El 'Airbnb' de las comidas llega a Granada

A la empresaria granadina Paloma Amat, con amplia experiencia en los pisos alquiler turístico, se le ocurrió la idea de crear este negocio a raiz de la experiencia con Darren, un turista que llegó desde Edimburgo con la idea de conocer la Granada que viven los granadinos. La lista de platos típicos y restaurantes recomendados no convencía al viajero por lo que la empresaria acabó invitándole a comer a la casa de su propia madre.

El arroz y la acogida que le ofreció la madre de Paloma dejó tan fascinado al visitante que la empresaria pensó que podía haber un nicho de negocio en el hecho de que las señoras granadinas que cocinan como los ángeles abrieran su casa a turistas extranjeros, les ofrecieran un menú con las especialidades que bordan, con los manteles y las vajillas de las cenas fin de año, las fotos de la comunión de sus hijos en el salón y el Google Translator haciendo las veces de intérprete. Y la experiencia está funcionando.

«El inicio ha sido duro porque es un modelo de negocio nuevo pero estoy muy contenta de como está evolucionando, ya tenemos cocineras en Granada, Córdoba, Sevilla, Madrid y Alicante«, explica la fundadora de Sazonthefolkcook. La suya es una de las empresas que se alojan en el nuevo Digital Business Hub que Cámara Granada ha abierto en Camino de Ronda como centro de innovación y digitalización empresarial.

«Ven a comer a casa de nuestras madres y descubre nuestra esencia» es el lema de la empresa que ofrece en Granada experiencias como el almuerzo andaluz con cazuela de pescado en la casa de Carolina, una bailaora de 24 años que vive frente a La Alhambra o un arroz con pollo en la elegante casa de Ángeles, en plena Gran Vía.

«Ellas están contentas porque llevan haciendo comida para la familia toda la vida y de repente disfrutan de la experiencia, ven que las valoran muchísimo, les piden fotos, se ven en redes... «, explica Paloma.

El nuevo negocio solo tiene un handicap: que el sector hostelero les vea como competencia desleal. Sin embargo, la empresaria rechaza estas críticas y asegura que el efecto es el contrario ya que este modelo genera «un efecto tractor» y suma, ya que los visitantes se quedan contentos y no solo vuelven sino que se convierten en preceptores, lo que beneficia al destino en general. Darren es el mejor ejemplo: «Ha vuelto ya cuatro veces a Granada y me ha mandado a todos sus amigos».