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Pilar y Luis han votado después de celebrar durante toda la noche su boda. Ramón L. Pérez

A las urnas tras casarse en Granada

«¡Que vivan los novios que votan!»

Pilar y Luis se casaron ayer en San Pedro y San Pablo, lo celebraron en los Córdova, desayunaron en el Fútbol y, por último, se fueron a votar

Domingo, 23 de julio 2023, 09:59

El 23J empezó el 22J. Menuda noche la de aquel día. Pilar y Luis se dieron el «sí quiero» en San Pedro y San Pablo. Luego se llevaron a la familia y amigos al Palacio de los Córdova, a celebrarlo por todo lo alto. A última hora de la madrugada, se dieron un salto al Aliatar para bailar la 'Nocheentera' y lo que hiciera falta. Y para terminar, como mandan los cánones de una buena boda granaína, unos churros en el Café Fútbol. Bueno, para terminar no, claro. Esta boda tendría siempre un recuerdo especial: «Ayer firmamos nuestros votos matrimoniales y hoy los votos con la democracia».

Pilar y Luis llegaron al Colegio José Hurtado, en la calle Molinos, con puntualidad inglesa. Pese a que todavía había poca gente en la cola para votar, se convirtieron desde el primer momento en el centro de atención. Después de todo, ¿quién podría imaginar a dos novios saliendo de su boda para irse directos a votar? Pepe, de 65 años, les para y les pregunta por la ocurrencia. «Es que coincidía todo, así que nos animamos a hacerlo del tirón», dice Pilar. Pepe le dice a la novia que va muy guapa y Luis, al quite, responde rápidamente: «El traje es bonito, pero la percha es preciosa». De repente, a sus espaldas, un estruendo les aplaude. «¡Vivan los novios que votan!», les gritan. «Es nuestro séquito -bromea Luis-. Los amigos, que no se lo querían perder».

Los novios y sus amigos en el colegio electoral. Ramón L. Pérez

De hecho toda esta locura empezó como empiezan estas cosas, con un «sujétame el cubata» de libro. «Nos prometimos el 28 de enero del año pasado. Y hace unos meses, cuando salió la fecha de las elecciones, le mandé un audio a un amigo en el que le decía de broma que íbamos a ir vestidos de novios a votar. Mi amigo lo pasó por todas partes y, bueno, aquí estamos. Ya había que cumplir».

Javi, Pablo, Ignacio, Juan Diego, Samuel, Javi, Esther, Marta… y el resto del séquito -todos viejos compañeros de pupitre- les hicieron un paseíllo en la entrada del colegio, antes de llegar a la urna, conscientes de que la boda de sus amigos pasará a la historia. «A nuestra historia, al menos», ríen.

«Bueno, de la boda a votar y ya nos vamos», resopla Pilar, alegre y cansada, que ya visualiza en el horizonte su tumbona en las islas Maldivas. Pero ahora, mientras recorren el patio del colegio José Hurtado, una señora les aplaude y les sonríe. «Míralos -exclama- en vez de acostarse vienen a votar».

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