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El problema de los cortes de luz se extiende por el Área Metropolitana. Desde diciembre, municipios del norte del Cinturón como Albolote, Maracena, Pulianas o ... Pinos Puente sufren apagones casi a diario. Suelen ser interrupciones del suministro eléctrico que no alcanzan los cinco minutos, en algunos casos previos a subidas de tensión. Esto empieza a suponer un trastorno en los polígonos industriales, donde el coste de las averías por los picos se multiplica y poner en pausa la producción es perder tiempo y, en consecuencia, dinero. Endesa atribuye las incidencias a daños puntuales y asegura que las líneas «son estables».
El Ayuntamiento de Atarfe ha invitado a los vecinos del municipio a que le hagan llegar sus reclamaciones cada vez que haya un corte de suministro. El pasado día 29, el Consistorio publicó un comunicado que refleja el «hartazgo» de los residentes que se ven afectados por las «deficiencias en el servicio de suministro eléctrico». En la nota anuncia «acciones» para exigir que se solucionen estos problemas.
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Dos días más tarde, en plena cena de Nochevieja, un barrio entero del centro de Pulianillas se quedó en penumbra. En más de 500 hogares, la última noche del año comenzó sin luz. Según el alcalde de Pulianas, José Antonio Carranza, en este barrio en concreto están teniendo «muchos problemas». Atribuye la situación a que la red en la zona es insuficiente: «La subestación requiere inversiones que llevan años prometiendo y nunca realizan».
Lo peor, añade, es que la compañía encargada del suministro está prestando una atención«nefasta, de auténtica vergüenza» y ni siquiera responden al teléfono, una opinión en la que coinciden las empresas y alcaldes contactados por IDEAL. Al llamar al número de atención al cliente se topan con una grabación, o con minutos y minutos de espera que no desembocan en respuestas. Según la compañía hay dos averías recientes que han afectado a Pulianas: una el 30 de diciembre y otra el pasado lunes en un cable subterráneo.
También hubo apagón para cerrar el año enPinos Puente, donde «los problemas han sido diarios en varios barrios» durante las últimas semanas. El alcalde del municipio, Francisco García Ibáñez, ha presentado una reclamación ante Endesa y una denuncia en Industria, acompañada de la medición oficial de una empresa que ha certificado que la tensión está «excesivamente baja, por debajo de los límites legales».
Allí, el problema de los cortes de luz no es nuevo. Antes se atribuía a los enganches ilegales para el cultivo de marihuana, que sobrecargan una red eléctrica que está concebida para la demanda de los hogares y no para el alto consumo que requiere el mantenimiento de las plantaciones. Este año, en cambio, los apagones se extienden a barrios que hasta diciembre no habían sufrido incidencias de suministro tan continuadas. «Este invierno está habiendo más apagones de lo habitual. Hay zonas en las que es diario, se va todas las tardes. Hay gente sin calefacción, con hijos envueltos en mantas para soportar el frío», cuenta García Ibáñez. Como su homólogo en Pulianas, considera que detrás de estas incidencias no sólo está el cultivo de 'maría': «Hay también una solución técnica.Deben hacer un esfuerzo en inversión y mejora de las redes».
Cuando el Ayuntamiento de Maracena avisa a la empresa suministradora, los técnicos acuden a tratar de identificar el origen de las averías. Pero, como confirma su alcalde, Noel López, las interrupciones siguen. En las últimas semanas afectan a Villasol y la Era Baja:«Tanto el Ayuntamiento como los vecinos hemos manifestado la necesidad de que se solventen estos microcortes». López hace alusión a dos consecuencias de los apagones. La primera es la rotura de electrodomésticos, queja que ya le han manifestado varios vecinos. La segunda, la dificultad para quienes teletrabajan.
Al Ayuntamiento de Albolote ha llegado incluso el caso de un vecino que se quedó sin luz mientras hacía un examen. Allí han llegado a tener «veinte cortes o más en un día», según el concejal de Mantenimiento, José Miguel Rodríguez. El equipo de gobierno envió a Industria un escrito pidiendo soluciones y ya ha recibido respuesta:están estudiando el expediente.
