Una de las ruedas del vehículo robado quedó reventada. IDEAL

Roban su coche mientras lo limpiaba en Armilla y usan su tarjeta para pagar tabaco, pan y taxi

El afectado se descuidó unos segundos en una gasolinera y el vehículo apareció a los 20 minutos con múltiples destrozos

Laura Velasco

Granada

Martes, 23 de agosto 2022, 00:11

Dos supuestos ladrones, que perfectamente podían ser los Bonnie y Clyde granadinos, han dejado sin ahorros a una pareja en Granada tras llevarse su coche, causarle destrozos y utilizar su tarjeta de crédito para hacer cuatro pagos en apenas veinte minutos. Los hechos, denunciados ante ... la Guardia Civil, se remontan al pasado jueves, 18 de agosto. Alberto Gila, vecino de Armilla, se disponía a limpiar su Seat León en una gasolinera de Armilla cuando se encontró con un conocido. Le pidió una herramienta para poner unas bridas en el vehículo y se alejó unos segundos. Cuando volvió, en el interior de su coche había una pareja. El conductor aceleró y se marcharon rápidamente.

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Según la descripción del denunciante, ambos tienen en torno a 50 años. Él, con pelo canoso, llevaba gafas de sol con cristales azules y mascarilla; mientras que ella era morena, con una trenza en el pelo. Probablemente llevaban guantes. Alberto echó a correr detrás de ellos. Una pareja que pasaba y lo vio -con mejores intenciones que los Bonnie y Clyde granadinos-, lo subió a su coche para perseguirlos, pero le perdieron la pista. «Se portaron muy bien», asegura Esther Llorerns, pareja de Alberto. Tras la persecución frustrada, tocaba denunciar en el cuartel de la Guardia Civil de Armilla. Estando allí, la Policía Nacional avisó de que habían encontrado el coche en el parking del Carrefour.

Apenas habían pasado veinte minutos desde su sustracción, pero los daños eran cuantiosos. Dirección rota, rueda reventada, golpes, rayajos… «Tuvo que ir rapidísimo y chocándose para dejarlo así», lamenta Esther. También habían desaparecido los objetos de valor de su interior: un móvil personal, uno de empresa y la cartera de Alberto. «En lo que tardamos en llamar para cancelar la tarjeta ya habían hecho cuatro pagos: 1,18 euros en un Lidl cercano; 40 euros en un estanco de Camino de Ronda; 18 euros en una panadería de la misma calle; y 7,77 euros en un taxi. Nuestra entidad bancaria nos dijo que habían intentado hacer más pagos», comenta Esther. En total, desembolsaron casi 60 euros.

Sin ahorros

Para Alberto y Esther lo peor es el arreglo del vehículo al que tendrán que hacer frente. Aún no han recibido presupuesto, pero ya saben que su verano «se ha echado a perder» ahora que se iban de vacaciones. «Con lo que cuesta ahorrar en esta época nos han dejado tiritando», señala la pareja, que sabe que pudo ser mucho peor. «No queremos ni imaginar qué hubiera pasado si nuestro hijo pequeño llega a estar en el coche», añaden.

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A la espera de que las autoridades los identifiquen, los dos afectados lanzan un mensaje a la ciudadanía para evitar situaciones similares. «Que sean muy precavidos, porque le puede pasar a cualquiera en diez segundos. No te lo crees», concluyen Alberto y Esther, que esperan que, aunque los culpables probablemente «no irán a la cárcel», al menos queden «fichados».

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