El abogado que plantó cara y ganó a Vueling: «Me defendí del abuso porque otros no pueden»

El letrado de Lexforma, Francisco Javier Ortega Pardo, demandante en este caso, y su mujer tenían la intención de visitar a su hijo en Barcelona, pero en la puerta de embarque se enteraron de que no tenían asiento en el avión porque la aerolínea había vendido más billetes de la cuenta. El overbooking es una práctica común en la que las compañías ofrecen más plazas de las que disponen y dejan a algunos pasajeros en tierra.

Los hechos sucedieron el 3 de diciembre de 2022. Vueling les denegó el embarque desde Granada, teniendo la familia contratada también la vuelta el 4 de diciembre. No se les ofreció tampoco la oportunidad de embarcar en otro vuelo con destino a la ciudad Condal, por lo que se vieron obligados a perder la conexión de ida y de vuelta, así como la reserva del hotel.

La decepción por los planes cancelados se juntó con la impotencia que sentía ante la vulneración de su derecho como consumidor, lo que movió al hombre, de 57 años, a demandar. «Otra persona ni se lo plantearía. La indignación de que en la misma puerta de embarque nos echaran para atrás y se esfumara de pronto la idea de ver a mi hijo me llevó a ello. Quieren hacer negocio con el overbooking y es indignante. Me dejaron tirado en tierra sin explicación ni alternativas con todo el viaje preparado, el hotel, las reservas en restaurantes...», recuerda.

«La conciencia social» le hizo invertir tiempo y recursos peopios en esta reclamación. «Es algo bastante común, el importe de los daños que reconoce las líneas aéreas de primeras no es suficiente. Los ciudadanos de a pie sin conocimientos legales o una economía que responda y paciencia para hacer frente a un juicio, desisten y pagan el pato», añade con la satisfacción que da ganar un pleito. En la sentencia, en poder de este medio, el juzgado de Primera Instancia Número 2 de Granada ha condenado ahora a la aerolínea al pago de 814,76 euros, lo solicitado por el afectado.

El letrado reclamaba justo esa cantidad por los daños y prejuicios ocasionados por la cancelación de los dos vuelos que contrató. El tribunal ha estimado íntegramente la demanda, obligando a Vueling Airlines a indemnizar a los demandantes en la cuantía de 500 euros por los dos vuelos que no pudieron realizar. De hecho, la demanda se ha allanado al reembolso del coste íntegro de los billetes de avión pagados 183,96 euros.

Asímismo acreditado que tenían reservado una noche de hotel en Barcelona, y que –dada la premura del tiempo con el que fue cancelado el vuelo, les fue imposible cancelar la reserva de hotel– se ha de procedido igualmente a su indemnización, en la cuantía reclamada de 130,80 euros.

Además, Vueling deberá pagar también las costas del juicio. Contra esta sentencia no cabe recurso de apelación. «Ante el abandono de las grandes compañías, los consumidores estamos expuestos. Los juzgados, con los tiempos que supone iniciar un procedimiento, tampoco favorecen al interés de los usuarios por reclamar. No todo el mundo se puede permitir esperar dos años para ver resultados. Pero espero que esta sentencia no caiga en saco roto, que sea ejemplarizante», concluye.