Los técnicos de la empresa eléctrica informaron al Consistorio de que algunos de los apagones eran consecuencia de las pruebas para localizar averías. «Ahora parece que hay menos cortes», concluyen. Aquí, la incidencia ocurrió en Nochebuena. Según Endesa, la lluvia provocó un movimiento de tierras que hizo que se desplomara un apoyo. En otras localidades del Cinturón, comoPeligros, no tienen constancia de fallos tan repetidos como las de los municipios vecinos.
Dificultades para el teletrabajo o la enseñanza a distancia, frío en pleno temporal, cenas a oscuras... Estas son las consecuencias humanas de los cortes de luz. Para las empresas del polo productivo más grande de Granada (1.200 compañías entre los polígonos de Asegra y Juncaril), el efecto más inmediato de un corte de luz es la interrupción del trabajo. Luego, en algunos casos, hay que reiniciar maquinaria, proceso que puede extenderse varios minutos. Tampoco los empresarios obtienen respuesta de Endesa: «Hace años se podría hablar con ellos, pero ahora responde un robot», señala Alejandro Corpas, gerente de la asociación de empresarios de Juncaril.
Algunas naves de Asegra han registrado cortes en 10 días de diciembre. Ayer mismo hubo dos apagones, ambos de apenas un minuto, por la mañana y por la tarde. Endesa anuncia para este año la inversión de 120.000 euros en seis centros de transformación que se podrán controlar de forma telemática, y que afectan a Albolote, Atarfe y Pulianas.
Eldefensor del ciudadano de Granada sigue ejerciendo como 'notario' de los cortes de luz en la capital. A Manuel Martín le llegan a diario las incidencias de decenas de vecinos que viven en «emergencia social», dos palabras con las que resume la situación de quienes se enfrentan al invierno sin agua caliente, sin estufas, sin luz. El distrito Norte es el más castigado por los apagones desde hace ocho años, a causa, según Endesa, de los enganches ilegales para el cultivo de marihuana, que sobrecargan los transformadores y terminan por dejar sin electricidad a manzanas enteras de vecinos. Hasta el mes de diciembre pasado, el problema se concentraba especialmente en el barrio de La Paz. Ahora, explica Martín, allí no hay tantos cortes como antes. En cambio, la situación es más complicada en Casería de Montijo, parte de Almanjáyar, Rey Badis, Molino Nuevo y algunas calles de Cartuja. «Se está extendiendo el problema», concluye Martín. El defensor pidió un relator de la ONU para que elabore un informe sobre la situación en parte del distrito Norte. En manos del organismo internacional hay dos análisis, el último enviado el 28 de diciembre, con la información que Manuel Martín ha recabado de los centros de salud de la zona, cuyos sanitarios son testigos de las situaciones a las que se enfrentan los vecinos a causa de los apagones. El defensor cree que el cultivo de marihuana es sólo un síntoma más del mal del abandono que afecta al distrito Norte. «La compañía eléctrica tiene que garantizar la luz y el suministro a todas las personas que tienen un contrato y pagan su factura. Deberían garantizar la luz a los enfermos, dependientes y otras personas que tengan tratamientos especiales.Y la compañía debería poner a disposición de los vecinos un número de teléfono específico, no una máquina». Lamenta que en el distrito Norte hay familias resignadas «a vivir sin luz». «No hay derecho, estamos dejando morir a muchas familias. Lo que está pasando allí está causando una muerte social, porque no nos importa nada lo que allí está ocurriendo.Y de la muerte social a la física hay un paso». También Haza Grande ha padecido los cortes. El barrio de La Virgen, en el Realejo, estuvo sin luz varias horas el pasado día 3. Para tratar de mitigar el problema en Norte, Endesa desplegó a finales del año pasado un plan piloto de refuerzo de infraestructuras, que permite actuar de forma remota ante incidencias por sobrecarga en las redes y reducir los desplazamientos de los técnicos. Además, se han renovado y reforzado los centros de transformación y a finales de año se trabajaba en una línea de media tensión entre Pulianas y el distrito de la capital. Según la compañía, de las 20.000 viviendas conectadas a la red de distribución en Norte, 5.054 no tienen contrato de suministro. En 2020 detectaron 500 enganches ilegales. Con respecto a Haza Grande, a mediados de diciembre comenzó el plan de refuerzo de infraestructuras eléctricas, con 130.000 euros de inversión en un centro de transformación que incrementa la potencia instalada en la zona. La empresa también atribuye estos cortes de suministro a los enganches ilegales en el barrio.
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