.

Yang hizo sonar la campana ganando algo más de margen con María Pérez, a 17 segundos, mientras que Montag se le acercaba a la granadina a cinco. Era el momento de que la granadina diera lo que le quedase dentro, y lo hizo para alejar en dos segundos a la australiana aunque Yang resultara ya definitivamente inalcanzable. Exhausta, María Pérez vomitó en la meta mientras le vaciaban un botellín de agua sobre la cabeza y la australiana, más entera, se preocupaba por su salud. También la china Yang la abrazó, ambas con sus banderas ya, una vez recuperada. María solo podía llorar, y es que al fin, y después de mucho esfuerzo y sufrimiento, había cumplido su sueño.