Las familias okupas de Atarfe: «Nosotros no vamos a malas, tenemos niños»

Ella no tiene trabajo, pero cobra una ayuda social y su pareja, Abraham, de 27, trabaja como jornalero por temporadas y como pintor durante el verano. «Supimos de este edificio, que lleva 13 años terminado y cerrado –asegura– y nos hemos venido aquí. Nos hemos visto obligados», reitera la joven.

Ella ha pasado la noche con los niños en casa de los suegros porque las casas no tienen agua ni luz. Pero los hombres se quedan en los pisos okupados a pasar la noche para que no los echen. Tienen visitas constantes de Policía Local y Guardia Civil, durante todo el día. En la mañana del jueves, llegaron dos patrullas para acompañar a los operarios que están instalando puertas 'antiokupas' para que no haya un efecto llamada y acuda más gente al bloque para entrar en más viviendas.

En cuanto ven entrar a los agentes, se acercan al portal para identificar cuáles son los pisos en los que ellos han entrado a vivir. «Nos hemos ofrecido para abrir los pisos y que vean que no estamos haciendo nada malo, que somos familias con niños», señala Abraham. Ellos aseguran que son solo cuatro familias las que quedan allí, aunque desde Guardia Civil apuntan a que hay 25 pisos okupados.

«Ahora mismo somos unas 20 personas, entre adultos y niños. Y pedimos que nos ayuden, que nos comprometemos a pagar la luz y el agua, y un alquiler social o alquiler con opción a compra, lo que sea», remataba Inma. Otra de las ocupantes del edificio, asevera que ella estaba viviendo «en una choza entre los olivos», antes de irse a vivir allí. Y explican que los amenazan con que Servicios Sociales se puedan llevar a los niños, pero ellos se adelantan explicando que «a los niños no les falta de nada, no faltan al colegio y están bien atendidos».

Desde el Ayuntamiento de Atarfe, sin embargo, aseveran que todas las personas identificadas en el edificio cuentan ya con una vivienda.