Okupas en Granada

La mitad de las familias 'okupas' abandona el edificio de Atarfe

Sin embargo, durante el día de ayer, fuentes de la Guardia Civil señalaron que entre 18 y 20 viviendas han sido desalojadas por voluntad propia por parte de los ocupantes, mientras que veinticinco siguen todavía usurpadas. El Instituto Armado insiste en lanzar un mensaje de tranquilidad a los vecinos, porque la presencia de Policía Local e Instituto Armado es constante en el entorno de este barrio en expansión del municipio.

IDEAL pudo hablar con algunas de las familias que seguían ayer en la zona, que apuntaron a que solo quedaban cinco familias y unas veinte personas. Los 'okupas' no se separan del portal del bloque, para que no los echen de las viviendas. Ayer contemplaban cómo unos operarios instalaban puertas 'antiokupas' lo que tapiaba el interior del resto de pisos.

A pocos metros del bloque de pisos 'okupado' se encuentran varias viviendas, algunas con sus dueños y otras vacías. Se trata de una zona de expansión del municipio, en el que no hay mucha actividad comercial. «Las familias que viven en la zona tienen miedo de salir al parque con sus hijos», expone un vecino de la localidad, quien apunta que las personas que han ocupado el edificio han provocado varias reyertas desde su instalación el pasado viernes.

«Tengo una hija pequeña y duermo inquieta por las noches porque vivo en un ático», sostiene otra vecina, que indica que muchos residentes de la zona se sienten preocupados porque están de vacaciones y sus viviendas están vacías. Además, sostiene que, ante el temor de los vecinos, estos se están informando a través de grupos de WhatsApp y Facebook.

«Particularmente estoy a favor de la ocupación siempre que sea necesario», menciona otra residente del barrio, quien recalca que en este caso no se puede justificar debido a que todos los asaltantes tenían vivienda propia. Además, señala que «es una situación inquietante porque hace años pasó algo similar con una casa que subastaron».

Los residentes de la zona afirman que han tenido que reforzar las medidas de seguridad de sus domicilios, además de mejorar la comunicación entre los vecinos. «A través del grupo de WhatsApp de la comunidad hemos puesto en marcha un plan especial para cerrar todas las cocheras y que no pueda entrar nadie», anota un vecino. De momento, cabe destacar que no se han producido más ocupaciones de viviendas en el barrio.