Dos vecinas pasan a través de la valla del nuevo bulevar de la Chana. pepe marín

El bulevar de la Chana que lleva meses terminado, pero no se puede utilizar

El retraso se debe a que la promotora y Endesa aún no han sellado el convenio para dar servicio a una zona que se está degradando antes de que sea inaugurado

Miércoles, 15 de febrero 2023, 00:33

Son las diez de la mañana y un hombre pasea a su perro en el nuevo bulevar de la Chana. Es ancho como un imperio y la temperatura invita a caminar, sin embargo allí están solo ellos y José Ocaña, presidente de la asociación de ... vecinos del barrio. «Esto antes era todo campo», dice a IDEAL nada más dejar atrás la valla que circunda desde hace ya muchos meses el último tramo construido de la avenida bautizada en su día como Rector Antonio Gallego Morell. El vecino explica que nadie de la zona entiende qué está pasando. Es como el caramelito que le muestras a un niño y después no dejas que lo coja.

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La situación es la siguiente: todos estos terrenos entre las 'torres' de la Chana y la Rosaleda, las vías y todo lo demás que va acercándose a la Circunvalación está inmerso en un proceso de expansión urbanística impresionante. Se están levantando decenas de bloques y lo que «antes era campo», hoy son construcciones nuevas, largas avenidas y muchas vías de alivio circulatorio.

Todo bien, salvo alguna cosa. Las últimas obras de urbanización que se han ejecutado como prolongación de Rector Antonio Gallego Morell, donde hoy se ubica el mercadillo de los miércoles, acabaron en verano, pero dimes y diretes entre la promotora y Endesa están retrasando su inauguración y, por tanto, que se pueda utilizar por el vecindario. Al menos, teóricamente.

Los vecinos acceden al paseo para sacar el perro, sentarse en sus bancos o dar un paseo. pepe marín

Las obras de urbanización han generado un paseo de medio kilómetro, con decenas de árboles, bancos para sentarse, dos zonas de juegos infantiles, parque biosaludable, muchos aparcamientos y dos carriles que están pensados para permeabilizar el tráfico. Pues todo esto está vallado. Y lleva tantos meses así que los vecinos han tomado la determinación de obviar las barreras que se pusieron en su día. Cada uno de los accesos naturales de esta nueva zona urbanizada tiene ya huecos abiertos en las vallas por los que entra y sale la gente. Lo hacen para tomar el fresco, pasear los perros o incluso hacer botellón por las noches.

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Zonas infantiles cerradas a cal y canto. pepe marín

El problema es que el uso es a medias, de tapadillo, y ni siquiera el Ayuntamiento puede hoy mantener en condiciones estos terrenos hasta que no se culminen los trámites que quedan. Cuando lo pueda hacer, se encontrará árboles secos, alcorques llenos de malayerba o bancos grafiteados. Ocaña teme que esta situación vaya a peor y ocurra como en la primera fase de obras del paseo, donde algunos aprovecharon la tardanza en dar el último paso administrativo para robar cableado de un transformador.

«Además es que por las noches, al no haber alumbrado, los chavales se cuelan para hacer botellón. Queremos que esto se acabe y que por fin los vecinos podamos pasear, aparcar y disfrutar de esta obra que es muy importante para el barrio»

José fernández ocaña

Presidente de la asociación de vecinos de Chana

«Además es que por las noches, al no haber alumbrado, los chavales se cuelan para hacer botellón. Queremos que esto se acabe y que por fin los vecinos podamos pasear, aparcar y disfrutar de esta obra que es muy importante para el barrio», señala el presidente del colectivo vecinal, que ya ha reclamado esto mismo en innumerables ocasiones al Ayuntamiento.

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Pero el equipo de gobierno no puede hacer nada, pues incurriría en una ilegalidad si abre el bulevar sin haber recepcionado antes las obras. Y esto solo se hará cuando la promotora subsane alguna documentación que tiene pendiente para dar de alta el suministro eléctrico. En Endesa confirman que están a expensas de que les lleguen estos 'papeles', que son indispensables para poner en regla los boletines. Pero su estimación es que no tardará en hacerse, al menos así lo manifiestan fuentes de la compañía eléctrica, que creen que el convenio entre ambas partes se podría firmar la semana que viene.

Será entonces cuando María y Remedios, dos vecinas del barrio, puedan seguir paseando cada mañana sin tener que esquivar la valla que hoy mueven en este lugar, para ellas, «muy bonico». Son 30 años los que llevaban viendo aquel descampado abandonado que hoy luce comos nunca. Entonces se hacían grandes charcos cuando llovía, los coches aparcaban donde podían y los niños no tenían donde jugar. Ahora todo ha cambiado para mejor, solo queda que, por fin, puedan disfrutarlo sin tener que hacerlo a escondidas.

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